martes, 22 de noviembre de 2016

EL LOBO DEL CONURBANO: EL GATO ATIGRADO


En Villa Ballester, un barrio del conurbano, vive una pareja. ambos jubilados. Él, deambulando por las calles, ha "hecho migas" con un pequeño gato atigrado, gris oscuro de fondo y rayas negras. Cuando lo ve venir, el animal se pone panza arriba esperando ser rascado. 
Ella, amante del silencio y los lugares tranquilos, meditaba hace unos días en su casa, en el patio, donde su mente no funcionaba nada bien, lo cual era su logro, sin querer.
Estando sola en el patio haciendo lo mejor que sabía no hacer, escuchó a sus espaldas un persistente maullido. Cuando giró la cabeza, vio al gato atigrado encima del tejado de una especie de tambucho para guardar escobas, latas de pintura y eso. El pelo revuelto y un ojo semicerrado. Estado lamentable.
Es el gato de Alejandro, pensó. Sabido que ella no iba a acercarse a un gato ni con el pensamiento tal el rechazo de siempre por estos animales, dio por terminada su meditación y se encerró en casa.
El animal continuó maullando, como quejándose. Incluso parecía decir una y otra vez: ¡Me ahogo!, ¡me ahogo!....
Al anochecer, cuando volvió el marido, la mujer le cuenta y él fue a ver al patio.Y allí estaba. Lo acarició, el bicho se giró y se puso panza arriba pero estaba "sentido". Buscó carne del freezer, la calentó en el microondas y se la dio. Hambriento el bicho, la devoró en un instante. Luego agua y levantándolo lo llevó a la cochera para que pasara la noche allí.
El gato cuando se vio solo, empezó a rasguñar el vidrio de la ventana para entrar, insistente, determinado.
Ellos no querían mascotas. Con una perra a quien un gato había vaciado un ojo, habían tenido de sobra.
Y ahora se aparece el gato con su ojo vaciado, seguro que en una pelea, especulaba él, eso es Karma, sostenía ella, fiel a ese estado semiparalelo que la conectaba con la realidad.
Al día siguiente el gato volvió a brotar desde el tejado, maullando. Por suerte, la señora que ayuda en la casa, se dio maña para envolverlo en una toalla vieja y lo llevaron en el auto al veterinario. El animal muy quieto,  en la falda de la señora, viajaba. En la sala de espera de la veterinaria, se mantenía tranquilo, esperando su turno, detrás de tres perros que habían llegado primero. Ya en la consulta, el doctor le aplicó una inyección con antibiótico y le recetó un colirio para ponerle en el ojo que supuraba. Ojo ausente a simple vista. Habría que ver, si deseaban quedárselo, les dijo en qué estado iba a quedar. Cosa que nadie pensaba.
El gato, al día siguiente, luego de comer alimento balanceado que le habían comprado mientras durara su asistencia, desapareció. Con manifiesto alivio para ella. Le había llegado a poner dos veces la dichosa gota en el ojo mientras su marido lo sostenía. El animal, dócil, se dejaba abrir el párpado y aceptaba el tratamiento. Pero de los diez días indicados, ni sombra.
Dos días después, el marido deambulando por el barrio, oyó un maullido arriba de su cabeza. Desde lo alto de una pared, el gato parecía saludarlo, con su ojo perdido, aunque en buen estado, así que, una vez más lo acarició y allí quedó la cosa.
Esta mañana, cuando ambos salían, ven pasar al gato. Lo acarició como siempre, lo alzó para tratar de colocarle el colirio aunque  el tratamiento fuera medio salteado y vieron que tenía sus dos ojos verdes, limpios, abiertos y simétricos. Observando más cuidadosamente el diseño atigrado, tal vez sea diferente, y está un poco más gordo....concluyeron.
Obviamente, no es el mismo gato. Evidentemente, habían llevado al veterinario a un gato desconocido que en un momento de necesidad y sufrimiento, acudió a donde mejor supo y no se había equivocado en su elección. Inclusive, había hecho gala de las mismas zalamerías que gato "original".
Al mediodía la mujer meditaba en el patio y brotó de su pared interior, que como el gato, un pensamiento equivocado, surge con fuerza, demanda, se impone, genera la necesidad de una respuesta, de una acción. Aliviar el sufrimiento que se supone. Ese pensamiento, como el gato de esta historia, que es verídica por lo demás, nos utiliza cuando necesita que le prestemos toda la atención y asistencia de que somos capaces. Insume dedicación y energía. Luego, otra vez, como el gato, se diluye y se esfuma. Nos damos cuenta que no lo elegimos, él nos seleccionó, nos utilizó y luego siguió su marcha. 
No fuimos capaces de ver que los pensamientos se parecen, su diseño es similar, pero no dejan de ser intrusos. Hilosdepiedra.



sábado, 1 de octubre de 2016

ALGUIEN TOCÓ EL TIMBRE Y NOS REGALÓ UN MONO



Antes de abrir la puerta (la mente), observarla. ¿Podremos decidir, abrir y aceptar el regalo de un mono (el pensamiento), o ignorar el insistente sonido del timbre?.
Tarea no fácil, resistir la curiosidad. Deberemos saber, porque siempre terminamos abriendo la puerta, que ese mono, no viene solo.
Acude con otros miles de monos que van acompañándole. Monos que a veces están alineados y aparecen uno después de otro. No permiten que uno cierre la puerta. Alguno de ellos, el más fuerte, pone su pie y la traba, manteniéndola abierta y dejando entrar al resto. Otras veces, irrumpen en tropel. Inútil imponerles orden. Ese será su triunfo: que uno persiga un mono hasta el agotamiento. Los demás, harán de las suyas. Muchos elegirán trepar o bajar al sótano o a la bohardilla (el sub o el inconsciente), y se esconderán en silencio. Desde allí operarán sigilosamente, poniendo en fuga a la serenidad, a la ecuanimidad.
Podría seguir así hasta el infinito, describiendo la actividad del mono. Sólo seguiría estando a su servicio. Hilosdepiedra.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

ALGO MÁS QUE SILICIO


La propuesta sería crear una máquina que ayudara a resolver el funcionamiento de la inteligencia humana.
En los ochenta, se desarrollaron dos agrupaciones teóricas relacionadas o enfocadas en responder este complejo y misterioso interrogante: Computacionalismo vs. Conexionismo.
Ambas coinciden que lo que intriga es saber cómo el cerebro maneja la información. 
Para los partidarios del Computacionalismo (o Simbolismo), el cerebro trata la información como una PC, paso por paso. Luego agrupa lo recibido de forma serial o lineal. 
El pensamiento, para esta corriente, es "un manipulador de símbolos".
Para la corriente Conexionista, la información sería tratada simultáneamente no secuencialmente o cronológicamente.
Como si fuera un "holograma", proponen una mente constituida por unidades mentales múltiples las que funcionan a la par. 
La información tendría por lo tanto un tratamiento paralelo, no serial, producto de la conformación de redes. 
El Dr. Jay McClelland, que fundó en 1984 el Centro para las Bases Neuronales de la Cognición, Universidad Mellon, observando que progresivamente ambas corrientes han ido aproximándose, concluye que ambas significan niveles diferentes del análisis del pensamiento humano.


