martes, 1 de abril de 2014

¡ATRAS, CERDO!


Algo de Michel Onfray, de quien publicamos  en entradas previas.
Según este pensador, las religiones monoteístas tiene un común denominador: la gran cantidad de prohibiciones que manifiestan.
Sobre todo en el rubro alimentación. Estas prohibiciones no parecen haberse detenido en el fruto prohibido sino que avanzaron, redoblaron la apuesta. De esta manera, a mayor número de prohibiciones, mayor la probabilidad de cometer error, por ende, mayor la culpa. Verdaderas codificaciones acerca de maneras de comportarse, de llevar a cabo ceremonias (ritos), etc.
Manifiesta que Islam, significa sumisión, y la obediencia es la cualidad paradigmática de las religiones monoteístas. 
Obviamente que el Dios invocado por estas religiones, no tiene precisamente voz, por lo menos audible en la actualidad. De modo tal, que lo hace, a través del clero correspondiente.
Especie de "exégetas" de los Sagrados Textos, cual es su acepción, los sacerdotes son los portavoces del mensaje divino. 
Refiere que para los judíos, Dios siente "repugnancia" por los animales que no poseen aletas, o tienen exoesqueleto, que está prohibido para los cristianos comer carne en Viernes Santo, o por lo menos deben evitarla, reflexiona, con sutileza, "día célebre por su exceso de hemoglobina";  incluso los musulmanes se cuidan de no saborear la morcilla....
Pendientes de lo lícito, lo ilícito, nada queda liberado a la interpretación.
También ha tenido su lógica, la prohibición de entrar en contacto con aquello que esté ligado al fenómeno de la descomposición. Cadáveres humanos, de animales, enfermedades contagiosas incluidas las de transmisión sexual, la lepra, etc  en general han sido proscriptos con causa.
Plantea la casi universal concepción que el cuerpo humano es impuro, por el simple hecho de ser.
Cree que hay una verdadera obsesión por purificarlo todo. Se especula, por ejemplo, que el odio al cerdo, además de enfermedad como la triquinosis, podría deberse a que come basura, o porque fue un animal emblemático de las legiones romanas. El odio al perro, por las enfermedades, rabia incluida que éste transmite....
La condena del alcohol, podría estar relacionada, con sus efectos, habida cuenta que el clima de estas regiones es cálido, lo que podría inducir a ingesta descontrolada. 
El tema de la purificación corporal acorde a determinado ritual, está especificado, así como el orden que ha de seguirse en las numerosas abluciones.
Hilosdepiedra:  Esto nos parece similar al orden del lavado de manos y antebrazos del cirujano. Ambos tienen su motivo. El que en un caso esté el infierno de por medio, nos suena razonable. ¿Cómo evitar la contaminación en ambos casos?. Con el calor del desierto, la proliferación bacteriana, no es un chiste. Cada uno puede irse al infierno, el descuidado camellero, al infierno literal, el cirujano, al infierno de la infección del paciente, la sepsis, sus graves complicaciones de final incierto y ominoso. 
Humildemente, preferimos el primero....