...."El intenta buscar por todas partes dónde se encuentran los pensamientos que surgen en su mente. Pero, ¿qué son los pensamientos? Son apasionados, odiosos o confusos. ¿Y qué hay del pasado, el futuro o el presente? El pasado se ha extinguido, el futuro no ha llegado aún y el presente es efímero. Ya que los pensamientos, no pueden encontrarse ni dentro ni fuera de uno, ni entre medio de ambos lugares. Pues los pensamientos son inmateriales, invisibles, frágiles, inconcebibles, inestables e insustanciales. No hay ningún Buda que los haya visto, ni que los vea, ni que vaya a verlos. Y aquello que los Budas no pueden nunca ver, ¿cómo podría ser un proceso observable, salvo en el sentido que actúan a través de una percepción falsa?
Los pensamientos son como una ilusión mágica: al imaginar algo que no es real, tiene lugar una gran variedad de renacimientos. Un pensamiento es como la corriente de un río, no tiene ninguna estabilidad: en cuanto es creado, se manifiesta y luego desaparece. Un pensamiento es como la llama de una lamparilla y actúa a través de las causas y las condiciones. Es como un relámpago, aparece por un momento y al siguiente desaparece...
Al buscar los pensamientos por todas partes, no los encuentra por ninguna parte...Ni en la esfera de los sentidos. Se pregunta ¿cómo surgen? Y entonces se le ocurre:allí donde hay un objeto, surge un pensamiento. ¿Es el pensamiento una cosa y el objeto, otra? No, el pensamiento no es distinto de su objeto. Si el objeto fuera una cosa y el pensamiento, otra, habría un doble estado de pensamiento. Así que el propio objeto es el pensamiento. ¿Puede entonces el pensamiento examinar al pensamiento? No, el pensamiento no puede examinarse a si mismo. Al igual que el filo de una espada, no puede cortarse a si mismo. Además, los pensamientos al ser agitados y sometidos a una intensa presión por todos lados, actúan sin ninguna estabilidad, como un mono o como el viento. Viajan lejos, etéreo, tornadizos, agitados por los objetos sensoriales, saltando de una cosa a la otra.
En cambio, la estabilidad, la unidireccionalidad, la inmovilidad, la imperturbabilidad, la absoluta calma y la concentración mental se llama un estado de plena conciencia". Traducción del sánscrito, Edward Conze.