domingo, 29 de junio de 2014

PAPELITOS Y PIZARRONES. PRIMERA PARTE.



Esta madrugada tuvimos ocasión de escuchar por radio, un narrador que contaba un cuento de Edgar Alan Poe. Se trata de la historia de un hombre que elije que el buitre devore sus zapatos y sus pies para que no le devore la cara, ya que sabe que no podría hacerle  frente con sus escasas fuerzas comparadas con el poder de las garras y el pico del animal, y de esta forma, va viendo como sus pies son reducidos a la nada.
Agregó el narrador, "cada picotazo del buitre es un excluido más"....en alusión a los "fondos buitres y todo el discurso que le rodea"...

Hace más de treinta años, tuvimos ocasión de recorrer parte del Noroeste argentino, y hemos regresado en esta ocasión para encontrarnos con la misma historia de pobreza y exclusión de entonces, nada más que estos niños que piden golosinas, que por monedas se ofrecen a cantar una "coplita" y a dejarse fotografiar, deben ser ahora los nietos de aquellos  niños que vimos por primera vez, y las mujeres de ahora, las hijas de las otras que vimos. Estas mujeres, que después de trabajar la jornada en las labores de cultivo, fabrican dulces que venden al costado de la ruta y que diseñan los colgantes de recuerdo que regalan a todo aquel que desciende de los vehículos de turismo, y que acompañan con un papelito, que nos entregan  a medida que descendemos, con el apellido de sus familias y su dirección. Papelitos, nos dijeron, que contienen la esperanza que por azar, alguno se transforme en una encomienda con ropa de abrigo y calzado para sus hijos.
En invierno, por la noche la temperatura puede descender a 30 grados bajo cero.
Papelitos y pizarrones que reclaman para sus escuelas, por que los que usan los tienen en préstamo.
Ha habido cambios, los techos de paja de los ranchos de adobe han sido reemplazados por chapa a las que les colocan piedras por el viento que empieza a soplar todos los días a la misma hora. También tienen antenas satelitales y paneles solares.
Por eso, no entendemos por qué cuesta tanto lo fácil y barato como ropa de niño, calzado o pizarrones para las escuelas.
La del buitre puede ser una explicación, también puede serlo la indiferencia, la desidia o la incompetencia de las clases dirigentes desde siempre .

Otra que se nos ocurre, que va un poco más atrás en el tiempo y en la historia, es que estos pueblos tienen una larga biografía de sometimiento. Primero al estado Incaico, del cual fueron vasallos. Empalmaron directamente con el sometimiento del que fueron objeto por parte de la Corona Española y la Iglesia Católica, que completaron su "entrenamiento" en lo que a sumisión se refiere, para arribar al presente cuando se someten al dirigente de turno.
No creemos que la pobreza, la mendicidad o la exclusión, determine que un lugar sea más o menos "autóctono", a pesar que el turista promedio del Primer Mundo esté acostumbrado a este paisaje  humano, cuando viaja por países del Tercero.
Todavía resuenan las palabras de un guía local: "gracias a ustedes, nuestros niños no se suicidan".....