Maestro, si hay tanta gente que habla del bien, se dice bien intencionada, inspirada por altos designios, afectas a la bondad y a la espiritualidad, ¿por qué es que el mal se campea por todos lados y más parece crecer que disminuir? Hijo mío, por lo que dices: hablan, pero no hacen. Si por cada concepto positivo que los humanos emiten se hiciera una buena acción, este planeta sería un paraíso.
Maestro, hablando de ambientes ¿cuál crees que es el más personal y el más impersonal de los ambientes humanos? Hijo, creo que no hay ambiente más personal que una cárcel, y más impersonal que un aeropuerto. Pareciera que la capacidad de relacionamiento humano fuera inversamente proporcional a la libertad.
Maestro, la gente anda diciendo cosas desagradables de mí. Hijo ¿es verdad lo que dicen? No Maestro, son mentiras. Entonces ¿de qué te preocupas? ¡Justamente porque son mentiras! Y si sabes que lo son ¿de qué te preocupas? ¿Acaso tienes que andar dando explicaciones a todo el que se te cruza en el camino? Si ellos viven tu vida ¿por qué quieres tú vivir la de ellos?.
Cuentos Zen para la vida diaria y los negocios. Mariano Merino.