miércoles, 8 de enero de 2014

CANNABIS

Conocida desde hace cerca de 4000 años, su uso con fines de incrementar sensaciones individuales placenteras, postulado su empleo con ciertos fines terapéuticos, se ha revisado recientemente actualizándolas, las ideas que rodean esta sustancia.
Se ha acentuado el aura que tiene en la actualidad a expensas de otros efectos que aún permanecen en la sombra para el común de los usuarios.
Se han observados cuadros de paranoia, reacciones psicóticas de hasta semanas de duración, alucinaciones visuales.
Uno de sus componentes, el cannabidiol, no obstante parecería tener efectos ansiolíticos e incluso antipsicóticos.
En su administración aguda, se han observado alteraciones de la atención.
Los resulatados serían dispares, aparentenemente dependiendo de la edad de consumo. Los adultos que iniciaron su consumo antes de los 16 años, tuvieron dificultades atencionales en tareas que la requieran atención focalizada.
Aquellos pacientes que tenían ya una psicosis grave  y han continuado fumando, han tenido peor evolución, que grupos de control sin consumo, aimismo, los que continuaron con el consumo, han debido sufrir mayor cantidad de hospitalizaciones, y peor funcionamiento psicosocial cuatro años después del estudio.
Andreason y col. estudiaron 50 000 varones suecos, detectando que los consumidores, tienen más del doble de posibilidades de padecer esquizofrenia, en los 15 años posteriores a su consumo. 
Tratando de aclarar cómo sería el mecanismo de producción de cuadros psicóticos: los pacientes psicóticos, tendrían mayor concentración de un neurotransmisor, llamado Dopamina, la cual produce una excesiva preocupación por los sucesos cotidianos, ante estímilos banales, una excesiva atención y la presencia de ideas obsesivas que a veces la acompaña (hiperprosexia). El cannabis produce aumento de la descarga de Dopamina, por lo cual se producirían los síntomas psicóticos.
Estos cuadros observados, tienen variaciones individuales, ya que hay sujetos que son más proclives que otros a sufrir estos cuadros.
Todavía es necesario efectuar más estudios, sobretodo genéticos con respecto a las poblaciones en estudio que puedan o no tener tendencia a padecer psicosis dependiente de mecanismos genéticos, a pesar de los ya hechos por Henquet y cols. y Caspi y cols. 
También hay estudios epidemiológicos que mostrarían que uno de cada nueve consumidores cumple criterio a esta sustancia.s de dependencia, así como inducir a tolerencia como otras drogas adictógenas. Es interesante observar que no se ha demostrado "síndrome de abstinencia" esto sería debido a la lenta eliminación del organismo, lo que evitaría el descenso brusco de niveles de sustancia.
Ese aumento del neurotransmisor Dopamina, debido al consumo de cannabis, parece ser la clave de su adictividad.
La mayor parte de las personas que consumen drogas, refieren que se iniciaron a través del cannabis, más que por el alcohol o el cigarrillo. Como si fuera una "puerta de entrada" al resto de sustancias tóxicas. También parecería que el consumo de cannabis, y otras sustancias tóxicas, se observaría en individuos que tienen personalidades tendientes a conductas de riesgo. En un estudio efectuado por Christchurch, analizando el consumo secuencial de tóxicos, observó que el uso precoz de cannabis (15 a 21años) se asociaba a mayor riesgo de abuso y dependencia de otras drogas, independientemente de la situación sociofamiliar.
En medicina, aún existen controversias sobre sus usos terapéuticos, por otros cuadros surgidos a partir de su administración. Existen cuadros que están en estudio por mejorías observadas, como el Síndrome de la Tourette, el glaucoma, obesidad etc. El problema es que se han observado aparición de cuadros depresivos y tendencias suicidas, por lo que el estudio de los "receptores endocannabinoides" es un campo aún no muy conocido.
El uso social del cannabis, se ha ido incrementando en el mundo, actualmente se considera que el 4% de la población mundial la consume. Principalmente en forma de hierba o resina, la producción mundial se ha incrementado a expensas de la forma de resina.
Hay variedades de cannabis que pueden adquirirse en la calle, que son más potentes, como las llamadas sinsemilla, o skunk, procedentes del cultivo doméstico.
Sin avanzar en el sustrato bioquímico de los receptores, se puede decir que el principal componente psicoactivo del cannabis es el Tetrahidrocannabinol, que actúa a través de un receptor que se halla diseminado en el sistema nervioso, de ahí los diversos efectos observados, así como están presentes en la médula espinal, de allí sus efectos analgésicos.......
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Es necesario continuar...

De: Cannabis, la mente y la sociedad: las realidades del hachís.
Autores: Gonzalez, Manuel, Martínez, Covadonga, Murray, Morrison, Henquet, Di Forte.
Nature Reviwes. Neuroscience.
De: Aperturas en Psicoanálisis.



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