Allan Collins, quien se doctoró en Psicología en la Universidad de Michigan en 1970, los descubrimientos sobre la "memoria semántica", los hizo asociándose con Ross Quillian, para comprender los mecanismos de la memoria humana.
Propusieron un esquema para comprender cómo funciona la memoria humana, focalizándose en cómo se organizan los conceptos con esta finalidad.
Así propusieron que: los conceptos se organizan en lo que denominaron "nudos semánticos". Se vinculan entre ellos por asociación. Por ejemplo, la palabra "lechuza" con nocturna, cazadora, vigilante etc.
La información se recupera al activar un primer concepto: lechuza. Activamos los conceptos que han quedado ligados a este primer concepto y otros relacionados: ave, vuela etc.
Así estos nudos se van ramificando, conectándose y formando lo que llamaríamos una "especie de arborescencia".
A su vez la información está almacenada en una red jerárquica: ave, ser vivo, etc.
Lo más notable es la economía con que se almacena la información: Lo haría en un único lugar de modo que no se retiene la lechuza vuela, el pato vuela, el papagayo vuela, etc. Sólo se retiene una vez y para todas las aves que vuelan. El volar es almacenado ligado al ave.
Otro nudo lo sería para almacenar aquellas aves que a pesar de serlo, no vuelan.
Como adherentes a la Psicología cognitiva, los autores reconocen los límites de su modelo y lo que pueda ser modificado, es más, el profesor Collins, considera incluso, la existencia de "redes paralelas", en el sentido que la rapidez de asociación entre componentes de diferentes redes estaría relacionada con su uso cotidiano. Ejemplo de ésto sería: escuela, compañeros. Su asociación sería más rápida que mesa y vidrio, a menos que ésta última asociación tuviera sentido para el sujeto. Su uso cotidiano acercaría a este último en velocidad al primer sujeto familiarizado con escuela-compañeros.