lunes, 2 de junio de 2014

LA IRA DE LOS DIOSES



"¿Qué haremos con ellos? ¿Acaso no son por su naturaleza simples criaturas y hechuras nuestras? ¿Han de ser ellos también dioses?"
Estas preguntas, se las hicieron , en tiempos antiguos los Creadores de los primeros hombres...
El primer hombre (siempre hay uno), según lo hallado en el Popol Vuh (la historia del Quiché), texto del que hicimos algún comentario....se habría llamado Balam-Quitzé, el segundo Balam-Acab, el tercero Mahucutah y el cuarto Iqui-Balam.
"Estos fueron los nombres de nuestras primeras madres y padres".
"Se dice que ellos sólo fueron hechos y formados, no tuvieron madre, no tuvieron padre. Solamente se los llamaba varones. No nacieron de mujer, ni fueron engendrados por el Creador y el Formador, por los progenitores. Sólo por un prodigio, por obra del encantamiento fueron creados y formados por el Creador, el Formador y los Progenitores  Tepeu y Gucumatz. Y como tenían la apariencia de hombres, hombres fueron; hablaron, conversaron, vieron y oyeron....
Las cosas ocultas por la distancia las veían todas, sin tener primero que moverse; en seguida veían el mundo y asimismo desde el lugar donde estaban las veían".
Pensamos que esta figura, tal vez sea una mención a la capacidad adivinatoria, la capacidad de "ver" el futuro...aunque no parecía muy perfeccionada la tal habilidad, si no, tal vez habrían hecho diferentes las cosas...
"Grande era su sabiduría; su vista llegaba hasta los bosques, las rocas, los lagos, los mares, las montañas y los valles".
Los dioses les instaron a ver y oír, a contemplar el mundo, y así lo hicieron.
Así, se pusieron a reflexionar:" ...se nos ha dado una boca y una cara, conocemos lo que está lejos y lo que está cerca, oímos, pensamos, andamos, vemos también lo grande y lo pequeño, gracias, pues, por habernos creado, ¡oh Creador y Formador!, por habernos dado el ser, ¡oh abuela nuestra! ¡oh nuestro abuelo!, dijeron dando las gracias por su creación y formación.
Acabaron por conocerlo todo y examinaron los cuatro rincones y los cuatro puntos de la bóveda del cielo y de la faz de la tierra.
Pero los dioses, se disgustaron, se plantearon las preguntas con las que empezamos esta narración.
Todos sabemos lo que son los dioses cuando se enojan, ¡Dios nos libre!...
Luego de conferenciar, los dioses dijeron: "...Refrenemos un poco sus deseos, pues no está bien lo que vemos. ¿Por ventura se han de igualar ellos a nosotros, sus autores, que podemos abarcar grandes distancias, que lo sabemos y vemos todo?.
Esto dijeron el Corazón del Cielo, Huracán, Chipi-Caculhá, los Progenitores, el Creador y una lista....
"Así hablaron y cambiaron la naturaleza de sus criaturas".
Entonces, el Corazón del Cielo les echó un vaho sobre los ojos, los cuales se empañaron como cuando se  sopla la luna de un espejo. Sus ojos se velaron y sólo pudieron ver lo que estaba cerca, sólo ésto era claro para ellos".
"Así fueron creados y formados nuestros abuelos, nuestros padres, por el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra"...
En otro capítulo, el texto describe la creación de la mujer, cuando estos primeros hombres dormían. Sus corazones se llenaron de alegría al verlas....
"Ellas engendraron a los hombres, a las tribus pequeñas y las grandes, y fueron el origen de nosotros, la gente del Quiché"....

Nos resulta familiar el contenido de estas historias, similares en todas las culturas, con más o menos personajes intervinientes.
Pensamos que en la mayoría, el temor del o los dioses, es el "leiv motiv" por el cual la criatura de reciente aparición "cae" en desgracia. Es expulsada de ese estado de bienestar y conocimiento que son los Paraísos de los diferentes pueblos. Así, sin pedir nada, y con la única culpa de utilizar todas aquellas capacidades con las que fue dotado, sin pedirlas, la pobre creación ha de deambular por la tiniebla de la ignorancia, la incertidumbre y su conciencia de ser finito...