domingo, 27 de abril de 2014

PUESTOS A SOÑAR


(PUBLIMETRO)

El surrealismo, tiene su correlato en la obra de Freud. "No hay capítulo en la obra científica de Freud que no tenga su duplicación en el superrealismo: la represión de la sexualidad y su exteriorización, en forma disimulada o en forma sublimada, los sueños simbólicos, el flujo automático e incontenido de imágenes e ideas, los "complejos", el mismo proceso o tramitación de un psicoanálisis. No hay apenas más en los suprarrealistas, y todo ello está en Freud".
La escritura automática es, en definitiva "la trascripción de los sueños", en nuestra modesta impresión. Como una taquigrafía, según el estilo de cada autor.
Por medio de esta escritura se salvaban los distanciamientos de los términos opuestos: sobretodo de la así llamada "razón versus locura".
Esto, nos parece quedó zanjado, y más aún la dupla "sueños-realidad", así la podríamos escribir sin guión. Sueñosrealidad.
Pintura y escritura serían el vehículo por el que se abre el inconsciente de su autor.
Casi siempre presente la irrealidad, como el fondo de toda obra.
Carentes de toda lógica, fueron introducidos los llamados "juegos superrealistas" donde varias personas dibujaban sin saber qué hacía su compañero; frases donde se mezclaba lo con sentido y lo disparatado. La intención es la que hemos tratado antes, la de subvertir la realidad de este  mundo. Acuñan lo mágico, lo sobrenatural, acechando cada instante del transcurrir de la existencia. 
Para Breton, el camino hacia lo mágico sería el amor, arrebatado no reflexivo, apasionado, mezclado con toques de esoterismo, recreando claves herméticas, profundos misterios, cierto ambiente donde se respira lo medieval y oscuro.
Tiene frases que describen muy bien esta, su búsqueda: "La recuperación total de nuestra fuerza psíquica, mediante el descenso vertiginoso en nuestro interior, la iluminación sistemática de los lugares ocultos y el oscurecimiento de los demás"....
Sobre él, mal que le haya pesado, tal vez, ha tenido influencia todo un mundo oscuro de castillos y túneles.
A quien no debemos soslayar y que fue uno de los grandes inspiradores de estos movimientos: Mircea Eliade. Rumano por nacimiento, filósofo fallecido en 1986, el gran historiador de los Mitos y las Religiones. A su vez inspirado por otros intelectuales y pensadores, como Surendranath Dasgupta con quien tomó contacto en la India. 
Eliade escribió acerca de los sueños, las visiones y los mitos. Quizá su aporte más valioso al superrealismo fuera su concepto de Hierofanía, o cómo un objeto es una expresión o puede llegar a serlo de lo trascendente.
Casualmente estos pensadores y el movimiento de Breton hacen hincapié en atribuirle el malestar a las sociedades actuales a la ausencia de mitos propios.
El único mito que reconocen como mito-colectivo o pseudomito, es la encarnación colectiva en un Estado fuerte y poderoso (Leviatán) que lo único que terminó haciendo fue someter más al hombre común, hasta casi aniquilarlo engendrando fanatismos de toda índole.
Imaginamos que Jung tampoco ha sido ajeno a toda las referencias mitológicas del superrealismo. Seguiremos buscando.