miércoles, 21 de mayo de 2014

¿BAILAMOS?


Rastreando una definición de Arquetipo, término muy utilizado por los Antropólogos, Historiadores de Religiones, y obviamente, psicólogos junguianos, es que volvemos a ésta que ya hemos expuesto en este blog. Nos parece bastante esclarecedora aún para aquellos que no somos especialistas.
La hemos extraído de un texto de un autor de quien se dice que sus escritos "pertenecen a la tercera generación de ideas jungueanas", Robert A. Johnson.
Arquetipo, pues, son "estructuras innatas y heredadas -las huellas dactilares psicológicas, podríamos decir- del inconsciente que compartimos con todos los seres humanos y terminan prefigurando nuestras características, nuestras cualidades y nuestros rasgos personales". "Los arquetipos constituyen, pues, las fuerzas psíquicas dinámicas del psiquismo humano". "El proceso de análisis junguiano implica la creciente toma de conciencia de la dimensión arquetípica de nuestra existencia.
Según el Diccionario Crítico del Análisis Junguiano, "los dioses son METAFORAS de conductas arquetípicas y los mitos son actualizaciones de los arquetipos".
En su obra "El Mito del Eterno Retorno", Mircea Eliade, escribe el capítulo "Arquetipo de las Actividades profanas", donde hace referencia, entre otras cuestiones humanas, al origen sagrado universal de la Danza. En un principio, fueron conformando una coreografía del "animal totémico" o emblemático. Así, nuestros ancestros copiaron el andar, los gestos, los movimientos del oso por ejemplo. Esto debió tener varios fines, el apropiarse de cualidades del animal en cuestión, en impetrar a los dioses la multiplicación del mismo con el fin de asegurar la supervivencia del grupo, a través del alimento y el abrigo con su piel. Los tipos de danza y los diferentes contextos fueron cambiando o agregándose, como las danzas guerreras, la honra de los difuntos, el deseo de "apaciguar" o mantener el orden en el Cosmos. Fueron incorporados elementos a los pasos de baile, como instrumentos ceremoniales etc.
El autor sostiene que la danza también tendría una  finalidad "recordatoria" como la recreación de un mito y que "siempre es un acto arquetípico".
Siempre es evocadora, siempre se repite. Se nos ocurre, para defender al hombre de la pérdida de sus recuerdos más tempranos como comunidad. ¿Cómo narrar de generación en generación los combates más sobresalientes, o la muestra de heroicidad sin recurrir a la danza? Creemos que la imagen, tanto entonces como ahora posee mucha más fuerza que la transmisión oral. Esto también tiene que ver con que la danza integró la mayoría de las ceremonias de iniciación, sobre todo la de índole militar. Adquirió de esta manera una función de entrenamiento. También los mitos se abrieron paso en el "argumento coreográfico", se describen danzas nórdicas cuyo "prototipo mítico" era dar muerte a un monstruo tricéfalo", por parte de los guerreros.
Entre los asirios y babilónicos se imitaba el  sacrificio primordial cuando tuvo lugar el nacimiento del mundo, repitiendo este sacrificio toda vez que se construía un puente o algún otro tipo de obra, reeditando la creación del mundo.
Se hizo extensivo el conjunto de ceremonias hasta para la adjudicación mágica a cierto tipo de plantas. De nada serviría si no hubiese sido tomada por un dios la vez primera, su valor tenía que ver con su esencia arquetípica, sin consagración, no tendría poder alguno. Siempre lo sagrado y misterioso rondando cada acto humano por sencillo que parezca.
Los anglosajones aún en el siglo XVI, no dejaban de pronunciar las fórmulas de encantamiento que hacían de una planta profana algo con propiedades medicinales.
Se hace mención en la obra a las propiedades curativas de la Verbena, la que por vez primera fue encontrada en el Monte Calvario en el tiempo en que Jesús fue crucificado y en "aquel tiempo" significaba el momento  "el momento cósmico preciso", habiendo sido usada la tal planta para aplicársele en el costado al mártir. Allí se conjugaban, creemos, los elementos "indispensables" del conjuro donde se evocaba: un lugar (sagrado para la cristiandad), un tiempo (aquel cuando sucedió la crucifixión) y una acción: curación de heridas sangrantes. La convergencia de estos factores, hacían muy efectiva su repetición y "reforzadas" por fórmulas de encantamiento.
En la India, Varuna, la divinidad, recupera su potencia sexual al ponerse en contacto con una hierba (Feronia Elephantum) o Kapitthaka, así que su recolección ritual tiene el trasfondo mítico necesario para asegurar éxitos posteriores.
Para unos la efectividad del poder curativo es por haber estado en un lugar sagrado por vez primera, para ambas por haber curado a uno de sus dioses...
Tanto el arte, como la orgía dionisíaca, ambos actividades humanas, tiene en común ser la recreación de actos ya realizados por los dioses. Lo que propuso Tomás de Aquino, es la de imitar a Dios tanto como se pueda. Para todos los pueblos antiguos es válida esta observación: la de "imitación" de los dioses. Los hombres han repetido los gestos divinos hasta el hartazgo. No solo eso, los dioses también enseñaron a fabricar y utilizar los instrumentos de labranza, los musicales, las armas, las naves etc. Han estado presentes de un modo u otro en todas las actividades humanas. 
Desde entonces, no hemos dejado de bailar, ni hemos olvidado a Viracocha...Hilosdepiedra.