martes, 27 de septiembre de 2016

ALGO DE MEMORIA





Allan Collins, quien se doctoró en Psicología en la Universidad de Michigan en 1970, los descubrimientos sobre la "memoria semántica", los hizo asociándose con Ross Quillian, para comprender los mecanismos de la memoria humana. 
Propusieron un esquema para comprender cómo funciona la memoria humana, focalizándose en cómo se organizan los conceptos con esta finalidad.
Así propusieron que: los conceptos se organizan en lo que denominaron "nudos semánticos". Se vinculan entre ellos por asociación. Por ejemplo, la palabra "lechuza" con nocturna, cazadora, vigilante etc.
La información se recupera al activar un primer concepto: lechuza. Activamos los conceptos que han quedado ligados a este primer concepto y otros relacionados: ave, vuela etc. 
Así estos nudos se van ramificando, conectándose y formando lo que llamaríamos una "especie de arborescencia".
A su vez la información está almacenada en una red jerárquica: ave, ser vivo, etc.
Lo más notable es la economía con que se almacena la información: Lo haría en un único lugar de modo que no se retiene la lechuza vuela, el pato vuela, el papagayo vuela, etc. Sólo se retiene una vez y para todas las aves que vuelan. El volar es almacenado ligado al ave. 
Otro nudo lo sería para almacenar aquellas aves que a pesar de serlo, no vuelan.
Como adherentes a la Psicología cognitiva, los autores reconocen los límites de su modelo y lo que pueda ser modificado, es más, el profesor Collins, considera incluso, la existencia de "redes paralelas", en el sentido que la rapidez de asociación entre componentes de diferentes redes estaría relacionada con su uso cotidiano. Ejemplo de ésto sería: escuela, compañeros. Su asociación sería más rápida que mesa y vidrio, a menos que ésta última asociación tuviera sentido para el sujeto. Su uso cotidiano acercaría a este último en velocidad al primer sujeto familiarizado con escuela-compañeros.  

lunes, 12 de septiembre de 2016

EL LOBO DEL CONURBANO: DE TODOS LOS LOBOS QUE CONOZCO



De todos los lobos que conozco, los hay más carenciados, insensibles con su propia manada, los que han traspasado los límites, y aquellos que continuamente pasan de un lado al otro. Creo que responden, en definitiva a un gran poder de adaptación. Éstos son los peores.  Yo pertenezco a este último grupo.
Cuando uno ha crecido en un ambiento de "pseudoprotección", es producto de una pareja de lobos que cuidan físicamente el bienestar del cachorro, descuidando en cambio todo lo que se acerque al afecto que hasta los lobos necesitamos. Ese bienestar afectivo es lo que haría de nosotros, lobos seguros. En cambio, cuando nos percatamos que la cosa no pasa por ahí, por la seguridad que brinda el afecto temprano, crecemos protegiéndonos a nosotros mismos. Somos los que hemos vivido a la defensiva, producto de no poder bajar jamás la guardia. Hemos crecido desconfiados, de todo y de todos. El mundo ha sido un lugar peligroso y si uno quería sobrevivir, debía desarrollar una capacidad para defenderse que excedía en mucho nuestros pocos años.
Así es que, también es natural que nuestras respuestas a las agresiones, carecieran de toda proporción, transformándose en reacciones instintivas, las que más de una vez nos han introducido en un sinfín de situaciones peligrosas. Como respuesta de los adultos, hemos obtenido más y más desconfianza para con nuestras buenas intenciones, que alguna vez hemos tenido.
Para un lobo de esta variedad, ocho años es infancia aún. Castigados físicamente por quienes debían enseñarnos, aprendimos a apretar los dientes y a acumular siniestras intenciones. 
Nuestros pares, hacían como podían según su aguante.
A los doce ya estábamos listos para saltarle al cuello a todo aquel que intentara aprovecharse del más débil y ni qué decir de aquel que osara hacernos sentir amenazados.
Donde los veo, los reconozco. A todos esos lobos que viven en condiciones miserables y sólo esperan su momento. El problema con ellos es que sólo viven de un lado. Nosotros, los que pasamos de ambos sin esfuerzo, hemos desplegado un talento muy especial para desaparecer y pasar desapercibidos. Por eso, somos los más peligrosos. Como un lobo adentro de otro. Nunca se sabe cual es el que está por salir. El lobo del conurbano.

