Robert Firestone, ha denominado "la voz interior", y Aaron "pensamientos automáticos" a esa voz interna que todos tenemos y los tímidos aún más. En éstos, la voz se hace escuchar en forma admonitoria, con carácter francamente autocrítico, tachándose a sí mismos de "despreciable", "malvado", "indigno" o similares. Puede ser experimentada en forma de pensamiento consciente, aunque la mayoría de las veces es inconsciente o sólo parcialmente consciente.La mayoría de las veces, nos sentimos avergonzados, o nos damos cuenta de un error cometido o atormentarnos con el pensamiento: ¿Cómo creo que estoy capacitado para determinado trabajo al que aspiro? etc.
Según Firestone, el origen de estos mecanismos podrían originarse en una experiencia de la infancia de abandono o confusión que nos habría impulsado a crear un vínculo con los padres, como una "conexión ilusoria" a la que denomina "Vínculos imaginarios", que hacen buenos a los padres y "malo al niño", cuya finalidad será la de sobrevivir. Esta necesidad seguiría estando presente aún en la ausencia de los padres, cuando ya adulto, no dependa más de ellos.
La voz punitiva de esos padres pasará a ser de la pertenencia del tímido. Así el terapeuta irá desgranando términos intercambiables: vulnerabilidad, ansiedad, ansiedad, dependencia etc etc.
En la terapia, los pacientes aprenderán a externalizar las manifestaciones de la voz interior, sacando a la luz su acoso y transformando su actitud negativa en una perspectiva más objetiva, liberando toda suerte de emociones negativas que correrá paralela a una profunda comprensión.
Refiere el autor que es fundamental analizar los factores que determinan el surgimiento de la voz excesivamente crítica, prestando atención a nuestras reacciones desmedidas. Aplicado esto a nuestras relaciones interpersonales.
Contestar a diario: ¿Cuándo nos alteramos? ¿En qué contexto? ¿Con quién? ¿Cómo compararías lo que se nos dice con lo que decimos de nosotros mismos?
Poner en altavoz los pensamientos que surgen cuando nos irritamos.
En las personas tímidas se lleva a cabo un diálogo interior autocrítico. El experimento llevado a cabo por autores gestálticos, consiste en "invertir" las situaciones y expresarse como si uno fuera la voz que nos reprocha, invirtiendo los roles. Comenzando con las frases: "Tú debes" etc como si fuese a otro a quien observas. Luego reasumir el papel de "criticado" invirtiendo nuevamente los roles , así una y otra vez siendo conscientes de lo que decimos cuando somos nosotros o la voz interior. Notaremos cambios de entonación en la voz, advertiremos que estamos a la defensiva, inventando excusas, a veces podremos captarnos como un padre "protector" que lo que hace es tratar de mantener el control para "hacernos" mejores, o puede aparecer la voz de un jefe etc. Es imprescindible exteriorizar la voz interior. A los mensajes negativos de la voz interior, podremos ir contraponiendo otras afirmaciones que empiecen a dar por tierra sus aseveraciones destructivas para con nosotros. Escucharnos oponiéndonos a ser calificados de determinada manera que nos desmerezca. Este es uno de los muchos caminos que el ser humano puede emprender y experimentar el resultado de sus propias creaciones constructivas y no fantasiosas.