martes, 28 de octubre de 2014

EL CAMPO DE ENTRENAMIENTO



Tanto la respiración como la postura, cuando tomamos cuenta de ellas en forma activa, esto es cuando tenemos conciencia de ellas y ello incluye nuestros movimientos, forman parte del "entrenamiento" cotidiano de estar presentes, como dicen los maestros, "desde lo profundo del ser". Es así que la vida diaria, adquiere el sentido de un ejercicio de entrenamiento. Brota desde nuestra profundidad cuando andamos, y somos conscientes de ello, cuando respiramos y somos conscientes de ello, cuando estamos quietos y estamos consciente de ello...Todo en el Zen se convierte en campo de entrenamiento.
"No se trata del cuerpo que arrastramos sino el cuerpo que somos".
"Nuestro centro unitario de ademanes".
"En su modo de producirse y presentarse, una persona se manifiesta dentro de una concepción integral que está más allá de la duplicidad de alma y cuerpo".
"Trabajar y modelar al hombre, en cuanto a trabajo sobre su manera de manifestarse, significa modelar su concepción total personal"... este trabajo de modelado, significa que aparezcan las percepciones originales y primarias de los sentidos: el ser conscientes de los colores, los sonidos, el tacto. "Todo hay que sacarlo a la luz a la hora de modelar al hombre".
"Poder ser conscientes de las sensaciones del propio cuerpo y de los impulsos que brotan de lo íntimo".
"El neurótico es una persona perdida en su propio cuerpo".
"Por eso, la integración de ese mismo cuerpo, que pasa por la toma de conciencia de las actitudes erróneas, es un factor esencial e irremplazable de la curación".
"Nuestra conciencia cotidiana se parece a la superficie emergida de una isla, rodeada por todas partes por un mar  cuya amplitud escapa a nuestra imaginación así como todo lo que de la isla nos oculta el mar. Todo está oculto en un inescrutable misterio, con el que nuestra conciencia sólo mantiene contacto por debajo de la superficie emergida. Sin embargo, estamos resueltos a que se manifieste en nosotros ese misterio que, como las estrellas durante el día, escapa a nuestras miradas a la luz de nuestra conciencia objetivadora.