viernes, 2 de septiembre de 2016

EL TRIPODE



Se nos ocurre que en nuestro progresivo contacto con el mundo a través de los sentidos (sensores), uno va aprendiendo a darle forma a ese mundo, significado e interpretación desde su temprano inicio, según las instrucciones de los que nos han precedido. No  nos interesa la cronología a lo largo de la cual van apareciendo las diferentes funciones que nos permitirán conformar un equilibrado y socialmente aceptable contacto y adaptación obediente al llamado medio socioambiental. Tampoco proponemos, ni desestimamos lo opuesto. Eso queda en uno.
Sin embargo, y sólo a los fines de esbozar una línea de largada, parece haber sido indispensable, una identidad basada en una individualidad a la que denominamos "yo", el cual según los expertos, se habría desarrollado con la urgencia que impuso la supervivencia. Así, nos distinguimos de los otros, amigos y no-amigos. Entraron en juego un montón de recursos para ello, proporcionados por más y más funciones cerebrales que iban surgiendo y que nos evitaban, aparentemente, una pronta extinción, como un prototipo más. La adaptabilidad parece ser una de las características más valiosas que surgió de la mano de nuestra reciente área prefrontal y todas sus admirables y complejas propiedades.
Sin la aparición del lenguaje, y sus atributos, no hubiésemos dominado muchas áreas vedadas a otras especies, entre ellas la capacidad de captar lo abstracto.
Como todo ser dotado de estas propiedades que se precie, capaz de dirigir sus actos con una intención, apoyarlos sobre un lenguaje cuyas señales iban destinadas hacia el otro, y hacia un si mismo, íbamos a utilizar otras referencias "externas" sin las cuales, no nos parece que podríamos haber llegado a funcionar en el mundo que así habíamos "creado". Esas referencias insoslayables fueron el espacio/ tiempo. Vale decir, el escenario, o lugar y el momento en que habríamos de ejercer las funciones almacenadas en nuestro cerebro como  la memoria, por ejemplo.
Sin ese par de coordenadas, el "yo" con el que nos habíamos identificado, se hubiese perdido. No tendríamos noción de un dónde ni un cuándo. De modo que no habría preguntas al respecto y menos respuestas. 
El gran tema surge, o uno de los grandes temas surge, cuando empezamos a preguntarnos un "para qué". Su contracara es "La Verdad", tema que por razones de extensión no es adecuado en esta entrada.
Nos parece, con toda humildad, que si no hubiese surgido esta temible pregunta, todo nos habría parecido más fácil.
Nos diferenciamos del resto del reino animal, tal vez, y hasta ahora parece no haber indicios en contrario, en que somos los únicos animales que se hacen preguntas que de antemano saben que no saben la respuesta. No solamente no saben, sino que intuyen, que jamás lo sabrán. No obstante eso, seguimos en la búsqueda de una respuesta que nos diera sosiego. De allí a colocar las respuestas en seres poderosos y la creación de las religiones y sus míticos y comunes orígenes, a muchos les ha brindado una salida a una colectora en la que ya todo parece estar en manos de un Gran Contestador que Todo lo Sabe y que Tiene un Propósito que tarde o temprano se manifestará o ya lo hizo y nada hay que temer. Todo no es más que un Gran Plan y como niños, nos abandonamos a su cuidado, protección y determinación de fines y propósitos para cada uno. Dando por hecho que es lo que más nos conviene, ya que, como niños que somos, no entenderíamos sus temibles manifestaciones y el profundo sufrimiento en que nos vemos sumergidos. Así que, no preguntemos.
La entrada en un mundo, por así decirle, sin ideas, (propósitos), sin referencias, sin ningún Gran Contestador, nos sitúa en el no-lugar/no-tiempo y lo que es más apasionante en un no-yo. Contrariamente a lo que se piensa, no hay desidentidad, despersonalización, aniquilación yoica o como quieran denominarla los expertos. Sólo hay que probar. Pusimos "entrar" a un mundo porque al principio, hace falta hasta la palabra indicadora de cierta ubicación, una flecha mental para no asustar a los desprevenidos. Tampoco es una audaz propuesta a retornar a la etapa del gateo o al  presuntamente seguro vientre materno. 
Para los otros, los que han "traspuesto" esa entrada, no es necesario ser tan explícito, ni tan complaciente. Saben que des-acondicionarse, no es cosa de un minuto. Poner en suspenso las creencias y frizar las opiniones por un rato, es un logro.
Saben que cuando lo logran, cuando se desprenden de la idea detrás de cada acto vital voluntario, ya están donde siempre han estado. Sólo que no sabían, ocupados sobreviviendo. 
Pensar que todo surgió estando con una mente sin idea, sin noción de un "yo", sin un tiempo/lugar y brotó la imagen de un triángulo (tres vértices de apoyo, conformarían un trípode), nos ocupamos que como un buen trípode, debía haber "un alguien" que maneje todas sus posibilidades, lo que sucede cuando nos limitamos a ser un trípode, nos pasa ésto. La descripción de las diferentes propiedades y funciones, lenguaje incluido, son sólo "aplicaciones" inherentes a nuestro trípode. A partir de allí ya el Blog se escribió solo. Hilosdepiedra.

viernes, 19 de agosto de 2016

UNA SENDA MÁGICA



Caminar por cualquier lugar, aunque sea habitual y de pronto el destello del descubrimiento, hace que se vuelva mágica.
¿Qué es lo que la vuelve mágica a algo tan banal y sin significado especial? Justamente eso. La magia es, intento acercarme a ella rodeándola, sin definirla, el instante que, fuera del tiempo, aún del lugar y de la conciencia de un "yo", surge una revelación que implica un sentido de trascendencia único e irrepetible. Cuando lo evoque, habrá perdido su esencia, y si como ahora, intento describir "el fenómeno", sé que lo estoy deformando sin que haya poseído forma alguna, pero lo estoy ciñiendo al molde de la palabra escrita.
Ésto fue así: observemos el mundo que nos rodea. En cuanto surge la idea detrás de lo percibido, se esfuma la perfección de ese actuar.
Una percepción es un registro en el que participa cualquiera de los sentidos. Observarlo sin nada que se parezca a una idea, hace que la experiencia sea completa. En cuanto dejamos que lo percibido empiece a cobrar "forma de idea", que ésta se vaya desplegando, se recorte, se ensamble, se articule, lo que sea, en forma de pensamiento, asociación, emoción, proyecto, recuerdo o cualquier operación mental, ese instante fugaz no inscrito en el tiempo ni en el espacio, esa revelación, se esfumará inexorablemente.
En el instante en el que demos cabida a la idea, habremos circunscrito, delineado lo observado. De por sí la operación intelectual es fragmentadora, así opera y por eso es incompleta. Observar sin pensar, es una experiencia totalizadora, lo más parecido a algo sin tiempo, sin espacio, sin un pensador que piensa. En esa observación "seremos", observador y observado dejará de ser un par de algos para ser uno con el Todo. Hilosdepiedra.


viernes, 12 de agosto de 2016

EL CORAZÓN DE LOS OPUESTOS




Desde que ayer surgió la "unión de los opuestos", volvimos.
Admitimos que debimos haber  re-instalado, sin notarlo, el diálogo interno. 
Porque así, de la "nada" misma, brotó la "necesidad" de hallar o comprobar la existencia de un tercer elemento en todo par de opuestos. Un tercer elemento aglutinante, unificador, un factor común. Cualquier par de "aparentes" opuestos, por necesidad tienen un elemento que los resume, un elemento en común y que comparten sin saberlo. De allí que en esencia, están constituidos de lo mismo.
Tomemos por ejemplo, el par Amor-Odio, ¿podría ser la pasión ese aglutinante?; El Día-Noche, ¿acaso la luz?; La Bondad-Maldad, el Cielo-Infierno, ¿Es acaso imprescindible hacer el ejercicio intelectual para que el elemento entre en juego y se manifieste en cada par de opuestos? ¿O alcanza simplemente con permanecer observando cómo la mente se esfuerza en la búsqueda de conceptos, ideas y más factores comunes a todas sus operaciones? ¿No alcanza con todo lo que hay que idear simplemente para sobrevivir en el mundo "real"?.
Por eso ayer, nos pareció de utilidad emplear el término "valor".
Valor como sinónimo de valía. ¿Realmente es algo valioso hallar el tercer elemento unificador como ejercicio en todo par de opuestos?.
Alcanza con unos pocos, nos impresiona como para justamente ser conscientes del "valor" que tienen los opuestos. Un valor relativo, formado por una construcción mental elaborada por y para que la mente se entretenga.
Así, sin que busque nada, su turbulencia cede, una sensación de "centrismo" se va apoderando de uno, aquel que renuncia a la idea, a lo elaborado, a la definición, ve, contempla los opuestos y siente la maravilla de la contradicción aparente, ambos opuestos tienen un mismo corazón que late al unísono, uno sólo debería observar y escuchar ése, su único latido. Hilosdepiedra.

