jueves, 26 de mayo de 2016

EL LOBO DEL CONURBANO: LA LECCIÓN DE LA BARRANCA.




Hoy tenía pensado remontar a toda velocidad la barranca de la calle Montes Grandes. Es de mediana complejidad, hace una "Z" y es bastante pintoresca aunque no tenga, como las otras, vista al río.
Es por ella donde hace años, los lobeznos y sus amigos, se lanzaban cuesta abajo en carritos de rulemanes, estrellándose dos veces, sin variantes, al final de la cuesta en "Z".
Es por  allí donde han levantado sus mansiones desde un ex ministro menemista que supo hallar un filón, en sentido literal, lo que según él, dio origen a su fortuna, hasta una cotizada y muy bella modelo que supo deslumbrar muchas veces, bajando por la escalinata de la Piazza Spagna, y con la que su marido y manager, a su manera, también halló su filón.
Rodeando todo, innumerable cantidad de árboles en todo estado, secos, muertos, verdes y sin hojas, todos mezclados. 
Y allí tuve una visión, si se quiere, de la Naturaleza, como una Gran Mente albergando todo. Toda clase de seres, en cualquier estado, viviendo y muriendo, bellos y de los otros, resecos y sin vida, otros esperando que llegue la primavera.
Pájaros que no hacen la diferencia y todas las ramas les vienen bien.
Ricos, bellos, famosos y mi visión que también tenía su su sitio en ese instante fugaz de coexistencia.
Pequeña mente, ésta que albergo, que establece las diferencias y que en vez de albergar todo "sin preguntas", como la Naturaleza, se esfuerza en clasificar, categorizar, excluir.
Ha sido una gran lección para ésta ignorancia, que esté abierta a la lección de una barranca. Hilosdepiedra.