Nos sorprende el hallazgo, para nosotros buscadores, de pinturas rupestres donde es posible identificar figuras humanas montadas sobre el caballo silvestre pre-colombino.
Desconocíamos el hecho que los pobladores originarios hubieran entrado en contacto con una variedad de caballos silvestres anteriores a los caballos introducidos por la colonización. Para esta época, ya el caballo silvestre había desaparecido.
Las pinturas rupestres en las cuevas de Córdoba, representan indudablemente a los conquistadores montados en sus caballos.
Un investigador, llamado Asbjorn Pedersen ha descubierto en la zona del Parque Nacional Nahuel Huapí, cuevas y abrigos en los que observó representaciones de hombres montados a caballo en un estilo que para él no es ni colonial ni contemporáneo a la conquista. Los hechos geológicos circundantes revelan sin embargo, una gran antiguedad. En estas cuevas se han hallado restos óseos del caballo americano precolombino.
En las sierras peruanas se han efectuado hallazgos similares. Las observaciones descartan la presencia española en las pinturas.
Esta postura tiene sus detractores (Menghin), en cambio Ibarra Grasso apuesta a lo fehaciente de los datos anteriores.
Al caballo indígena americano, nunca se le domesticó, mucho menos se le crió. Lo que se hizo fue amansarlo al estilo de lo que hacen en la India con el elefante.
El panorama definido por Pedersen, es inédito y en su momento abrió un panorama para ahondar las investigaciones al respecto.
Diversos autores sostienen hallazgos similares de restos del caballo precolombino en zonas rocosas de Haití (Iván Sanderson, 1941).
En Yucatán, precisamente en Mayapán se hallaron huesos de caballos en el Cenote de Ch' en Mul, dos dentaduras de caballos parcialmente mineralizadas de mayor antiguedad que el año del descubrimiento, junto con alfarería maya: Pollock y Ray 1957; Ray 1957:278.
En Yucatán, en el complejo de cavernas de Totunen 1977, dos arqueólogos mexicanos hallaron alfarería y huesos de caballos fechados la primera en 900 a 400 a. C. y los últimos según el método del Radiocarbono en 188 a. C. (Schmidt 1988:250).
En St. Petersburg, Florida, Sorenson publica el hallazgo de restos de un mamut, un mastodonte y un caballo de 100 d. C.
Más recientemente, se detectaron vestigios de proteínas de caballo en una lanza precolombina encontrada, a propósito de la teoría que sostiene que antes de la conquista se utilizó la carne de caballo como alimento (2001 National Geographic).
Nos parece que este resumen de hallazgos, define una interesante línea de investigación, para establecer sin lugar a dudas, la presencia y utilización de un caballo en la América Pre-colombina.