domingo, 2 de febrero de 2014

VIDRIOS NEGROS....MUNDOS GRISES

VAGON 293.ES

Oscuras ironías del "regalo" de la conciencia. Por Thomas Ogden.
La historia de Kafka ha alterado el modo en que la humanidad del Siglo XIX y principios del XX, piensa en sí misma.
Muy pocos han leído su obra y, sin embargo, sus historias han adquirido el valor de un mito. Uno no necesita haber leído sobre un mito, ni siquiera haber oído hablar de él, para que el mito ejerza un poder, una influencia en la cultura en la que uno vive: "los mitos son los sueños de una cultura".
Kafka transforma esos sueños en palabras narrativas. Leer sus historias, novelas, poesías no influyen solamente en lo que el lector piensa; altera la mera estructura del pensamiento, el modo en que piensan los miembros de esa cultura. Este modo alterado de pensar, a su vez, permite a la cultura soñar nuevos sueños, es decir crear nuevos mitos necesarios para contener los cambios psicológicos que la cultura está en proceso de hacer.
La historia de Kafka y de Borges, han generado nuevas palabras: kafkiano, borgiano, para nombrar cualidades concretas de la conciencia humana que residen principalmente en la matriz, el campo emocional de fondo en oposición al contenido simbólico específico de la conciencia.
Uso el término conciencia para referirme a la capacidad humana de autoconciencia, de ser capaces de experimentar los pensamientos, sentimientos y conducta propios. En ausencia de conciencia, uno es meramente una figura en un sueño/mito que no es producción propia.
Franz Kafka llevó una vida atormentada, corta, en la que se veía innecesariamente como un fracaso en las dos cosas que para él, eran más importantes: escribir y ser un adulto independiente. Eligió publicar durante su vida sólo un número reducido de sus historias y ninguna de sus tres novelas no terminadas, en gran parte por considerar que su trabajo no merecía ser publicado.
La mayor parte de su vida la pasó en casa de sus padres, aún cuando hubo podido permitirse vivir por su cuenta.
Aunque tres veces se comprometió para casarse, no lo hizo ni tuvo hijos.
Estaba obsesionado con su padre. Toda su vida sintió un complejo mezcla de sobrecogimiento, temor, odio y genuina admiración por él. En comparación con su padre se sentía cobarde, feo y poco hombre.
Su infancia fue indescriptiblemente solitaria. Escribió muy poco sobre su madre. El mayor problema que tenía con el judaísmo es que su padre era judío y al mismo tiempo que eso le atraía hacia él, también se revolvía contra él, ya que el antisemitismo era una fuerza constante en la vida de todo judío que viviese en Praga en la última mitad del Siglo XIX y primera mitad del XX.
Su amigo Max Brod, fue un elemento decisivo en su vida, conociéndose cuando ambos eran universitarios.
Solo tras varios años de amistad con Brod, se atrevió a confesarle que escribía en secreto.... Tras leer algunas de sus obras, Brod estaba convencido que era un escritor de gran talento; desde su perspectiva de escritor, autor de poesía, de ficción y crítica literaria, Brod opinaba que Kafka merecía estar entre los tres escritores más importantes de habla alemana de su tiempo.
De salud frágil, padeció Kafka de múltiples afecciones sin que los médicos pudieran revelar su etiología física para ninguna de ellas.
Convivió con un omnipresente temor de ser impotente, la idea del matrimonio le atormentaba.
Durante esta turbulenta época, escribe gran parte del Proceso. Durante su segundo compromiso, enferma de Tuberculosis. Al serle diagnosticada, desaparece su insomnio crónico, así como su pertinaz cefalea; escribía: " aveces me parece como si el cerebro y los pulmones se hubiesen comunicado sin mi conocimiento"...
En los últimos años de su vida, según avanzaba la Tuberculosis, Kafka se transformó en un mero esqueleto. En su último año, fue asistido económicamente por una hermana de Brod,  una de sus hermanas y Dora Diament, la última mujer que le amó y cuidó hasta el final, profesora de un campamento de niños judíos, vivían sin luz, ni gas y apenas tenían para pagar las facturas.
Le manifestó a Brod su deseo que quemara toda su obra después de su muerte, aunque Brod decidió no llevarlo a cabo. Un tiempo antes de morir, Kafka había insistido que no llevara a cabo su pedido.
Los documentos que Kafka le dejó a Dora nunca se publicaron porque fueron destruídos por la Gestapo a fines de los treinta.
Brod no solo preservó los manuscritos, sino que organizó la publicación de la totalidad del trabajo no publicado, incluidos cartas y diarios.
La penúltima historia: "El artista del hambre" fue escrita mientras el mismo Kafka estaba muriendo de inanición, su tuberculosis se había extendido a la garganta, lo que le hacía muy dificultosa la deglución.
Brod consigna lo duro que fue para Kafka leer las pruebas del artista..."cuando hubo terminado, las lágrimas estuvieron fluyendo durante mucho tiempo".
Era la primera vez que le veía expresar abiertamente sus emociones a Franz Kafka. Siempre había demostrado un autocontrol casi sobrehumano.
Murió a los 41 años, abogado, pobre, soltero, retirado y escasamente conocido como autor.
Sus tres hermanas fueron asesinadas en campos de concentración alemanes.
Max Brod se asentó en Tel Aviv, donde falleció a los ochenta y cuatro años.
Hilosdepiedra recomienda la lectura de "El artista del hambre", por duro que sea, como una manera de asomarse al espejo del mundo  del propio Kafka.
El artista del hambre reconoce que "no hay nada de admirable en su ayuno". "Tengo que ayunar, no puedo evitarlo"...y el motivo de su ayuno, dicho al oído del dueño del circo, nos lo reservamos.
Ambos, Kafka y el artista, pareciera, no encontraron lo que querían de la vida, no encontraron o carecieron del apetito por la vida.
"Tenemos el arte, escribió Nietzsche, así que no seremos destruidos por la verdad".
Este manuscrito, le pidió a Brod que no lo destruyera. quizá porque la experiencia de escribirlo le dió placer genuino y no se sintió obligado a destruir la experiencia.

Hilosdepiedra: el ensayo de Thomas Ogden, psicoanalista integrante de los así llamados "grupo intermedio" perteneciente a la corriente del psicoanálisis relacional, la cual es una corriente contemporánea del psicoanálisis que enfatiza el rol de las relaciones reales o imaginarias con otros en la salud mental, el desorden mental y la psicoterapia.
Esta corriente es crítica de la división tradicional entre materia-pensamiento, heredera de la separación teológica alma-cuerpo.
Según estos autores, el proceso de enfermar es algo interno, el paciente enferma por un contexto familiar y social.
Por otro lado, nos preguntamos, el sufrimiento ¿va asociado a ciertos genios, es la causa, o la consecuencia?.  Nos recuerda Kafka, al protagonista de Crimen y Castigo, Rodión Raskolnikov, sin haber cometido, Kafka, que se sepa, más que el crimen de haber nacido....