Párrafo aparte, merece un "hallazgo", para nosotros, (gracias al boca a boca y a la visita en la Web), que fue el Pajcha Museo de Arte Etnico Americano
No figura en el habitual circuito turístico. Pajcha, para algunos, en lengua Aymara significaría Dios del Tiempo.
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| MUSEO PAJCHA |
Pensamos, que, a pesar de ser privado y funcionando desde hace ocho años, (según se nos informó en el Museo), su existencia y actividades no han tenido la divulgación que podría esperarse en una ciudad grande, pero aún interconectada, como es la capital salteña. La visita se enfoca en la impronta que las diferentes culturas han dejado a través de técnicas en los textiles, cerámicas, pintura, orfebrería etc. legado que han pasado a las generaciones que les sucedieron en el tiempo a través de la América Andina hasta nuestros días.
Vimos con agrado los videos que hizo la Fundación Pajcha, de su valioso contenido y las visitas de niños de variada escolaridad, los que son un objetivo para que puedan aprehender y difundir lo que en definitiva es su acervo, y que les es brindado por medio de la experiencia sensorial directa: tocando, mirando, comparando, escuchando sonidos.
Estuvimos guiados por una persona conocedora que combinó equilibradamente, la información con la posterior observación más minuciosa y a nuestro ritmo, (cosa rara en las visitas guiadas).
Así, pudimos ponernos en contacto con una visión diferente del mero "muestrario". Se nos hizo partícipes de un enfoque fluido y continuo de las expresiones culturales de los pueblos originarios de América, muchas de cuyas técnicas se llevan a cabo en la actualidad, y no han cesado de transitar las diversas épocas.
La muestra abarca expresiones artísticas y sus diseños, los precursores (no nos gusta la referencia a "primitivos") y los actuales, aplicadas a la alfarería, el diseño textil, los metales como el cobre y la plata, en los ornamentos mapuches, por ejemplo, donde es posible apreciar un ajuar completo de este último metal.
El tejido incluyendo plumas, la pintura y escultura de acuerdo a los cánones de las diferentes escuelas, que se formaron con la Conquista Española y el arribo a América de artistas europeos, pueden observarse en estas salas. Nos informan que en ciudades pujantes de la época como lo fueron Cusco o Cuzco, Quito, Potosí, éstos formaron a los primeros maestros "originarios", quienes a su vez habrían transmitido sus conocimientos y técnicas a cantidad de discípulos.
De esta época, han quedado obras como los así llamados "Angeles Arcabuceros", una de cuyas colecciones puede contemplarse aún en la Iglesia de San Francisco de Paula, en Uquía, y de los cuales esperamos poder hacer un comentario y que en el Museo Pajcha es posible ver en reproducciones y en los libros cuidadosamente editados, que tratan el tema en detalle.
Bajo el mismo techo conviven los tejidos ancestrales y los actuales, así como la alfarería, la orfebrería etc., prácticamente sin cambios. Se incluye también para el visitante, la obra pictórica de una pintora Wichi, Litania Prado.
También nos fue dado observar (con la ayuda de una lupa), la expresión de sincretismo religioso como es una pequeña cruz que muestra un Cristo, que en lugar de la corona de espinas habitual, luce un tocado de plumas.
En resumen, un lugar, que de ser posible, no hay que perderse.
Como anuncia una frase en el folleto explicativo: "Si no conozco, no quiero ni cuido"....
El tejido incluyendo plumas, la pintura y escultura de acuerdo a los cánones de las diferentes escuelas, que se formaron con la Conquista Española y el arribo a América de artistas europeos, pueden observarse en estas salas. Nos informan que en ciudades pujantes de la época como lo fueron Cusco o Cuzco, Quito, Potosí, éstos formaron a los primeros maestros "originarios", quienes a su vez habrían transmitido sus conocimientos y técnicas a cantidad de discípulos.
De esta época, han quedado obras como los así llamados "Angeles Arcabuceros", una de cuyas colecciones puede contemplarse aún en la Iglesia de San Francisco de Paula, en Uquía, y de los cuales esperamos poder hacer un comentario y que en el Museo Pajcha es posible ver en reproducciones y en los libros cuidadosamente editados, que tratan el tema en detalle.
Bajo el mismo techo conviven los tejidos ancestrales y los actuales, así como la alfarería, la orfebrería etc., prácticamente sin cambios. Se incluye también para el visitante, la obra pictórica de una pintora Wichi, Litania Prado.
También nos fue dado observar (con la ayuda de una lupa), la expresión de sincretismo religioso como es una pequeña cruz que muestra un Cristo, que en lugar de la corona de espinas habitual, luce un tocado de plumas.
En resumen, un lugar, que de ser posible, no hay que perderse.
Como anuncia una frase en el folleto explicativo: "Si no conozco, no quiero ni cuido"....
