miércoles, 13 de mayo de 2015

EMOCIONES EN LA SALA DE ESPERA




Si algo posee a nuestro entender John Searle, es su capacidad para transmitirnos inquietud, ansiedad por captarlo, en cualquier nivel al que nos hallemos.
Sus consideraciones no necesariamente se contraponen a los temas comentados en en el blog de mente y conciencia desde ángulos muy diversos. Afirma que "la conciencia no es sino la actividad de las neuronas, pudiendo demostrarse que no hay efectos causales de la conciencia que no sean también efectos causales de esta actividad".
La conciencia, tiene un modo de existencia que es en "primera persona", tiene esta cualidad "subjetiva" porque no existe sino "como una experiencia" ya sea por parte de humanos y animales. Es a causa de esta experiencia en primera persona que no se la puede reducir o eliminar en favor de algo que existiría en tercera persona.
"No tiene nada de misterioso o que la distinga del mundo físico común, forma parte de él. Es un hecho biológico que nuestro cerebro produce estados subjetivos cualitativos y conscientes de sentimientos, sensaciones y conocimientos que exigen ser reconocidos como aspectos del mundo real" (John Searle).
Sostiene que "a la conciencia hay que verla como un fenómeno subjetivo, en primera persona y cualitativo, y forma parte de nuestra naturaleza biológica".
El autor se "escandaliza" que aún no haya una teoría aceptable de las emociones. Considera que las emociones son "esas sensaciones o esos contenidos intencionales que nos conmueven". El latín utilizó la noción de "emoverare" para desplazar, remover, cuando de emociones y definiciones se trata.
El concepto de Searle para las emociones es que deben ser vistas como formas "provocadoras de deseos, causados por las creencias y abarcándolas". Acude al ejemplo: "Si Ud. está enojado con alguien, usted cree algo acerca de esa persona; lo agitan deseos de herir, de hacerle el mal". En el interín las emociones esperan a ser "atendidas" por las ciencias cognitivas y la psicología.
En una entrada anterior y bastante antigua, citamos a Damasio quien consideró que es un error de nuestra cultura oponer "racionalidad y emoción". La racionalidad es una forma de organizar nuestras emociones. Las personas desprovistas de emociones, tienden a ser irracionales.
Como cierre de esta entrada, no nos sorprende que en nuestro camino vayan surgiendo, tímidas, las luces de una modesta comprensión. Hilosdepiedra.