Karl María Wiligut (1866-1946) conocido como el Rasputín de Himmler, ejerció esa influencia personal. Supuestamente estaba en posesión de una memoria ancestral y de podre evocar en raptos de inspiración, las tradiciones germánicas arcaicas, se convirtió en el mentor favorito del Reichsfuhrer-SS Heinrich Himmler. Estuvo a cargo de las investigaciones prehistóricas de la SS. Consultado por su jefe acerca de un variado rango de cuestiones, su influencia se extendió hasta el diseño del TOTENKOPFRING, el anillo con el sello de la calavera usado por los integrantes de la SS, la concepción del Wewelsburg como castillo de la orden caballeresca de la SS y la adopción de otras creencias concebidas para para concederle un aura tradicional a la ideología elitista de pureza racial y conquista territorial de la SS.
Otros conceptos místicos y ocultistas rodeó, aparentemente y fue el sustrato oscuro del nazismo, como la ciudad de Agartha.
Esta ciudad, fue descripta por Josph Saint Yves d`Alveydre (1842-1909). Este autor describió la ciudad como una Teocracia que guiaba el curso de la historia mundial. Había dicho recibir telepáticamente mensajes desde el Himalaya, en el Tibet, de Iniciados.
Otro personaje, Ferdynand Ossendowski viajó de Siberia y Mongolia luego de la Revolución Rusa, dió algo de credibilidad con su versión de las creencias locales tibetanas que hacían referencia al reino subterráneo de Agartha donde gobernaba El Rey del Mundo con poderes sobrenaturales que podían desencadenar la destrucción de la humanidad y cambiar la superficie del planeta.
En su novela The Coming Race ( La próxima raza) (1871) Sir Edward Bulwer-Lytton, atribuye este poder a una raza subterránea de hombres, los VRIL-YA, físicamente muy diferentes de los humanos. Los poderes incluían la telepatía y la telequinesis.
Esto fue tomado por Louis Jacolliot, el cósul francés en Calcuta en el Segundo Imperio.
Mme. Blavatsky, tomó esto para escribir Isis unveiled (1877).
Este Vril, era entendido como un reservorio enorme de energía dentro del organismo humano, inaccesible para los no iniciados. Los dueños de estos poderes ejercen un dominio absoluto sobre toda la naturaleza.
Hay escritos que sostienen que el Nazismo creía en tales ideas, así como en la civilización de Thule, y Karl Haushofer y sus teorías.
Se creía que Thule había sido el centro mágico de una civilización desaparecida.
Dietrich Eckart y su grupo de seguidores, creían que no todos los secretos de Thule se habían extinguido. Seres intermedios entre el hombre y otros entes inteligentes del Más Allá, pondrían a disposición de los iniciados (los miembros de la Sociedad Thule), un reservorio de fuerzas que llevaría a permitirle a Alemania dominar el mundo...Sus líderes serían hombres que conociendo toda su fuerza, derivada de su propia fuente de energía en el cerebro y serían guiados por los Grandes del Mundo Antiguo.
Bajo la influencia de Karl Haushofer, el grupo adquirió en términos reales, la entidad de una sociedad de iniciados en comunión con lo Invisible y devino en centro mágico del movimiento nazi.
Toda esta literatura ha estado en boga en un período comprendido entre 1960 y 1975, ha dado origen a muchísimos libros relacionados con el tema de los orígenes ocultistas del nazismo.
Esta mitología ejerció una fascinación más allá de la mera diversión.
Algunos títulos: Uranio`s Children (1967) reeditada como Astrology and the Third Reich, Los magos del Norte, The Ocult Establisment etc.
De. Las oscuras raíces del nacismo. De: Nicholas Goodrick-Clarke.
El mito de los mundos subterráneos es tomado en el libro "El Rey del Mundo" (1927) cuyo autor fue Renè Guènon, conocido por sus inclinaciones hacia lo oculto.
Asimismo, esta atracción por el inframundo, puede tener sus orígenes en los diferentes infiernos (ver Historia de los Infiernos, entradas anteriores), como el Sheol hebreo, el Hades griego, incluído el tradicional infierno de las religiones monoteístas. Hilosdepiedra.