jueves, 7 de mayo de 2015

EL MAÑANA ES ALGO QUE NUNCA LLEGA




Alan Watts, ha descrito sus propias experiencias, supervisadas en el ámbito académico y ha dejado referencias de las mismas.
Las experiencias denominadas místicas, religiosas, de unidad con el Cosmos, etc. así sean mediando drogas alucinógenas o no, tienen en común algunas características. Una de ellas es la pérdida de preocupación por el futuro y una placentera concentración en el aquí y ahora. Puro tiempo presente. El estado de relajación y atención que acompaña hace que se detecten olores, colores y sonidos de forma especial ya que al parecer, podemos percibir lo sutil que hay en lo que nos rodea. Tenemos en claro que "Mañana es algo que nunca llega".
Otra característica es la capacidad de percibir que lo opuesto que los objetos, situaciones, estados etc. poseen superficialmente,  en realidad constituye una unidad que abarca y comprende los opuestos. Así somos conscientes que cada uno en realidad, es definible por su opuesto. Esto es definido como "Interdependencia". Conscientes, de pronto, que no somos más que un eslabón en la infinita cadena de seres que están en el mundo. Tanto da si es un insecto o un ser humano en este sentido: ambos tendremos un mundo en el que hemos de movernos y desarrollarnos, creceremos, moriremos y sabremos que hay una inconmensurable cantidad de cosas más grandes o más pequeñas que nosotros. Todo se experimenta como relativo: un pobre se preocupa por el dinero, un rico por la salud. Ambos tienen la misma preocupación. Lo que cambia es el objeto. 
Desde aquí nos separa apenas un paso hasta llegar a la captación que "todas las formas vivientes no son más que variaciones del mismo tema".
Los autores coinciden en que a la hora del éxtasis, es posible vivenciar que "todas esas miríadas de yo-centros son en realidad nosotros-centros. No hay egos superficiales, sino que se experimenta el PARAMATMAN, el SÍ-MISMO DE TODOS LOS SI-MISMOS.