sábado, 5 de abril de 2014

EL LOBO DEL CONURBANO: PASADO POR AGUA...


A pesar de estar plenamente consciente de las miserias y limitaciones propias de un lobo de mis años, me largué debajo de un diluvio, calles abajo o arriba, daba igual, por ésta, mi patria. No es que no estuviera atento a las características eléctricas de la tormenta (aún persisten los relámpagos y los truenos) sino que  recordé  la frase que merodeó por la mente de mis ancestros y que ahora lo hace por la nuestra: "Tenemos que salir a buscar nuestro sustento bajo la lluvia, en pleno invierno o bajo un sol abrasador, todos dependen de nuestra habilidad como cazadores, los más ancianos, los cachorros, nosotros mismos, ¿Por qué no hemos de hacerlo por pura diversión?
 No obstante, me imaginaba transformado en un verdadero pararrayos lobuno, el pelo erizado, incandescente, ascendiendo a los cielos como una copia grotesca y lumínica de Mary Poppins....La edad tiene esas cosas además de todo, una prudencia excesiva que prolonga innecesariamente nuestra vida de lobo...
Estas calles en las que ahora me "sumerjo", antiguamente, aún en pleno aguacero, permanecían húmedas con los justo, buenos drenajes, vaya uno a saber...Tal vez sea este invento de colocar "lomos de burro", verdaderas "cebras",  lo que obliga a las aguas a abrirse paso como suelen hacerlo las aguas, desde siempre y según su costumbre, por donde es más fácil. O ¿sera la causa de este anegamiento, la botella de plástico que pasa flotando frente a mis narices y que irá a encajarse en algún sumidero?....Los ingenieros sabrán...¿sabrán?...
Cuando quise acordar, estaba dando vueltas en redondo, tratando de hallar un paso un poco más elevado que me permitiera apoyar la pata, ya he comentado que con la edad mis ligamentos se han ido aflojando y todo eso... 
En el interín, levantando verdaderas olas de agua, los todoterreno, arremetían ausentes, cruzaban las hondonadas y cunetas  cubriendo de agua lodosa al que se hubiere cruzado a su paso, los humanos  chorreando agua y mirando para atrás, sin capacidad de reacción. No me extraña, porque por suerte para nosotros, la mayoría de ellos solo atina a huir en nuestra presencia y se han hecho lentos de reflejos para las situaciones amenazantes. 
No me importó  nada de todo eso, después de todo, había salido por el placer de salir, tampoco iba a amargarme por no poder saltar sobre el capó, como hubiera hecho antaño, aunque sólo sea para ver la cara de miedo del que iba manejando...por ese  olor del miedo ajeno.... que nos preparaba para  saciar el hambre que nos acosaba de continuo....Ahora, lo haría sólo para evocar cómo era aquello....
Disfruté el pequeño momento en que me cruzó el Audi A5, blanco reluciente, que con un corto bocinazo, saludó a un custodia, como advirtiéndole de su salida, y éste apuntó el pulgar para arriba. "Tranquilo, todo en orden, parecía decir con este gesto"....Si supieran...
Pensé: "pobre hombre, es un trabajo, como cualquier otro,  a lo mejor está muy agradecido a la vida o a quien sea, por haberlo conseguido. Así tenga que levantarle el pulgar a este otro que ni idea de estas cuestiones tiene, pero que sabe que el custodio en su trabajo pende de un hilo si no lo hace bien, ignorando que él también pende de un hilo, en otros aspectos, como todos, ¿no?"...
Al pasar por un  puesto de diarios, el encargado le pedía a una mujer que le acercara de regreso el diario que por error le habían dejado, y que ella había tenido la deferencia de avisarles. Chorreando agua, ella trataba que entendiera que no había pensado llegar hasta allí. Se ve que la había llevado el agua como a mí...
Puesto en perro, el hombre seguía insistiendo....
¡No!, si después de todo...¡van a salir teniendo razón los dueños de los todoterreno!...