martes, 4 de febrero de 2014

SEDA Y DRAGONES

El período Edo, ó Era Edo, en Japón, coincidió con el advenimiento del primer Shogun (cargo militar equivalente a General, otorgado directamente por el Emperador). También denominado Tokugawa, coincidiendo con el clan del mismo nombre que llegó a ser uno de los más poderosos del Japón, extendiéndose por todo el país.
Ejerció su poder durante doscientos cincuenta años, hasta 1868.
El Shogun, llegó a gobernar de facto, aunque existiera un Emperador legítimo. 
Es en esta época cuando se crea el Distrito Rojo, el Distrito del Placer, denominándose al Distrito de Yoshiwara (el buen prado de la buena suerte), destinado a dar albergue y trabajo a cerca de tres mil prostitutas.
Fue destruido por el fuego que además destruyó buena parte de Tokio, cuarenta años después de su creación.
Fue en la época de este primer Shogun que se afianzó la organización de tipo feudal. 
En sus recintos, fueron admitidos todos excepto los roñin, aquellos Samurais que quedaban sin Señor a quien servir.
Los propios Samurais lograban ingresar con la expresa indicación de dejar sus espadas en la entrada.
Se cultivaba el buen trato y el refinamiento en su interior (según descripciones de época, suponemos, no olvidar que fue en pleno período feudal).
Su calle principal, por las noche era iluminada por miles de linternas que fueron comparadas con el follaje otoñal. "La descripción poética, siempre presente, aún para las imágenes más crudas de una realidad, cualquiera sea, aún la de la explotación humana". Hilosdepiedra.
Este lugar, ha prestado su nombre a un famoso club nocturno que cobró vida en la película de Fritz Lang "Metrópolis".
En la literatura, el famoso distrito del placer, dió una vez su nombre a la novela de Hans-Christian Kirsh "Yoshiwara o el mundo flotante", en la que sirve de escenario, uno de los múltiples escenarios, marco de la biografía que se despliega, de una pareja de hermanos, que ven interrumpida su relación incestuosa, con el advenimiento del Shogun Tokugawa, quien ejerció un férreo control social. También y paradójicamente, los protagonistas están inmersos en una mezcla de espiritualidad aportada por el budismo, las luchas políticas, el renovado impulso que las artes recibieron en este período y el ambiente de las cortesanas de Yoshiwara. 
Ingredientes de esta novela oriental de sesgo clásico-romántico.

WIKIMEDIA.ORG. EXHIBICION DE LAS PROSTITUTAS EN YOSHIWARA.
Hilosdepiedra: enmarcada en la época actual, nos parece todo menos romántica el aura que rodea a este lugar, aunque lo contemplamos con la mirada que tiene que considerar un período histórico determinado, esto es, teniendo en cuenta todas las variables históricas, sociales, culturales etc. intervinientes. Una comparación válida, creemos, sería como para considerar el Coliseo y los leones....

El período o la Era Meiji, se extendió desde 1868 a 1912, durante el reinado del Emperador Meiji, luego de la Era Edo.
Se caracterizó por la integración de todas las clases sociales para tratar de sacar al Estado adelante, y el punto más relevante, sea tal vez, la búsqueda de conocimiento más allá de las fronteras, para revertir el aislamiento cultural de la Era Edo, con el coincidente fortalecimiento del estilo imperial para gobernar.
Es durante este período, que nace la primera escritora de la literatura japonesa moderna, Higuchi Ichiyo, la más importante de la Era Meiji. Nació cuatro años después de la caída del Shogunato Tokugawa, el sistema feudal que durante 250 años mantuvo el aislamiento ya mencionado.
Con la Restauración Meiji, que devolvió el poder al Emperador del Japón, se inició un período de modernización y posterior occidentalización. Ella se encuentra a mitad de camino entre la tradición y el modernismo.
Gracias a la inspiración de las obras de Saikaku Ihara, el escritor más importante del Siglo XVII, logró en sus obras el tinte humano, realista e irónico adecuado.
Otros autores de su tiempo, traducían al japonés obras occidentales, autores como Zola, Balzac, Ibsen, ella no podía acceder a estudios superiores o viajar al extranjero, así que hubo de recurrir a la observación de lo cotidiano, escribiendo según la estrategia de otras autoras: un diario.
También pudo frecuentar las obras del Maestro Matsuo Basho.
Debido a sus vivencias acerca del distrito del placer de Yoshiwara, entre 1895/96 publicó en la revista Bungakukai, una de sus obras más destacadas "Crecer", donde narra las peripecias del crecimiento de un grupo de niños que viven alrededor del distrito de Yashiwara y establecen un triángulo amoroso y su introducción en la vida adulta.
Sutil la descripción del sufrimiento de los personajes que deben vivir separados para seguir las tradiciones familiares.
Aguas Turbulentas, describe el mundo de las geishas, otra vez debido a su proximidad con el barrio de Yoshiwara.
Los datos biográficos de Higuchi Ichiyo, pertenecen a Sandra Nogés, y su página web: Trazos de Japón.