martes, 7 de abril de 2015

COMO UN ANIMAL EN INVIERNO




Una mente analítica, que se maneja por conceptos e ideas es una máquina que necesita del combustible de las ideas, conceptos y demás propiedades relacionadas, para funcionar correctamente en el mundo de las ideas, conceptos y demás propiedades relacionadas. Nunca va a saciarse. Siempre andará a la búsqueda de más. Como un animal en invierno, percibirá sus carencias, su angustia por la escasez nos lanzará a una interminable cacería de autores, ideas, líneas de pensamiento. Todo aquello parecido al alimento. Una promesa de saciarnos para luego volver a roer las entrañas, y allí vamos por más. 
Una mente meditativa, ya lo tiene todo. Se sacia en si mismA, se equilibra, percibe su accionar, no su actividad. Actividad es lo que hacemos para saciar la mente analítica. Cuando en verdad accionamos, sólo advertimos lo que ya nos acompaña. Con poco nos alcanza para captar un mundo diferente al obtenido con el esfuerzo del razonamiento. Un mundo que subyace quieto y muy productivo, a la vez, que nos dispone a la percepción de lo que siempre estuvo allí y que se nos ofrece apenas estar atentos a lo que surge del interior de esta mente quieta y silenciosa. Mente que observa surgir los pensamientos sin tratar de hacer nada con ellos. Sólo observarlos, ver de qué manera van espaciándose, en determinados momentos, hasta que se extinguen, donde ya no nos percibimos como "los autores del pensamiento", nuestro "si mismo" se esfuma y sólo hay aquello que experimentaremos sin palabra y sin definición alguna. Sólo hay que estar sin querer llegar a ninguna parte ni alcanzar ningún estado maravilloso sin expectativa de logro, solo estando aquí, ahora y así. Hilosdepiedra.