En su trabajo sobre el sacrificio humano tanto en México como en el Perú Antiguo, el Dr. en Antropología, Néstor G. Taipe Campos, reflexiona sobre las funciones que habría cumplido el sacrificio humano en estas culturas. Así entre los Méxicas, tendría una finalidad expiatoria, expone que hay teorías que interpretan una función "nutricia" del sacrificio hacia el Sol o la Tierra (morir sería una forma de fecundar la tierra). Señala, "comemos de la tierra pero la tierra también nos come". Aparentemente, las teorías que sostiene que hay una razón "demográfica" para llevar a cabo los sacrificios, manteniendo estable las cifras de población, estarían descartadas.
Los Incas ofrecían sacrificios cuando su Señor iba a la guerra, cuando enfermaba o moría. Interpreta que esto debió pasar con el cuerpo de "Juanita", hallado en Ampato, de doce o trece años, ofrendada a los dioses de las montañas (Apus), alrededor de 1466 en época del Inca Yupanqui, por la erupción del volcán Misti, entre 1440/50.
Los "acompañantes" de Juanita fueron hallados en el Pichu Pichu, Misti , Chachani, Sara Sara y otras montañas.
Junto a ella, fueron halladas ofrendas de orfebrería, cerámica, vegetales etc.
Juanita fue "la mensajera" con ofrendas para el Dios Ampato (Apu Ampato), y a través suyo, al Inti, el Dios Sol.
Sus acompañantes fueron un niño y una niña de ocho y doce años.
Ahora se sabría que la ceremonia de Capacocha, empleaba un niño y una niña como víctimas del sacrificio. En cuanto a Juanita, habría sido muerta por el golpe con una macana.
En cuanto a los hallazgos del Llullaillaco, de los tres niños descritos en entrada anterior, se acepta que éstos intercedían ante los dioses, para ahuyentar sequías o garantizar éxito en las cosechas (Ciencia y Salud, La Nación). También se supuso que los tres niños habían muerto por hipotermia. Nuevos estudios reunidos en un documental del National Geographic Channel, sugieren que el Niño, podría haber muerto por edema agudo de pulmón. Lesión que se ocasiona en las grandes alturas por diferencias de presión, y que los pulmones del Niño no habrían sido capaces de resistirlo. El paño que rodeaba la boca del pequeño, afirma la antropóloga Angelique Corthals, se halló empapado de saliva y sangre, sin señales externas de violencia.
El cuerpo fue estudiado, afirma el arqueólogo Christian Vitry, y no revela lesiones tomográficas (MAAM: Museo de Alta Montaña, Salta).
El Ingeniero Mario Bernaski (del MAAM), asegura que no se hallaron signos de apuñalamiento o quebraduras.
El Director del MAAM, sostiene que los pulmones no habrían soportado las diferencias de presión y temperatura, y el Niño, habría sido enterrado agonizando.
Las niñas, fueron enterradas bajo los efectos del alcohol y el análisis del cabello demostró concentraciones elevadas de coca. Mientras que en sus cuerpos la determinación para alcohol (Chicha) también habría sido positivo.
Señalan que los niños habrían sido trasladados desde Cusco (1600 Km) hasta la cima del volcán Lllullaillaco (Salta)..
En cuanto a la Doncella, presentaba una lesión cutánea en su pierna que se ha interpretado como Leishmania.
Esta afección, de climas cálidos, no es endémica en la Puna, por lo que se supone que habría pasado o provenido del área amazónica del Imperio Inca.
Los estudios dentales de los niños, muestran señales avanzadas de bruxismo (desgaste de piezas dentales por entrechocamiento o por sostenido apriete de dientes), que según el odontólogo Facundo Arias,"sería por stress", ya que aparentemente, sabían que iban a ser sacrificados, y "el fuerte stress les hacía apretar los dientes".
JUANITA |
Coincidiendo con lo que nos explicara un guía local, no juzgamos lo que no entendemos del todo. En un contexto cultural, en el que no nos es posible "introducirnos", si no tan solo asomarnos, nuestras pautas actuales, no tienen cabida como parámetros de comparación o entendimiento.