jueves, 11 de agosto de 2016

LA PAZ EN LOS OPUESTOS



Hasta no hace mucho y aún después de varios años de práctica en la meditación, me acostumbré a hacerlo en una habitación ordenada, silenciosa, en penumbras o absoluta oscuridad, (hábito que aún conservo, pero por otros motivos que tal vez explique en otro momento).
Hoy, en Zazen, surgieron los opuestos. Luz/oscuridad; ruido/silencio etc.
Trascender fue lo que se inscribió en mi consciencia. 
Y continuó desplegándose: trascender es, de alguna forma, dejar algo atrás. Eso es, apegarse a un punto de referencia. No hay atrás así como no hay adelante.
Si ambiciono el orden, acondicionando los objetos (formas) tales como zapatos bien alineados, luz tenue o ausente etc., estoy apegándome a una idea. La idea del orden.
Si por el contrario, desordeno intencionalmente los objetos, introduzco ruidos ex profeso etc. estoy apegándome a la idea de logro, sumado esto a una intención de obtener silencio interno. Lograr meditar, obtener el silencio interno "a pesar de". Lo único que se obtendrá es una resistencia al desorden, caos y ruido y generar el deseo de retornar al silencio, orden y quietud externos.
De modo que ni trascender, ni permanecer en uno u otro polo.
Sin deseo de logro, porque no hay devenir en la meditación: no hay situación a la cual llegar. 
La unión de ambos extremos el caos y el orden, captando que ambos son producto de construcciones mentales, observando cómo se diluyen, sin que ninguno cobre entidad, ni valor, ni cualidad alguna, que sólo son relativos ya que ambos, como todo par de opuestos tienen en sí un origen un transcurrir y un final, será lo más cerca de lo absoluto que habremos llegado ahora. Hilosdepiedra.

"El que sabe", el "Tiempo y lo Sin Tiempo, pierden su tensión de opuestos: ya no son dos cosas distintas una de otra". Imágenes y Símbolos, Mircea Eliade.

martes, 9 de agosto de 2016

EL MITO Y LA MEDITACIÓN



Al decir de Mircea Eliade, la función del mito, además de referir un suceso en un Tiempo Sagrado, es situar al que participe en el ritual del mito, en un Tiempo fuera del tiempo profano, donde se sitúa su existencia cotidiana, tema al que nos referimos en entradas previas.
El mito tiene como requisito, el tener que ser compartido sólo en estaciones adecuadas, sacras, de noche, acompañado de rituales especiales. Es la única forma efectiva de revivir el mito, esto es, hacerlo eficiente en cuanto "sacar" del tiempo profano al participante.
Sólo por el hecho de escucharlo, de narrarlo, el tiempo profano queda abolido, al menos simbólicamente.
El hombre, es proyectado hacia el Gran Tiempo, rompiendo durante un instante, la duración, de "su" propio tiempo, el rutinario, el finito, el carente finalmente, de sentido alguno de trascendencia.
En la actualidad, pocas son las veces en que uno pueda participar de una experiencia semejante, al no pertenecer a ninguna sociedad que cultive el mito. Por lo menos, no lo hemos advertido. Casi nunca se ha permitido que olvidemos la así llamada "situación histórica", requisito indispensable para ingresar en la experiencia mítica. Renunciar a la "situación histórica", significaría sustraerse del soporte habitual de lo condicionado, vale decir, de las instrucciones recibidas provenientes de las pautas culturales en las que cada uno de nosotros se halla inmerso, o sumergido, según se aprecie.
Se nos revela, que tal vez la práctica de la meditación sea una forma de ser sustraídos de nuestro tiempo profano, de trascender lo cotidiano y la identificación que hacemos con lo que nos rodea, lo ilusorio, en definitiva ante lo infinito, lo incondicionado, territorios éste, si se nos permite "definirlo", donde toda identificación con lo impermanente, lo transitorio, lo ilusorio, el "yo" incluido, se esfuma.
Tal vez, no se ajuste a la re-creación mítica, en forma estricta. Pero no vemos algo más cercano a nuestra experiencia, dada nuestra proveniencia cultural, que la herramienta en la que puede transformarse la meditación profunda, transformándonos a la vez, cada vez que re-creemos la experiencia.
Asimismo, no habrá rituales previos o posteriores a su práctica, habituales en los mitos, pero lo que sí observamos que tienen ambos en común, el mito y la meditación es la transformación que se produce en el que actúa, en el que participa en su práctica.
En ambos, llegará el momento en el cual, quien practique, verá su ciclo profano tocando a su fin, como un círculo que va a cerrarse. Esto, puede ser la finalidad de repetir tanto uno como otra, rito y meditación: otorgarle al participante el don de experimentar que al ser menos que un soplo, menos que una hoja en la corriente de agua, pronto va a re-incorporarse a su sitio de origen, a una región donde no haya ni tiempo, espacio u obligación alguna de continuar desplegando su insignificante biografía. Hilosdepiedra.

miércoles, 3 de agosto de 2016

EL LOBO DEL CONURBANO: LA ZAMBULLIDA






Amo la flexibilidad del carnal. Del que retorna del infierno donde recae cada vez que puede. Amo al que no tiene dedo para señalar mis debilidades y múltiples imperfecciones, simplemente porque ya lo está usando para señalarse a sí mismo.
Por eso, últimamente, advierto un cambio sutil en mi "intento" al escribir éste, mi modesto Blog.
Veo que cada vez tienen menos peso para mi, las enseñanzas de los indiscutibles, de los llamados Grandes Maestros o como quiera. Obviamente que no es mi intención discutirles nada de nada.
Simplemente respeto el camino de cada quien, hasta del más inadvertido. Aprendí a descubrir la enseñanza en dos o tres palabras mal pronunciadas por una pastora de cabras, simplemente porque le faltan dientes. 
Uno puede zambullirse en el mar de lo mundano, de lo vulgar y siniestro. Puede decir que no posee apego cuando es capaz luego, de salir del agua, secarse y sentarse en la orilla simplemente viendo el agua mundana en la que uno estuvo chapoteando hasta hace un rato. Sin ganas de volver, levantarse, irse de la playa sin mirar atrás y sin saber si mañana o en un rato, querrá sumergirse de nuevo, sin culpa.
Tal vez, sea eso que no me transmitan los Grandes. O no tienen, o han vencido, trascendiéndolas, sus mundanas inclinaciones. No dudan porque han renunciado a preguntarse, porque el "peso" de las revelaciones que albergan los ha abrumado y su única preocupación, pareciera, es esconderlas de la curiosidad del profano, otro, igual a él que tal vez, se sienta, de un tiempo a esta parte, un poco más liviano, ya que la incertidumbre no pesa tanto, si se la sabe llevar con cierto estilo.
Mi debilidad es comprobar su debilidad. Aquella que no muestran. Aprecio su esfuerzo por mantenerse lejos del mar, o tal vez me gustaría conocer a quien se muestre de rodillas no por decisión de venerar nada, sino porque recién lo sorprendo levantándose de las más profunda de sus tentaciones. Hilosdepiedra.


