domingo, 30 de marzo de 2014

LA PATRIA DEL LOBO


Esta mañana sentí la imperiosa necesidad de salir a caminar bajo la lluvia. Dejé a  parte de la manada buscando el sustento diario y me alejé. En solitario mis ideas de lobo se aclaran un poco, sobre todo cuando gracias a la civilización, se nos ha ido empujando cada vez más....hacia bordes insospechados para nosotros. Lo que antes era un horizonte limpio y bien dispuesto a ser explorado, ahora ha tomado la forma de mi patria actual, a la que, uno de los nuestros llama COÑOURBANO. Creo que tiene mucho sentido, ya que describe tanto la geografía  como la característica de sus habitantes. ¿Acaso el coño no es nuestro común origen?....
Se ha vuelto un lugar peligroso, sobre todo para los lobos que paseamos en solitario. Mi pensamiento era, no lo niego, en esta desolación que no es la de antaño, pueden aparecer uno o mas lobos que sean más hijoputas que yo....
Así y todo, enfilé hacia cierto camino poco transitado, que corre paralelo a las vías del tren. Mis patas no son las de antes, así que, debo poner especial atención a la mezcla explosiva que puede ser el barro y el cemento liso o las piedras sueltas que hacen las veces de rodillo... mi manada sabe, porque esto lo hemos tratado, que todo lo que puedo esperar si me fracturo, es una muerte piadosa. En confianza le llamamos al tema "dardo y veterinario"....
De pronto delante mío diviso una vieja loba renqueando, más vieja pero no tanto, en realidad no renqueaba, se balanceaba por el impulso de la presa que llevaba, seguramente a su cueva y destinada a ser compartida por su seguramente famélica familia. Los lobos, casi siempre estamos con hambre, por eso, casi siempre estamos caminando y al acecho. Pensé: "Otra solitaria", pero ésta había estado cazando... Ni que decir tiene, cómo se asustó cuando oyó mi tranco apurado, detrás de ella. Ella también sabe que el Coñourbano tiene lugares ideales para la emboscada de los otros depredadores. La tranquilicé, adelantándome y superándola, aunque para ello tuve que meterme derrapando en el barro.
Más adelante me crucé con varios perros, quienes se mostraron amigables, cosa rara, sabida es, la inquina que nos tienen. Sus dueñas parecían confiadas y muy satisfechas de lo sociables que se mostraban sus mascotas, con un ser hosco como yo. Incluso una de ellas me pidió disculpas por lo cerca que estuvo el bicho. Los lobos reímos también, así que por toda respuesta le largué una carcajada de comprensión. No me interesan las monerías de las mascotas. Son tan o más interesadas que nosotros por el alimento, aunque para ello tengan que usar esos ridículos trajecitos....y soportar miles de humillaciones como ser transportadas en bolsas adornadas con pompones y otras cursilerías por el estilo.
Empecé a sentir hambre. ¡Qué lejos me pareció mi lugar! Mi estómago empezó a hacer ruidos y ¡ cómo estaría que al sentir el olor a una panadería cercana, se me llenó de agua la boca!....
Hilosdepiedra.