viernes, 7 de marzo de 2014

OTROS PUENTES


Matthieu Ricard, definido como "el hombre más feliz del planeta", ha capturado en imágenes, escenas que tienen como fondo el Himalaya. Profundizó y practica el budismo tibetano, donde fue discípulo de Kangyur Rinpoche, maestro de extendida fama en el mundo budista tradicional.
Se dedicó a escribir : El viaje hacia la Iluminación, Los Monjes danzantes del Tibet, y su última obra, En Defensa de la Felicidad.
Ha sido el motor de encuentro entre científicos y estudiantes de busdismo: Tibet, un viaje hacia el interior.
Hijo del filósofo J.F. Revel (de quien hemos tratado en este blog, nacido Ricard), publica El Monje y el Filósofo, donde refleja el interés de la ciencia en el budismo. Destinó asistencia económica proveniente de sus obras a proyectos asiáticos de caridad a los menos favorecidos.
En su última obra, En Defensa de la Felicidad, nos introduce al término SUKKHA, definido como un estado interior que se desarrolla cuando nos acercamos a la verdadera naturaleza de las cosas.
La tarea de buscar la felicidad a través de los fenómenos del mundo, tampoco ha producido felicidad.
Solo una mirada altruista del mundo parece conducirnos a ese estado, consciente y meditativo. 
Cuando trata con el DUKKA, lo opuesto a la felicidad, considera la existencia del sufrimiento (Primera Noble Verdad del budismo), algo inevitable que reconocemos y nos enseña a usarlo como progreso espiritual.
Considera los efectos cerebrales, con la mirada del científico, de la meditación y su entrenamiento mental.
La consideración de su felicidad fue el resultado de un estudio al que se sometió voluntariamente, llevado a cabo por la Universidad de Wisconsin-Madison, que duró tres años.
Trabajó antes de abandonar el mundo de los fenómenos, para vivir como monje budista, en el Instituto Pasteur, de Francia, bajo las órdenes de Francois Jacob, Premio Nobel, en su área, genética molecular. En 1972 obtiene su doctorado y allí se concentra en el estudio y práctica del budismo.
En cuanto a su padre, Jean Francois Revel, fue un filósofo contemporáneo, fallecido en 2006. Este fue primeramente marxista, ideología que abandonó para constituirse en defensor del liberalismo democrático.
En su juventud participó en la lucha contra la invasión nazi llevada a cabo por la Resistencia.  Fue además periodista, y autor de varias obras: El Conocimiento Inútil, Ni Marx ni Jesús, El Monje y el Filósofo (ambos en diálogo padre e hijo), que se convirtió en record de ventas y traducciones. Impartió clases de filosofía en Argelia, y adherente ferviente del Libertarismo. Curiosamente o no, fue hasta el fin, queremos creer, profundamente ateo.
Así como en entradas anteriores, hemos abordado diferentes temas relacionados con el budismo y la meditación, quisiéramos dejar algo sobre el Libertarismo.
Basada en los postulados del filósofo John Locke, para quien el estado de naturaleza de los seres humanos es la libertad y la igualdad entre sí, el libertarismo es una filosofía aplicada a la política y la economía, según la cual existe una vigencia suprema de libertad individual, el derecho que tiene el individuo sobre sí mismo y cuyo límite es el derecho ajeno.
Toda acción humana es el resultado de pactos voluntarios y el no cumplimiento de esto es lo único que justifica el empleo de la fuerza: principio de no agresión. En cuanto a su relación con la economía, sería la economía de libre mercado, la manifestación de esta corriente de pensamiento. Esto, está basado en una ética de responsabilidad individual.
Se pone al servicio militar obligatorio, a la regulación social por parte del estado, entre otros postulados.
Fue utilizado el término Libertarismo como sinónimo de ser Anarquista.