viernes, 29 de julio de 2016

EL CORRAL DE LOS MONOS



No es un cuento. Los tres monos, acaso podrían abrir los sentidos, ocasionalmente y todos juntos salir a mirar más allá de su corral.
Aprenderían, de la manera convencional y fragmentada, vale decir, nuestra forma "humana" de aprender y aprehender, a organizar y desorganizar lo aprendido, como un juego.
Si somos conscientes, de alguna forma, siempre estamos en el mismo corral. Nos trasladamos tímidamente de un lugar a otro, siempre dentro de la misma cerca, respetuosamente.
Si la cerca no existiera, no habría límites. No frecuentaríamos el mismo tipo de cine, ni de libros, ni de autores, iríamos de a poco "depilando" las púas que constituyen nuestras creencias-caparazones. Renunciaríamos a seguir fielmente el pensamiento de tal o cual autor sólo porque "vibra" a nuestro/su compás. Como flautistas de Hamelin, por años, nos han guiado al son de "su" música. Arriándonos y encerrándonos en el corral de nuestras creencias/ sus creencias, que nunca dejaron de ser las del flautista. 
Va a ser un gran desafío. Observar y descartar. Disfrutando con cada ídolo,  tenga aureola o no, que, como vaca sagrada, caiga bajo el peso de lo liviano y recién descubierto. Hilosdepiedra.

viernes, 22 de julio de 2016

EL LOBO DEL CONURBANO: EL VER DE DON JUAN


El misterio que significó  captar la "diferencia" entre el ver y el mirar, aludidos por Don Juan y por cualquier Maestro de meditación, se "develó" (cómo si no), a través de lo experimentado.
Pensando en que todo empieza por lo leído, por el sentido que van tomando las palabras, hasta que desaparecen y dejan paso a los símbolos, estaba acodada mirando el toldo amarillo del vecino.
Esos símbolos, nos conducirán del mirar al ver.
Las palabras que componen los textos, las miramos y tratamos de darle sentido "racional", vale decir, fragmentado y adecuado a lo leído, estrictamente. 
Paulatinamente, lo leído desaparece (como el hielo en agua hirviendo), para darle paso a los símbolos.
El toldo que empezó a descorrer el vecino, como seguramente hace todos los días soleados, fue el símbolo, se descorrió para que dejara de mirarlo y empezara a verlo. Se "corría" para que entrara la luz, como si se hubiese descorrido para mi conciencia que en ese momento, y no en otro, por fin, lo vio.
Y todo cobró sentido. Hasta lo que había estado a la sombra.
Luego, como dicen los Maestros, el toldo siguió siendo el mismo toldo de lona amarilla que miro todos los días.
Esta experiencia, es la que origina, seguramente, la "otra mirada" a la que se refiere el Lobo del Conurbano en sus diálogos de medio alcance. 



martes, 5 de julio de 2016

EL LOBO DEL CONURBANO: LA PUERTA MAESTRA





Durante casi toda mi vida, he oído hablar de la "llave maestra", aquella que todo lo abre.
A lo largo de recorrer los mil y un caminos, puede suceder que todos ellos, sin saberlo, nos lleven, por fin a abrir la Puerta Maestra.
Todas las escuelas, corrientes de pensamiento, filósofos y Maestros, parecieran haber conformado un coro mudo, paradoja que con sus cientos de voces, un día nos hacen franquear esa, la única puerta.
Es así cuando arribamos al conocimiento. Las frases leídas una y otra vez, dejan de tener el sentido que tienen los conceptos para "ser". Cuando un concepto deja de serlo y se absorbe, se transforma en conocimiento. Absorción es integración, es pasar a ser parte de un todo y para ello es menester que se disuelva como tal previamente.
Es ese instante donde cobra sentido que Buda haya reconocido a su sucesor, sin palabra alguna. Bastó mirarle y vio su sonrisa ante la flor. En esa sonrisa había comprensión. Así ha sido la transmisión de los grandes: sin palabras.
Así también lo es la comprensión. Baste que se quiera transmitir, para que se diluya, se esfume el misterio del conocimiento. 
Por ello es que los Maestros de todos los sistemas han recurrido a las metáforas, a las parábolas, a los "mondos" con el discípulo. Es a través de este recurso que la mente puede esfumarse desde el entendimiento para transformarse en una mente meditativa, en los nudillos que han de golpear la puerta correcta, en otras ocasiones, la puerta se abrirá sola.
Hilosdepiedra.

miércoles, 22 de junio de 2016

EL LOBO DEL CONURBANO: CORTANDO PUENTES



Hasta hace nada, considerábamos a la rutina y los quehaceres cotidianos como un obstáculo para ser meditativos. A lo sumo lográbamos una atención lo más completa posible en cada acción. Hasta allí llegábamos. Luego enfocábamos con fastidio la rutina al tener que interrumpir la lectura, la meditación o cualquier otra acción que consideráramos creativa.
Al estar haciendo otra de las labores cotidianas ineludibles, nos surgió de golpe esta sencilla comparación que nos descorrió un velo sobre nuestras anteriores convicciones, las del obstáculo y el fastidio.
A la Vía Láctea uno puede considerarla como lo que aparenta ser a la luz de los estudios recientes, una galaxia o conglomerado de estrellas entre las cuales el sol y su sistema planetario son un componente más de la misma.
Tiene forma de espiral y entre las rocas se distribuye el hidrógeno. Sus elementos centrales son los más antiguos y en sus brazos espiralados se hallan los elementos de más reciente formación.
La forma "alternativa" de considerarla, puede ser, por ejemplo, iluminada por la luz del Mito Andino. Estos pueblos pre-hispánicos, consideraron a la Vía Láctea un "Ñan", un camino.
Este camino era seguido por los dioses y los muertos para llegar al mundo de los vivos. Así considerada, la Vía Láctea se transformó en un puente.
Bernabé Cobo transcribe una creencia ancestral: "Un gran río cruza el centro del cielo, al que llaman El Gran Cinturón Blanco, que desde abajo llamamos Vía Láctea". (W. Sullivan). También la denominaron "Sendero Fantasma".
También podemos, de manera convencional, definir una creencia como una ocurrencia tardía, una codificación ritual de una información económicamente útil derivada de la observación de la naturaleza y no susceptible de investigación científica.
En anteriores entradas hemos considerado el tema de la Vía Láctea, la constelación de la Llama y hemos coincidido con Sullivan, en que el Mito Andino debería ser considerado como un holograma. Cualquier parte de la imagen tridimensional, al descomponerla "es" la imagen completa, cada parte conteniendo al todo. Esto significaría que no puede comprenderse el Mito Andino si se sitúa por fuera de su referente astronómico. Así el camino de arriba, hacia la Vía Láctea es a través del solsticio de junio y el camino de abajo lo es tomando por el solsticio de diciembre. Los muertos deben cruzar el río turbulento para llegar abajo, guiados por un perro negro, donde habitan los antepasados. Los malos no consiguen cruzar. Restos de perros sacrificados se han hallado en las tumbas. El Padre Arriaga intentó erradicar la práctica de criar perros negros para dar cumplimiento a este proceso mítico-religioso, que incluía su posterior sacrificio con propósitos funerarios. El momento de salvarse la barrera entre éste y el otro mundo, era el amanecer del solsticio de diciembre. El tiempo quedaba suspendido en el horizonte. (Ver entradas antiguas sobre el perro negro y La llama celeste, en base a la obra del astrónomo William Sullivan). 
Lo anterior no significa que nuestra única alternativa sea el pensamiento mágico como defensa ante el "obstáculo" de la rutina y las obligaciones, o el refugio en mitos ancestrales. Es una guía por la que mantener la mente abierta a todo aquello que se presente, y que puede transformar todas estas rutinas en sucesos únicos e irrepetibles, como cruzar un puente para cortarlo después. Hilosdepiedra.

