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Oliver Sacks, neurólogo contemporáneo, ha publicado sus observaciones y seguimiento de los casos clínicos, en los que ha intervenido, a través del tiempo. Algunos de los cuales, han sido llevados al cine.
Guillermo Martínez, nos pone en contacto con este caso, del Dr. Sacks, del que intentamos hacer una reseña, por lo asombroso. Siempre que exploramos los casos verídicos de psiquiatría, nos vienen a la memoria: Rainman (otro caso clínico, aunque es observación de otro autor), ídem para Lisbeth Salander, la heroína de Millenium, que padecía el síndrome de Asperger, la película Charlie, protagonizada por Montgomery Clift y Claire Bloom, donde se halla una fórmula química para elevar el cociente intelectual del protagonista, con un final conmovedor, el documental donde pueden apreciarse unos cuantos de estos "prodigios", algunos,reproduciendo "de memoria" en una pared, la réplica exacta, dibujado edificio por edificio, ventanas incluidas y demás detalles, de una fotografía aérea de una gran ciudad etc. aunque sabemos de las diferencias entre ellos, es este el sendero que la memoria recorre, en nuestro caso, cada vez que topamos con estas personas y su "extraordinaria" característica...Hilosdepiedra.
Este caso, denominado "Los Gemelos Pitagóricos", revela una fuente insospechada, neurofisiológica, para la formulación de una pregunta crítica y todavía no resuelta en la historia de las matemáticas sobre los números primos....
Los Gemelos habían sido diagnosticados diversamente como autistas, psicóticos o gravemente retardados. En el año 1966, cuando Sacks empieza a observarlos, la mayoría de los informes llegaban a la conclusión de que, como sucede con los "sabios idiotas", no había nada especial en ellos, salvo su notable memoria documental para recordar los detalles visuales más nimios de su propia existencia, y el uso del algorritmo calendárico inconsciente que los llevó a la televisión, y que les permitía decir inmediatamente en qué día de la semana caía una fecha del futuro o el pasado lejanos.
"La realidad", dice Sacks, "es mucho más extraña, mucho más compleja de lo que sugiere cualquiera de esos estudios, pero hay que dejar a un lado el ansia de delimitar y demostrar y llegar a conocerlos, observarlos, sincera, tranquilamente, con una imparcialidad fenomenológica plena y comprensiva".
"Los Gemelos piden que se les dé una fecha cualquiera de los cuarenta mil años futuros y casi instantáneamente determinan a qué día de la semana corresponde. Se puede apreciar, aunque no suele mencionarse en los informes, que mueven los ojos y los fijan de un modo peculiar cuando hacen esto....como si estuvieran desplegando, o escudriñando, un paisaje interior, un calendario mental. Es una expresión de visualización intensa, aunque se ha creído que lo que hacen es un puro cálculo. La memoria que tienen para los números es algo excepcional. repiten un número de tres, de treinta o de trescientas cifras, con la misma facilidad. Esto se ha atribuído también a un método. Pero cuando uno pasa a examinar su capacidad de cálculo (el plato fuerte típico de los calculistas y prodigios aritméticos), resulta que lo hacen asombrosamente mal, tan mal como podría esperarse de su coeficiente intelectual de sesenta.No son capaces de hacer sumas y restas simples, y ni siquiera pueden entender qué significa la multiplicación y división.
Se ha deducido y aceptado, sin ninguna base prácticamente, que lo que opera no es en modo alguno la memoria, sino que hay un algorritmo inconsciente que es el que se utiliza para los cálculos calendáricos. Steven Smith, en su obra The Great Mental Calculators, comenta: "Opera aquí algo intrigante aunque corriente: la misteriosa capacidad humana para formar algorritmos inconscientes basándose en ejemplos".....
Su forma de hablar infantil, sin emoción, detallada. Se les da una fecha, giran los ojos un momento y luego los fijan y con una voz lisa y monótona lo expresan. Ese mismo tono emplean para hablar también del clima y los hechos de sus propias vidas, la angustia dolorosa y conmovedora de la infancia, el desprecio, las burlas, las aflicciones que soportaban, pero todo expuesto en un tono invariable, sin un ápice de emoción o inflexión personal.
Lo que hay que subrayar es la magnitud de la memoria de los Gemelos, su amplitud aparentemente ilimitada. Si se les pregunta cómo pueden retener tanto en la cabeza (un número de trescientas cifras, o el trillón de acontecimientos de cuatro décadas) ellos dicen con toda sencillez "lo vemos".....Así sucede con el "conteo de cerillas" de un vistazo ambos "ven" el número exacto de cerillas desparramadas en el suelo.
Esta capacidad de memoria es sumamente rara, pero de ningún modo única. ¿Hay entonces en los Gemelos algo que tenga un interés más hondo?
...Dice Sacks: "me recordaba el Funes de Borges"....
Describe a continuación una segunda escena reveladora, que presenció por casualidad.
"Estaban los dos sentados en un rincón, sonrientes, una sonrisa confidencial y misteriosa, que yo no les había visto nunca, gozando de la extraña paz y el extraño placer del que parecían disfrutar. Me acerqué sigilosamente para no molestarlos. Parecían encerrados en un singular diálogo puramente numérico. John decía un número de seis cifras. Michael escuchaba el número, asentía, sonreía y parecía saborearlo. Luego él decía a su vez otro número de seis cifras y entonces era John el que lo escuchaba y consideraba muy detenidamente. Parecían dos entendidos en vinos, compartiendo variedades exóticas...Quizá se tratase de algún juego, pero había una concentración, una seriedad, una especie de profundidad serena y meditativa casi sagrada. Me limité a anotar los números que iban diciendo, que evidentemente les proporcionaba tanto gozo y que ellos "contemplaban" en comunión".
De regreso a su casa, Sacks verifica en uno de sus libros de matemática que su intuición sobre las cifras que había anotado era correcta: todos los números que intercambiaban los Gemelos eran números primos.....
Al día siguiente..."los encontré encerrados en su comunión numérica, como la vez anterior...al cabo, decidí incorporarme al juego y aventuré un primo de ocho cifras (había llevado el libro conmigo). Hubo una larga pausa (debió durar medio minuto o más) y luego súbita y simultáneamente sonrieron los dos. Habían visto de pronto, tras un proceso interno incomprensible, que mi número de ocho cifras era un número primo".... Así va aumentando el número de cifras....al cabo de una hora, los Gemelos estaban intercambiando primos de veinte cifras, "o yo supongo al menos que eso eran, ya que no tenía ningún medio de comprobarlo"...en el libro sólo aparecían primos hasta de diez cifras....
Anotó finalmente su conclusión: "Yo creo que los Gemelos, que tienen una sensibilidad extraordinaria para los números, realmente los sienten en sí mismos, como "formas", como "tonos", como las formas multitudinarias que componen la naturaleza misma. No son calculadores y su enfoque de los números es icónico, conjugan extrañas escenas de números, habitan en ellas; vagan libremente por grandes paisajes de números. No es solo una facultad "extraña", sino una sensibilidad armónica, aliada quizá con la música. Podríamos calificarla de "sensibilidad pitagórica" y lo extraño no es que exista sino que al parecer sea tan poco frecuente.....Los Gemelos viven exclusivamente en un mundo-pensamiento de números. Y sin embargo, los números son para ellos, no sólo "cifras" sino significadores, cuyo "significado" es el mundo.
No los consideran a la ligera, como hacen la mayoría de los calculistas. Son más bien contempladores serenos de los números...y los abordan con una actitud de reverencia y de sobrecogimiento. Los números son para ellos sagrados, éste es su modo de captar al Primer Compositor"