lunes, 5 de mayo de 2014

MISTERIOSOS MUNDOS


Alberto Rojo, a quien mencionáramos en entradas anteriores, es Dr. en Física, egresado del Balseiro.
En uno de sus libros, nos acerca el concepto de "sanación cuántica" en alusión a lo vapuleado del término y utilizado para conseguir "clientela". 
Según la nueva física, el electrón sería a la vez  onda y partícula, así como los protones,elementos que componen nuestros cuerpos, además del resto de los fenómenos que nos rodean.
Para nuestra intuición, captar esto es casi imposible. Es una paradoja que supera nuestra comprensión de la así llamada realidad.
Aparentemente, el electrón no es ni onda ni partícula. El mundo cuántico lo define así para utilizar una analogía comprensible. 
En realidad es algo distinto, manifiesta el científico y además, tendremos que admitir la posibilidad que ese electrón esté simultáneamente en muchos lugares. Agrega, en infinitos lugares. 
Esto, que todavía dice ser tema de debate, es un desafío para nuestra mente corriente. Lo que le agrega, para nosotros "ese toque de pasión", es que cuando el electrón en cuestión entra en contacto con algo "macroscópico", algún indicador visible, o (aquí lo asombroso) "la mente del observador que registra los resultados del indicador", deja de estar en muchas partes para cambiar de estado e ingresar, por así decirlo, al estado de "objeto macroscópico". (Algo hemos comentado alrededor del experimento llamado del "Gato Cuántico"). 
Lo interpreta, el autor como que el estado "macroscópico" lo "obliga" al electrón a pasar de su existencia en "varias copias" de sí mismo a la "unicidad mundana" y existir en un lugar definido. Esto es una propuesta de tipo analógica, como podemos suponer.
El autor expone la tentación de llevar este ejemplo dado a una tierra de nadie conceptual, por medio de la extrapolación. Continúa Rojo con el planteo inquietante: decir que una medición altera el estado del electrón es una cosa, pero que  nuestra mente lo haga, ya entra en un territorio en el que la conclusión parece inevitable: "nuestra mente es capaz de alterar la realidad del mundo cotidiano", quizá lo sea pero no por los mecanismos de la física cuántica. 
Aunque la enigmática física cuántica no ha sido capaz todavía, de explicar el mecanismo de interacción mente-cuerpo, a través de sus postulados, en referencia cómo podemos afectar al mundo que nos rodea, algunos no han dudado en acuñar el término y asociarlo a múltiples propósitos, económicamente muy rendidores.
Todos aquellos que utilizan la explicación "cuántica" para "vender" sus métodos de presunta sanación, ignoran que hasta ahora la explicación es una falacia.
Rojo lo atribuye a que el lenguaje de la física es ambiguo y de uso cotidiano prestándose a la utilización masiva. Así, utiliza términos como onda y partícula, fuerza y energía, para "describir un mundo que no entendemos del todo"....