IMAGEN PERT. A HILOSDEPIEDRA. EL FRUTO DE LA CASTAÑA |
Maestro, me ha tocado mucho trabajo y estoy cansado, me duele la cabeza, pero sigo en la brecha, me empeño y triunfaré. Cuidado, hijo, que el triunfo para que lo aplaudan los demás no sirve de nada. No olvides que no es el hombre el ser supremo sobre la tierra sino el cerebro, y para su supervivencia éste sacrificará tu cuerpo sin dudarlo ni un minuto. Te mantendrá vivo en la medida que le sirvas solamente.
De: Cuentos Zen para la Vida Diaria y los Negocios. Mariano Merino.
Una de las actividades que más energía consume en el cerebro es pensar en cosas "nuevas". Un planeta compuesto sólo por humo y vidrio molido....
El cerebro, por ahora, es la fábrica de las ideas.
Según Kandel, Premio Nobel de Fisiología y Medicina, 2000, la intuición y el análisis trabajan juntos en todos los modelos de pensamiento.
De esta manera, como antes se ha mencionado, todo lo que sea recuerdo y aprendizaje van conformando un modelo dinámico a lo largo de cada jornada, combinándose.
Por lo general, una idea "nueva" acerca de algo, es el producto de la combinación "azarosa" de ideas pre existentes.
Así sucede cuando escribimos, barajamos frases, las combinamos, las cambiamos una y otra vez hasta que surge aquello que es original.
Cuando manipulamos imágenes, les damos vueltas y las acomodamos, o las desacomodamos y el resultado puede ser algo muy diferente de los primitivos ingredientes de los cuales partimos.
Cuando probamos "pensar" luego de una sesión de meditación, pareciera ser que las ideas que surgen, lo hacen en forma más pausada, más ordenada. Sobre todo si la jornada laboral nos ha sumergido en una vorágine, en la que apenas podemos tener una idea completa, sin que sea empujada como las olas del mar agitado, por otro torbellino de ideas ruidosas, automáticas algunas, vacías, que construyen una especie de red de interferencia, verdadero caos.
Parece ser, que cuando el cerebro está más "relajado", el contenido ideatorio es más creativo.
Si uno se fija, la mayoría de los pensamientos cotidianos están referidos a una abrumadora cantidad de ideas repetidas.
Así como los bocetos de una obra, son muchos hasta que ésta parece "brotar" de aquellos, los pensamientos que "apunten" en una determinada dirección, sin mediar juzgamiento, y que posiblemente produzcan una idea creativa....
Sería, una especie de "brainstorm" (tormenta de cerebros) pero de una sola persona.
Para esto vamos a necesitar un espacio (silencio) y un tiempo (durante el cual no seamos interrumpidos).
Según Bachrach, algunas empresas innovadoras proponen generar cien ideas en una hora como una estrategia de cantidad/tiempo, en la producción de lo que sea.
Propone pensar y escribir, por ejemplo, cien funciones que pueda tener un ladrillo.
El disponer de papel y bolígrafo constituye un soporte invalorable a la hora de "crear".
Desde el papel se pueden "abrir" perspectivas que ni soñamos cuando "tirábamos" las ideas al aire y parecían esfumarse en la más completa nada, sin registro.
Creemos, que hasta los dibujos "locos" ayudan a visualizar nuevas ideas.
Otro ejercicio interesante para ayudar a producir ideas "creativas" es fabricar historias a partir de determinadas palabras.
Eligiéndolas al azar, combinándolas.
En lo personal, observamos, que asomarnos a la mente de otro a través de sus dibujos, su pintura o escultura, más que lo que escribe, ha producido en nosotros, como un "reacomodamiento" del contenido de alguno de nuestros pensamientos.
Nos hemos sentido "enriquecidos" al contemplar los relojes que "chorrean" de Dalí. Nos abre la idea que el tiempo puede ser así, viscoso, ondulante, fragmentado en cierta forma, acomodaticio, maleable.
Los desiertos son muy "nutritivos" y productores de ideas locas, algunos cuadros de Aizemberg y tantas otras obras que nos sirven de disparador....
De todo ésto surge lo importante que es tener la mente dispuesta a concentrarse en el mundo que se nos ofrece a través del arte.
Sobre todo aquellas ideas que pertenecen sólo al artista y que por más vueltas que se le dé, nunca llegaremos a apropiarnos de ellas.
Esas ideas ajenas, justamente, en nuestra experiencia, van a ser las más enriquecedoras y productoras de quién sabe qué nueva idea.
Tal vez, nunca inventemos nada. Es lo más probable. Pero aún así, la percepción de las cosas de este mundo va a ser más profunda, más gratificante....
Hilosdepiedra.