miércoles, 15 de junio de 2016

EL LOBO DEL CONURBANO: EL NUDO CONSCIENTE


Al quitar de la soga una chalina, que se estaba secando, vimos como uno de los hilos delgados de su trama se había enganchado, provocando un frunce en todo el sector de la tela.
Muy despacio, fuimos tirando de la tela hasta que el hilo acompañó el movimiento, estirándose hasta desaparecer  el frunce.
En ese momento, supimos que allí "había algo" pero no supimos ver nada y el instante pasó.
Al día siguiente íbamos caminando, atentos a los vaivenes mentales y surgió lo siguiente: Somos como un pequeño nudo en una trama inmensa que es el Universo. Si somos conscientes de ser un nudo, integrado en algo mucho mayor, de lo que formamos parte, notaremos que cada día habremos de sufrir "frunces", cuando quedamos "enganchados" con ciertas cosas.
La armonía de la trama se interrumpe.
Estar coordinados con el Universo, sería ser un nudo que sabe cuándo debe emerger, cuándo desaparecer engullido por la trama, cuándo resistir y cuándo aflojar para que la trama permanezca.
Asimismo, el saber que somos como un nudo, que formamos parte junto con casi infinitos otros nudo, de una inmensa trama, hace que perdamos de vista al "si mismo", al Yo, al protagonista de una historia, que mal que le pese al ego, es la misma para los nudos a los que sin verlos, estamos interconectados y en sincronía.
Hilosdepiedra.






jueves, 26 de mayo de 2016

EL LOBO DEL CONURBANO: LA LECCIÓN DE LA BARRANCA.




Hoy tenía pensado remontar a toda velocidad la barranca de la calle Montes Grandes. Es de mediana complejidad, hace una "Z" y es bastante pintoresca aunque no tenga, como las otras, vista al río.
Es por ella donde hace años, los lobeznos y sus amigos, se lanzaban cuesta abajo en carritos de rulemanes, estrellándose dos veces, sin variantes, al final de la cuesta en "Z".
Es por  allí donde han levantado sus mansiones desde un ex ministro menemista que supo hallar un filón, en sentido literal, lo que según él, dio origen a su fortuna, hasta una cotizada y muy bella modelo que supo deslumbrar muchas veces, bajando por la escalinata de la Piazza Spagna, y con la que su marido y manager, a su manera, también halló su filón.
Rodeando todo, innumerable cantidad de árboles en todo estado, secos, muertos, verdes y sin hojas, todos mezclados. 
Y allí tuve una visión, si se quiere, de la Naturaleza, como una Gran Mente albergando todo. Toda clase de seres, en cualquier estado, viviendo y muriendo, bellos y de los otros, resecos y sin vida, otros esperando que llegue la primavera.
Pájaros que no hacen la diferencia y todas las ramas les vienen bien.
Ricos, bellos, famosos y mi visión que también tenía su su sitio en ese instante fugaz de coexistencia.
Pequeña mente, ésta que albergo, que establece las diferencias y que en vez de albergar todo "sin preguntas", como la Naturaleza, se esfuerza en clasificar, categorizar, excluir.
Ha sido una gran lección para ésta ignorancia, que esté abierta a la lección de una barranca. Hilosdepiedra.


LA CARPA INMÓVIL





"El pasado, el presente y el futuro son sólo puntos, y el de aquí y ahora es el más importante. El aquí y el ahora es un punto que está unido al anterior y al siguiente. La vida forma una línea. Si nos encontramos en cada momento, en cada punto, podremos trazar una línea fuerte y bella".
"La carpa es el único pez que se queda quieto antes de morir. En el zen es un gran símbolo, como todos aquellos peces que duermen con los ojos abiertos; a causa de este hecho simbolizan el Despertar: Dogen ha dicho: Cuando la vida aparece, ha de vivirse totalmente, cuando la muerte llega, hay que aceptarla con serenidad"  De el capítulo Genjo Koan: Genjo son los fenómenos. Koan es la verdad eterna, la regla y no un enigma. El Genjo Koan saca a la luz la realidad última, en la cual todas las cosas tienen caracter propio y sin embargo son todas iguales respecto a su verdad.
Para afrontar la impermanencia lo importante es el aquí y el ahora.
Todo lo que nace desaparece.
Dogen advirtió lo que la ciencia está advirtiendo: hasta los átomos y electrones se reducen al vacío.
De allí su opinión del no-apego, actitud que está vinculada a la noción de vacuidad, del cuerpo impermanente.
Así, Buda fue por la Vía del Medio: la naturaleza impermanente de todas las cosas, la ley de interdependencia que las une y del principio único y eterno del que surgen todas las existencias.
De: El Tesoro del Zen de Taisen Deshimaru", capítulo "Genjo Koan", uno de los tres capítulos del Shobogenzo, del Maestro Dogen. Shobogenzo es el tesoro del ojo de la verdadera ley.

martes, 17 de mayo de 2016

HUELLAS EN LA ARENA



Así es nuestro paso por la vida. Pisamos la arena, y cuando apenas hemos retirado el pie, ésta ya se ha esfumado.
Será por eso, tal vez,  nuestra naturaleza hace que nos apeguemos a todo aquello que nos da sensación de eternidad, de permanencia.
Nos detenemos contemplando obras de arte de cientos de años, monumentos ciclópeos aparentemente incólumes e inmunes al paso del tiempo. 
No percibimos que tanto sus autores, como nuestros ojos que contemplan son tan fugaces como los ojos de miles que nos han precedido en la tarea del asombro y del arrobamiento por lo que pensamos permanente.
Como si de un deseo de "contagiarnos" de esa fugaz eternidad, se tratara.
Amigos y seguidores de lo permanente cuando nuestro sino, nuestra condición natural es la impermanencia.
Somos como el fuego que parece permanecer encendido y cada uno, en realidad, somos como sus llamas, brotan nuevas y se esfuman.
Aquí es donde tiene cabida la comprensión de "vivir el instante" en cada segundo que transcurre, perdiéndonos de vista, sin el protagonismo permanente que nos damos en la historia que hemos tejido como biografía. Es en ese momento, cuando dejamos de ser "sí mismos", donde se resuelve la tarea de llegar al fin sin ansiedad.


