Para Robert Sternberg, de quien hiciéramos un comentario cuando nos referimos al tema de la inteligencia, el amor puede ser teorizado y hasta ponerle un nombre: Teoría Triangular.
Nos parece que merece toda la atención ya que, después de todo lo que se ha escrito y se escribe del tema, no vemos por qué no ha de estar, él también, en buena senda.
El autor enuncia tres partes: y adelantamos que aquel amor que contenga en sí las tres, podría ser considerado como el amor total.
La intimidad, es la proximidad con el otro, todo aquello que hacemos para ocuparnos de su bienestar y todo lo que desplegamos con el fin de comunicarnos entre ambos.
La pasión, sería la parte física de toda relación amorosa, involucra, obviamente, lo sexual.
El compromiso personal es una actitud "interna" de las personas toda vez que experimentan la certeza que pueden involucrarse en algo duradero. Aclaramos, que en ningún momento, hasta donde buscamos, aparece la palabra "eterno" o permanente.
Luego entran las diferentes combinaciones que hacen de ésta la proposición interesante. Así, cuando hay sólo intimidad, puede hablarse de compañerismo. Pensamos que es más común de lo que parece, ya que hay una proporción de personas, que desconocemos, que abordan la relación, sobretodo al final de sus vidas, abocándose a esa "tibieza" que parece rodearlas, cuando comparten el alimento, su preparación, "como al otro le gusta", se acuerdan de los turnos del médico, los acompañan, le recuerdan los horarios de la toma de los medicamentos, etc...
Cuando sólo hay pasión, la describe el autor como "encaprichamiento fugaz". Pensamos que es imprescindible en el crecimiento emocional de las personas, experimentar, aunque sea una vez, como el poema, un "encaprichamiento" de órdago (cosa grande y de excelente calidad, según el diccionario).
Cuando sólo es compromiso personal, muy acertadamente el autor lo define como "amor insípido". Por nuestra parte, nos parece que poco puede agregarse a esta excelente definición. Pensamos que también es muy común, sobre todo cuando alguno de sus integrantes se ha "echado" sobre las espaldas, "la responsabilidad" de "trabajar" por la pareja. Cuando sienten como un fracaso si arrojan todo por la borda y a otra cosa, y entonces se fatigan y extenúan en busca de la propuesta mágica y salvadora que reflote lo que quizá no existió nunca o que lamentablemente, generó en el ámbito de la familia, tantas expectativas, o alivio.
Luego en orden de complejidad creciente, el autor propone la combinación de dos términos de la ecuación: intimidad y pasión: caracteriza al amor romántico.
La intimidad y el compromiso personal, caracterizan al amor "compañero", parecido al que nos pareció acertado describir más arriba. Pensamos que las fronteras entre ambos términos son borrosas.
A su vez, a la pasión y al compromiso personal, los categoriza como "amor insensato e inmaduro".
Sólo los tres elementos presentes, parecen estar cerca de una verdadera definición del amor. Pero esto no termina aquí. Lo que más nos atrae de su planteo es que la coincidencia en los triángulos es fundamental. No sólo eso, puede haber coincidencia en un sólo de sus lados, mientras que en los restantes haya disparidad total, y a pesar de las peleas y el disenso, habrá amor a largo plazo pero funcionando plenamente y no por inercia.
En cuanto al origen de este triángulo, Sternberg cree que asienta en los años tempranos y en los "relatos" e historias que nos han ido rodeando, ya sea a través de la familia y los padres, los libros, películas etc.
Así, ha construido variantes y cómo cada integrante de la pareja lo vive, de acuerdo al relato. Así, habrá quien se espeje en cuentos de Hadas, y vea al otro y a sí mismo, como princesa y príncipe. Aquellos que se vean transitando un "negocio", en su relación, una historia de terror, donde haya roles para un maltratador y una maltratada o viceversa, quien lo construya a ese amor desde la búsqueda de seres extravagantes, desplegando su historia de "ciencia ficción" etc...
El quid de la cuestión, parece ser que los relatos de los integrantes coincidan, sea cual fuera el tipo de historia vivida. Va más allá en sus conclusiones, no importa si hay un relato de "guerra", si es compartido, esta historia parece funcionar a lo largo del tiempo.
En cambio, si uno de los integrantes creció con el relato bélico y el otro con el de cuentos de hadas, pareciera que el fracaso de ese amor es casi una necesidad.
En este cuerpo teórico, no podía estar ajena la infidelidad. Sostiene Sternberg, que este relato que construimos, es como una pirámide. En su vértice colocaremos el relato de aquel o aquella que es nuestra pareja. Puede suceder, que nos encontremos con alguien cuyo relato pase a estar en el vértice y allí habrá un riesgo cierto de ser infieles.
Pensamos que no sólo para el amor tiene vigencia lo expuesto. Hemos quedado, en general para la vida "marcados" por decirlo de esta forma, por las historias que han tenido y tienen enorme resonancia en nuestro interior. En lo personal, si bien acordamos con Sternberg, desconocemos las causas que hacen que ciertas historias o relatos resuenen muy especialmente para cada uno.
Creemos que tal vez vimos que eran importantes para alguno de nuestros padres con los que nos identificamos, eso, para nosotros está por verse.... Hilosdepiedra.
Pensamos que no sólo para el amor tiene vigencia lo expuesto. Hemos quedado, en general para la vida "marcados" por decirlo de esta forma, por las historias que han tenido y tienen enorme resonancia en nuestro interior. En lo personal, si bien acordamos con Sternberg, desconocemos las causas que hacen que ciertas historias o relatos resuenen muy especialmente para cada uno.
Creemos que tal vez vimos que eran importantes para alguno de nuestros padres con los que nos identificamos, eso, para nosotros está por verse.... Hilosdepiedra.
Todo esto, nos parece factible, merece que reflexionemos y sigamos buscando....