PERT. A HILOSDEPIEDRA. |
Hilosdepiedra: durante un tiempo, hemos creído que la literatura ambientada en "los pueblos" no tenía demasiado que ofrecer para sorprender.
Sospechábamos de los lugares comunes, sobretodo de las descripciones pueblerinas, que nos parecían remanidas. El ambiente "denso" cargado de secretos, nunca demasiado escondidos. El clima que se crea entre los personajes, los tradicionales personajes: el poderoso, dueño de todo, la mujer ligera, sobre la que aún murmura la gente, la que nunca se ha casado con sus ansias ocultas, el tonto, que no le es tanto, el cura, que tiene la "llave" del alma de muchos, el médico con su "llave" del cuerpo y...también del alma, el propietario del bar, el del club social.....
Así, que nos vemos sorprendidos, hasta donde llegamos, en la lectura de la obra de Antonio Dal Masetto: Bosque.
En realidad aquí no falta nada de todo eso. No falta el "quienes". Tal vez sea el "cómo" va desplegando la historia.
Tal vez, para quien sea un frecuentador de "pueblos" esto no sea una novedad, para nosotros, aún lo es. Aunque nos recuerde a otras historias en los libros y en el cine. No sabemos bien porqué. Esta es diferente.
No usa descripciones del interior de nadie. No sabemos bien qué sienten ante lo que pasa. Nadie parece sorprenderse de las aberraciones que suceden a poco de comenzar la lectura. Todo es tan natural...que no asombra por ejemplo: que los cuatro ladrones del banco hayan sido ultimados por el pueblo, cierto es que hay conmoción por ello. Pero en el fondo, es natural que se les persiga hasta acabar con ellos. Atropellándole y aplastándole contra el muro, a uno de ellos. A los otros de distinta forma. Natural que un ingeniero en silla de ruedas vaya dos o tres veces por semana, a cazar lo que se puede. Ya no va a safaris. Ahora dispara contra los caballos, los cerdos, sin matarlos porque tiene muy buena puntería. Solo les roza, los deja rengueando....se ha ganado ese derecho, fue quien abatió a otro de los ladrones, desde una terraza a ochenta y siete metros de distancia....salvando al cura a quien tenía de rehén.
El protagonista, es un porteño que llega a ese pueblo, solo para ver la pared donde murió aplastado el ladrón con quien se fugó su mujer.
No sabemos porqué, aún, se hace pasar por un guionista que integra el equipo de filmación para hacer la película del robo al banco. Así, se va introduciendo en sus vidas, sin razón aparente... siendo depositario "involuntario" de los secretos más inconfesables, no le conmueve el candor de los que desean fervientemente participar en la película, las fotografías que les toma a esas personas, que posan, esperanzadas con la fama, ante una cámara sin rollo.... hasta la noche en que vé lo que no debía ver.... sospechamos que allí algo pasará y que luego nada será igual....
Bosque es el nombre del pueblo.
Jorge Polaco la llevó al cine.
Tal vez sea hora, de volver a frecuentar los pueblos....