lunes, 9 de mayo de 2016

UNA HISTORIA JASÍDICA


Una historia común y que hemos leído proveniente de otras vertientes como el budismo, ésta es más o menos así: Un rabino famoso por su piedad de nombre Eisik y residente en Cracovia, soñaba que debía viajar a Praga. Allí, debía dirigirse a un castillo edificado sobre un puente, sitio donde hallaría un tesoro escondido.
Reiterativo, el sueño lo hizo por tres veces hasta que el rabino se puso en marcha para llegar a Praga.
Ubicó el el puente de sus sueños, una vez llegado. Se hallaba tan constante e intensamente custodiado por guardias armados, que no trató de acercarse.
Se mantuvo merodeando por el lugar, sin saber muy bien qué hacer.
Este comportamiento errático, llamó la atención del Jefe de los guardias. Se le acercó e inquirió por el motivo de su vagar por los alrededores.
El rabino, simplemente le contó el motivo de su viaje.
El Jefe asombrado no podía entender cómo un hombre había gastado tanto su tiempo y sus zapatos, sólo por ir detrás de un sueño.
"Si es por escuchar voces en sueños, agregó el militar, ¡también yo escucho voces que me ordenan viajar a Cracovia y hallar un tesoro que se halla en la casa de un rabino, detrás de su estufa!. Un rabino llamado Eisik. "Jamás se me ocurriría hacer tal viaje sólo para seguir mis sueños", concluyó el oficial.
Eisik, le agradeció su confidencia y volvió más temprano que tarde a Cracovia.
Llegado a casa, excavó detrás de su estufa y encontró un enorme tesoro.
El autor Heinrich Zimmer, describe el hallazgo como "el tesoro que pone fin a nuestra miseria", ese tesoro, nunca está muy lejos, no es necesario emprender una peregrinación para hallarle, está tan cerca como en nuestra propia casa, nuestro interior.
Detrás de un símbolo de calor y de vida: la estufa o el corazón de nuestra existencia. Esperando ser descubierto, luego de un profundo viaje hacia el ser que somos.
El hecho en sí, es que las voces que incitan búsquedas son comunes.
Agrega que además, quien revela el sentido de éste nuestro viaje profundo, es alguien que pertenece a otra creencia, un extranjero, y de otra raza.

jueves, 5 de mayo de 2016

COMER, MATAR E INMOLARSE



Para aproximarnos a la descripción de la realidad del canibalismo, hemos de hacerlo a través del conocimiento del Mito que le ha otorgado su origen.
Con excepción de aquellos pueblos que cultivaban cereales, los pueblos cultivadores de tubérculos, consideraron al hombre "actual" fruto de un asesinato primordial. 
Un ser divino, con frecuencia femenino, permite su inmolación para que los frutos puedan surgir y continuar la vida.
Esta muerte, al parecer, cambia la realidad de ese mundo hasta entonces libre del contenido dramático que toda inmolación conlleva.
Se inaugura, con esta Muerte, la imperiosa necesidad de lograr la alimentación, y esa muerte debe, paradójicamente asegurar la continuidad de la vida, a través de la sexualidad. La divinidad inmolada "convierte" así su cuerpo en alimento.
Los pueblos llamados "paleo-cultivadores" evocan periódicamente este acontecimiento mortal que inaugura la actual condición humana.
Es así que para ellos, el "verdadero pecado es el olvido" (M. Eliade). La muchacha, la Hija mítica asesinada y transformada en luna, debe permanecer tres días en silencio, luego de su menarca, en tinieblas. Si contraviene la regla y rompe el silencio de tres días (la luna permanece invisible tres días, en sus fases ), es culpable del olvido de el acontecimiento primordial. 
Tiene como función recordar cómo se inicia la condición humana.
Aquí es donde se inicia el canibalismo como rito. Todos los sacrificios animales y canibalismo tienen como finalidad recordar el asesinato primordial, la inmolación vinculada con la alimentación, la cosecha.
Una visión religiosa de la antropofagia, se abre para nuestros ojos prestos a juzgar en nuestra ignorancia "civilizada" y libresca.
Toda esa muerte es necesaria para asegurar la continuidad del mundo vegetal y la supervivencia.
"El hombre deberá matar y ser matado" (M. Eliade).
El canibalismo ha sido iniciado por Seres Divinos, situando a los hombres ante la responsabilidad de asegurar la continuidad de la Vida Vegetal, responsabilidad religiosa, si cabe.
Así, el hombre salvaje, luego de conocer el origen y en su condición de "ser caído", ya está consagrado a morir, a la sexualidad para continuar la vida y al trabajo.
Comentario acerca de "Mitos, Sueños y Misterios" de Mircea Eliade.

miércoles, 4 de mayo de 2016

EL SUEÑO DEL PARAISO PERDIDO



¿Quién mejor que Mircea Eliade puede introducirnos en el Mito del Buen Salvaje y el caníbal?. 
Haremos un breve comentario sobre el primero:
Desde lo más oscuro de los tiempos, por lejano, ha habido en la naturaleza humana, el sueño de volver, de recuperar un Paraíso Perdido. Genialmente, el autor lo denomina "Nostalgia del Paraíso". Curiosamente, esta "añoranza" no ha sido patrimonio exclusivo del hombre "civilizado", el "salvaje" también ha tenido consciencia de ser un "hombre caído", de haber perdido su "Paraíso Primordial". Su diferencia con el ser civilizado, es que el "salvaje" se esfuerza en recordar, en no permitirse olvidar su condición de ser caído. Le importaba por ello, los comienzos, aquello que había ocurrido en el origen, no necesariamente lo que le pudo haber acontecido a él o a alguno de los suyos. Le importa ese acontecimiento que provoca su caída, fuera de un tiempo con minúscula, para situarlo en el Tiempo, allí es donde lo mítico tiene su origen. Reforzado el mito con la repetición del hecho, que constituye la característica de todo mito: el vivir el hecho nuevamente, repetir el acto fundador de los Dioses hasta el infinito. A través de los místicos de todas las culturas es posible revivir estos hechos fundacionales, por medio del éxtasis. Es por su intermedio que los místicos acceden a la condición Paradisíaca que hubieron de experimentar sus ancestros. El autor sostiene que estas concepciones de espiritualidad pueden haber sido las que dieron origen a la poesía lírica, a la música, a la epopeya, parecen haber sido el producto de experiencias místicas de tipo chamánico.
Durante estas experiencias, de muy breve duración, les fue dada la posibilidad de acceder a "la condición edénica del Antepasado".
Comentario basado en "Mitos, Sueños y Misterios" de Mircea Eliade.

