IMAGEN ACTUAL DEL CHATEAU FRONTENAC |
Esta es sólo una crónica breve, de la existencia de un edificio.
El mismo, fue el palacete conocido como Chateau Frontenac, situado en la ciudad de Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina.
Construido a principios del siglo XX, propiedad de la familia Leloir Unzué. Su constructor fue Adán Gandolfi quién creó obras similares en la zona, aproximadamente en 1905.
Plasmó en éstas, sus construcciones marplatenses, aires franceses e ingleses, principalmente.
En 1920, de la mano del arquitecto Alejandro Bustillo, irrumpe el estilo español, como contrapunto de los estilos antes mencionados.
Fueron varios los arquitectos cultores de este particular estilo, nacido a la sombra del antiguo estilo colonial, denominándose neocolonialista.
El mencionado Bustillo en los veintes, remodela el Chateau Frontenac, imprimiéndole el sello hispano. Inconfundible desde el gran portal de ingreso, flanqueado por columnas salomónicas. Le agregó un patio andaluz, un mirador con reminiscencias árabes, en las que luego se construyeron habitaciones y techos recubiertos por tejas españolas.
Ya en los ochenta funcionó como hotel, luego como sitio de reuniones y fiestas hasta su cierre en 1994.
En su interior supo tener una pieza central de hierro forjado de nueve metros de alto, del que partían tres arañas las cuales repartían su luz en cada piso del palacio.
A esto hay que agregar la magnífica vista de la bahía, de la que fue testigo privilegiado.
A esto hay que agregar la magnífica vista de la bahía, de la que fue testigo privilegiado.
EN LA ACTUALIDAD ESPERA SU DEMOLICION PARA SER LEVANTADAS, EN EL PREDIO, DOS TORRES.
Hilosdepiedra: no dejamos de asombrarnos que la mayoría de los que tienen oportunidad de viajar a Europa sin ir más lejos, incluidos los propulsores de "inversiones inmobiliarias", ponen de ejemplo aquellos lugares donde se ha respetado el patrimonio arquitectónico, no dudando, en su propio país de gestionar todas las demoliciones que sea necesario para poder seguir viajando y extasiándose con las politicas conservacionistas ajenas.
Consideramos que, al menos, preservar las obras más emblemáticas, entrañables, de la fisonomía de un lugar, es asegurarle su identidad. Algo que todos sus habitantes deberían tener como una garantía de pertenencia.
Por suerte, la Torre Eiffel, el Coliseo romano, la torre de Pisa, Montmartre, y muchos lugares que han sobrevivido a los afanes inmobiliarios, no se encuentran en estos pagos.
Consideramos que, al menos, preservar las obras más emblemáticas, entrañables, de la fisonomía de un lugar, es asegurarle su identidad. Algo que todos sus habitantes deberían tener como una garantía de pertenencia.
Por suerte, la Torre Eiffel, el Coliseo romano, la torre de Pisa, Montmartre, y muchos lugares que han sobrevivido a los afanes inmobiliarios, no se encuentran en estos pagos.