He escuchado...... que el tamaño de los toros Bilbaìnos era insuperable. Hasta parece que se iban a pasar del torero directo a la gente !. En Bilbao, los enfervoriza que el toro sea tan enorme y que el torero de verdad, se juegue la vida....ha habido quienes han reculado... tal el miedo que inspiran las bestias.
Tambien he oìdo decir que Valencia... ha sido la cuna del màs grande de los grandes toreros....del Granero, del Manuel Granero.
El pobre ha muerto a los 20, aplastado y su cràneo partido como una nuez una tarde en Madrid. Vaya faena!!!!
Otro gran Valenciano..... el Chaves, enloqueciò a la gente, con ese trasero famoso, que todo se le perdonaba, si no tenìa figura, puès ...AHÌ ESTABA SU ESTILO!!!!....pero....todos los amores terminan, y màs en este oficio, que nadie te perdona.
Todavìa debe estar està fresco en la memoria del torero, el Miura que le enganchò por la axila y la carnicerìa que sucediò despuès...pero eso es Historia Antigua...
Ha habido grandes diestros, de esos que manejaban el capote con esa elegancia sin igual y que hasta el mismìsimo toro parecìa fascinado siguiendo su trazo, doblando, embistiendo....con el torero arrodillado ò dàndole, displicente la espada, mientras la tribuna deliraba.
Estos toreros, los diestros, parece que les costaba matar. Puès si, lo suyo eran las artes sutiles del capote, mas que la matanza. Toreros como el Gallo, ni hablar de Belmonte, Juanito.....
Hubo toros verdaderos matadores, aquel que se cargò dieciseis personas, verdaderos desesperados, dirìa yo. En su terror ciego, hubo aquel que huyò penetrando en un edificio.
Me han contado la historia de Comisario, el de Barcelona, aquel toro que efectivamente ha saltado la barrera, y ha causado enorme revuelo y terror. Hasta que ha sido necesario, herirle de un tiro y rematarlo a puñaladas. Què indignidad!
Tambièn ha habido duplas famosas por su rivalidad, como la de Manolete y Dominguìn...vaya Què par!!!!.
Y còmo se debe haber sentido Dominguìn cuando le culparon de no haber intevenido justo para evitar lo que pasò...
Y....los celos y la envidia, quizà debieron haber hecho lo suyo en algunos otros casos, no digo que haya sido en este! Pero recuerde a Pepe Hillo y Pepe Romero!!! Belmonte y Joselito!!!
Tambièn han de verse esos "amores con odio" entre el matador y el toro..
Sì!!: què habrìa dicho Antoñete cuando se ha enfrentado a Atrevido? : .." a Atrevido no lo toreè, lo amè como se ama a una mujer..." Cuando pasaba debajo de mi mando, el placer me inundaba, temblaba por dentro,gozaba como nunca...."
Podrìamos hablar del "toro modelo"?
Es ese toro, el que cada tarde espera el matador que salga a embestir, sin desvìos, sin distraerse, que gire y vuelva a embestir, que no desperdicie su tiempo, el que le queda para morir, ese toro, en fin, que le ha permitido lucirse a màs de uno con poco talento pero que gracias a ESE TORO, han podido ser admirados y hasta consagrados, dirìa yo, solo por suerte. Porque hay que tener suerte para que aparezca un modelo!
Claro, que esto se paga! y còmo! estos matadores, sin oficio, podrìa decirse, a la larga ò a la corta, terminan ignorados, abucheados ò muertos, desgastan su coraje inicial con toros bravos a los que a duras penas faenan, sin arte, y el miedo va apoderàndose de ellos por el incesante discurrir del terror por sus entrañas.
Hasta que se derrumban..
Si sobreviven...
Gracias a Don Miura què toros logrò!! Fieros, fuertes, bravìos, enormes!! Letales!!! Cuernos letales!!!!Què sangre! cuàn inteligentes!!! El terror de los toreros!
Se ha fijado en los antiguos afiches? en los que el matador parece pequeño en comparaciòn con la bestia?
Puès eso! Asì eran!
Como los primeros toros de Veragua.
Encarnizados bichos! Una vez que corneaban, no dejaban de repetir una y otra vez su sangrienta tarea. Empecinados. Ràpidos como pocos, al principio. Como todo, fueron hacièndose lentos y pesados.
Recuerdo a Manolo Martìnez. Recibiò raras corneadas matando, pero esa costumbre suya de acercarse tanto al toro...hasta que le atravesò la arteria femoral no parò. Casi muere desangrado. Lo que no le impidiò volver a torear en Mèjico. Arrogante, si los hubo, su destreza era casi tocar al toro, correr tales riesgos, que parecìa imposible que no le mataran de una vez.
El legendario indio, Luis Freg, matador en Mèjico, incontables cornadas, dicen que sus piernas parece imposible que le sostengan tarde a tarde, de las cicatrices y deformaciones sufridas en sus mas de 20 años de oficio. Gran matador.
Dicen que habrìa dicho despuès de una cornada: Veo la muerte; la veo claramente. Ay,ay, es una cosa horrible!.
La muerte los acompaña, como a todos, pero en grado superlativo, la buscan, la desafìan a que muestre de una buena vez su cara, algunos han sido espantados por lo que vieron, pero a pocos, creo, les impidiò este espanto abandonar el reto de morir a cada instante....
Esto podria haber sido inspirado por una corrida, por un libro, por una pelìcula, ò como quizà en pròxima entrada...por un artìculo de psicoanàlisis.