miércoles, 6 de abril de 2016

NUESTRO CHOQUE PERSONAL



Tengo que aclarar que por la mañana, hago dos sesiones de meditación: una breve muy temprano de escasos minutos, habitualmente menos de cinco y a media mañana una de treinta minutos. A la  sesión vespertina le dedico otros treinta minutos  y si esto no fuera posible, intento a media tarde. Esto es algo muy personal y que después de años de práctica voy flexibilizando acorde a la situación de cada día.
Esta descripción, trata de explicar lo que he observado en aquellos momentos fugaces de "visión profunda" que surgen, en las primeras horas de la mañana. Allí donde no hay preparación previa, ni de sentarse ni de "psicológicamente" disponer la mente para la quietud, ni nada en absoluto.
En esos minutos hay apenas concentración (Samatha), pero sólo con eso, suelen brotar "comprensiones globales" a partir de algún disparador cotidiano, una reflexión, una noticia, un pensamiento de otro etc. 
El único requisito, en mi caso es, unos minutos de soledad, permanecer conmigo, suspendido todo el accionar habitual de la mente, todo lo relacionado con planes o actividades que tenga para después. Sería un "ahora absoluto", sin referencia a presente, como se entiende habitualmente, sino al ahora de ese momento "meditativamente" hablando. 
Aclaro antes de seguir lo de "presente": ese término, a los fines de la meditación no sirve para mucho, en realidad es un obstáculo ya que hace referencia a un "concepto" que es el tiempo y a una "cosa" que puede ser medida. Sabemos que todo eso pertenece al campo de las fabricaciones del ser humano y que por lo tanto no tienen cabida en el "espacio" y en el "tiempo" destinados a la meditación.
Entre comillas ya que somos conscientes que son conceptos que sólo tienen la función de ubicarnos, de situarnos en un entorno "físico" y autorreferencial y nada más lejos de la meditación que tenernos como protagonistas en un tiempo y en un lugar. Eso debemos dejarlo de lado si queremos acceder a la meditación en sí. 
Por eso, hablamos de prescindir de toda referencia de tiempo, espacio, hechos, situaciones, planes, proyectos y menos si nos tienen como protagonistas cuando encaramos la meditación de los breves minutos.
Así es que llegados a este punto y luego de las explicaciones previas, e inevitables, mencionaré, nuevamente, que en la meditación de los breves minutos surgió la "no utilidad" de separar el afuera y el adentro cuando apreciamos determinada situación.
En definitiva la situación que llamamos "externa", por ejemplo, presenciar un choque de autos, va a terminar en nanosegundos siendo el producto de miles y millones de circuitos neuronales "internos" en acción, de los cuales las experiencias previas son un ingrediente fundamental, los recuerdos instantáneos que despiertan al revivir de modo inconsciente, algún choque previo que podamos haber experimentado, las emociones relacionadas, cómo atravesamos ese momento, cómo se procesó ese episodio al pasar a integrar el cúmulo de recuerdos, en resumen, en qué "lugar" lo ubicamos en la interpretación que hicimos luego de él y un montón de otras variables. Esto ya va perfilando que según cada uno de nosotros sea testigo del hipotético choque planteado más arriba, verá, percibirá un choque diferente para cada.
Por eso, nada menos fiable que nuestras percepciones, a las que debemos darle el relativo valor que tienen .Eso no nos transforma en incapaces o en zombies, nos transformará en seres conscientes de sus limitaciones, de lo variable de sus percepciones, de lo subjetivo que tienen sus interpretaciones a la luz de la biografía de cada uno, de la fragilidad de la memoria y sus particulares ediciones, de la volatilidad de su atención etc. a la hora de reconstruir un hecho.
Consideraremos, en este conjunto de variables, el estado de ánimo con que observamos "lo externo". No es la misma observación cuando acabamos de abandonar a nuestra pareja en el lecho armoniosa y amorosamente a lo que podamos percibir si acaban de despedirnos del trabajo.
Estas obviedades, sin embargo, no son tenidas en cuenta cuando enarbolamos nuestras ideas y opiniones sobre lo visto y oído, a las que nos apegamos y aferramos con uñas y dientes.
La meditación parte de otra "situación". Parte de una observación interna o externa (sigamos con la conveniente discriminación por ahora), careciendo de cualquier idea, percepción o recuerdo. Será fugaz la observación en esta circunstancia, es verdad. Aunque si logramos mantener la atención en el trabajo que hace la mente mientras asocia, recuerda, percibe, analiza etc. será ésta la mejor opción para una observación sin interferencias, sin un adentro y sin un afuera, aunque dure, lo que la meditación de breves minutos. Hilosdepiedra.

martes, 29 de marzo de 2016

EL JARDINERO AJENO



Cuando Dae Ju, vino por primera vez con el Gran Maestro, éste le pregunto: "¿Qué quieres de mí?".
Dae Ju le respondió: "Quiero que me enseñe el Dharma, Gran Maestro".
Éste le respondió: "¿Eres acaso tonto?". "¡Tú tienes el gran tesoro, el más grande tesoro del mundo y está dentro tuyo!, y vas por todos lados preguntándole a otra gente y pides su ayuda. No tengo nada para darte".
Dae Ju se inclinó con reverencia e imploró: "Por favor, Maestro, dime qué es ese tesoro al que haces referencia".
El Gran Maestro (Ma-Jo), dijo: "¿De dónde viene la pregunta que me haces?".
"Éste es tu tesoro, es el que está haciendo que preguntes esta cuestión a cada instante. Todo está contenido en este precioso tesoro depositado en tu interior. Está a tu disposición, puedes hacer uso de él en cualquier momento, nada le falta. Eres el propietario de todo. ¿Porqué, entonces estás corriendo hacia fuera de ti mismo y buscando cosas afuera para hallar la respuesta?".
Después de haber oído ésto, Dae Ju Alcanzó la iluminación.
De: Dropping Ashes on the Buddha. Maestro Zen Seung Sahn.

Para los occidentales, acostumbrados a encontrar las respuestas en lo externo a todas las situaciones en las que nos hallemos, a acudir a alguien supuestamente más capaz, más sabio, y en el que invariablemente depositamos nuestra creencia en que va a tener la respuesta a nuestras aflicciones, éstas enseñanzas nos suenan ajenas y poco convincentes acorde a las creencias a través de las que nos hemos acostumbrado a resolver ciertas cuestiones.
Nos resulta poco menos que imposible sentarnos en silencio, acallando el diálogo interno, observando en la máxima quietud tanto del cuerpo como la de la mente. Con los primeros "brotes" de respuestas iremos tomando confianza en nuestra propia capacidad de hallar allí nuestras respuestas, que siempre han estado, pero que necesitan de esa calma interior para aflorar.
Como la flor "Reina de la Noche", que se cierra al despuntar el alba, necesitamos el silencio interno para apreciar la flor que cada respuesta simboliza, y que se esfumará cuando nos integremos nuevamente al ruido y actividad de nuestra vida en lo cotidiano.
Hay que observar, por otro lado, que las personas a las que consultamos, son, como nosotros simples seres vivientes con las mismas dudas, temores y cuestiones existenciales y sus respuestas no son ni más ni menos que "sus" propias Reinas de la Noche",  y que han florecido pero sólo para ellos. Puede ser que a nosotros eso nos ayude tal vez un poco, porque es más sencillo buscar donde ya hay otro que ha hecho ese trabajo interno que es el investigar y observar dentro de cada uno, su reacción, sus emociones, sus condicionamientos, sus miedos, su sufrimiento etc. A la larga, esas "Reinas de la Noche" "prestadas" serán más que efímeras, y se extinguirán indefectiblemente, porque no brotaron en nuestro jardín interior. Esas flores ajenas, serán en todo caso, el resultado del trabajo de un jardinero también ajeno. Hilosdepiedra.