lunes, 12 de mayo de 2014

LA SERPIENTE TANTRICA


Para estas corrientes filosóficas, tántricas, la llamada "realidad absoluta" encierra un estado de "unidad absoluta". Este estado "perfecto", como en otras creencias que se han descripto, se rompió cuando se produjo la creación. A partir de aquí, toda la existencia se verá condicionada por la dualidad. En la India, tuvo el tantrismo su principal desarrollo.
Siva y Sakti encarnaron esas dos polaridades. También el budismo acuña esta percepción y en la dualidad se originan el sufrimiento, la ilusión en definitiva lo que llaman "esclavitud". El Tantrismo se propuso unir las dos esencias representadas por Siva y Sakti.
Sakti, en la piel de una serpiente dormida la que conocemos como Kundalini. Yace en la base del tronco. A través de las técnicas específicas para despertarla, empieza a subir a través de los chakras o centros energéticos y en la base del cráneo, habitáculo de Siva, se reúne con él .
Con esta unión, el yogui se transforma en una especie de andrógino.
Se encontrarán múltiples ejemplos en que es necesario unir los contrarios: la Luna y el Sol que serán simbolizados de diferentes formas.
Para los budistas, la paradoja es que no hay Nirvana sin Samsara. Se entiende por ésta última la rueda de nacimientos y muertes. Al evolucionar, luego de las reencarnaciones se alcanza el estado de unidad absoluta con la Verdad o Nirvana. Ciertas escuelas tántricas sostienen que la unidad se obtiene a través de la unión sexual masculino y femenina. Cuando esta unión es lograda, se alcanza el estado de trascendencia. Se interpreta que el yogui que logra ésta unidad, logra alcanzar el estado primordial, la unidad inicial, antes de la creación.
Las llamadas orgías rituales fueron una forma de abolición de los contrarios.
La trascendencia a que se ha hecho alusión, alcanzada por el yogui, simboliza la liberación de éste, del sometimiento a las leyes de la muerte y el nacimiento. Es la forma en que éste conoce al fin la libertad. El no estar ya más condicionado por los opuestos es la expresión que mejor simboliza la libertad absoluta.
Esta forma de "trascender o superar los opuestos", tiene que ver con el empleo de los koans a los que hemos hecho mención al tratar el Zen. 
Toda esta superación de los opuestos, se ha simbolizado con el niño jugando con la serpiente y la convivencia del león y el cordero. Es una manera de recuperar el paraíso perdido. ¿En qué lugar habría de darse estas imágenes sino es en el Paraíso?. No parecen ser de este mundo.
Este Paraíso es un "mundo paradojal", por fuera de la tensión y el conflicto constante que caracterizan a este mundo.
El significado que se le atribuye a todo el conjuntos de mitos y creencias que apuestan por la recuperación de la unidad, sería la de expresar la disconformidad del hombre con su propia condición.
Sería también la expresión de una nostalgia por esos "paraísos perdidos", esos mundos paradojales.
El misterio de la totalidad y su añoranza parecen formar parte del drama del ser humano.
Este misterio va expresarse en el plano artístico y cultural. Goethe y Balzac fueron de la partida.
Comentario sobre la obra de Mircea Eliade, Mefistófeles y el Andrógino.