domingo, 26 de enero de 2014

ECOS DEL OTRO MUNDO

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Por tres veces soñó Randolph Carter la maravillosa ciudad, y por tres veces fue súbitamente arrebatado cuando se hallaba en una elevada terraza que la dominaba.
.....El misterio envolvía toda la ciudad como envuelven las nubes una fabulosa montaña inexplorada; ...Cuando despertó por tercera vez sin haber descendido por aquellos peldaños, sin haber recorrido aquellas apacibles calles en el atardecer, suplicó larga y fervientemente a los ocultos dioses del sueño que meditan ceñudos sobre las nubes que envuelven la desconocida Kadath, ciudad de la inmensidad fría jamás hollada por el hombre.....
Entonces, justo cuando iba a alejarse sigilosamente de aquella hoguera abominable, vió agitarse algo entre las sombras vagas, y oyó un sonido singular e inequívoco; era el amedrentado gemido de un gul, que un momento después se convertía en un verdadero alarido de angustia. Aún cuando se encontraba seguro oculto en la oscuridad de las ruinas, Carter dejó que su curiosidad se sobrepusiera  a su temor, y avanzó con suma cautela en lugar de retirarse....Allí, en torno a un fuego repugnante alimentado con los tallos detestables de los hongos lunares, estaban sentados en hediondo círculo los monstruosos batracios de la luna....De los labios de los gules brotó un grito espantoso y enloquecedor que expresaba todo el terror cósmico. El viajero sintió en el alma un frío como no había sentido jamás. Aquella silueta colosal y bamboleante que descollaba por encima de la cordillera era solo la cabeza, una doble cabeza mitrada, bajo la cual, con su terrible inmensidad, avanzaba a saltos por el desierto helado el cuerpo monstruoso al cual pertenecía....Su gigantesca figura era entre humana y de hiena, y al trotar, su par de cabezas tocadas con una mitra cónica se recortaba contra el cielo hasta media altura del cénit.
.....Y entonces el predestinado soñador saltó de aquella enorme abominación hipocéfala ....había recobrado el movimiento y, si quería, podía saltar del perverso shantak, que lo conducía fatalmente al destino señalado por Nyar lathotep....
Y así, a los acordes de los mil susurros matinales, a la luz inflamada del amanecer que teñía de púrpura los cristales de la gran cúpula dorada de State House, en lo más alto de la ciudad, Randolph Carter saltó gritando del lecho en su habitación de Boston......
.....Pero el tiempo del silencio había terminado: las olas le hablaban con un lenguaje sin sonidos ni palabras articuladas:" El hombre- que conoce- la Verdad está más allá del bien y del mal, entonaba una voz que no era su voz, El-Hombre-que-conoce-la-Verdad ha comprendido la identidad del Uno y el Todo. El- Hombre-que-conoce-la-Verdad ha comprendido que la ilusiónes la Realidad Unica y que la Sustancia es la gran Impostora".....

De: En busca de la ciudad del sol poniente, incluido en la obra:Viajes al otro mundo. Ciclo de aventuras oníricas de Randolph Carter. De: H.P. Lovecraft.