viernes, 13 de febrero de 2015

EL HOMBRE-ZORRO




Una noche, luego que la reunión Zen hubo terminado, el Maestro Bai Zhang se dio cuenta que no todos se habían dispersado. En el fondo de la Sala de Meditación, todavía quedaba un anciano.
Se acercó al hombre y le preguntó: Dígame, señor, ¿a quién o qué está buscando?.
El anciano respondió: No, no "señor". No soy en absoluto un ser humano. Soy un zorro salvaje que simplemente habita el cuerpo de un hombre.
El Maestro quedó naturalmente sorprendido. ¿Cómo adquiriste esa condición?.
"Hace quinientos años era el monje prior de este monasterio. Un día, un joven monje se acercó y me preguntó: Cuando un hombre consigue la iluminación ¿está sujeto a la ley de Causalidad?. Atrevidamente le contesté: No, está exento de la ley.
Mi castigo por esta falsa y arrogante respuesta fue que mi espíritu se cambió por el espíritu de un zorro salvaje, y por eso corrí a las montañas. Como hombre-zorro no puedo morir, y,  mientras persista mi ignorancia debo continuar viviendo en esta desdichada condición. Durante quinientos años he paseado por el bosque en busca del conocimiento liberador. Maestro, le suplico que se apiade de mi y me ilumine de verdad".
El Maestro Bai Zhang le habló amablemente al hombre-zorro. "Hazme la pregunta que el joven monje te hizo, y obtendrás la respuesta correcta".
El hombre-zorro obedeció. "Maestro, deseo preguntarte esto: cuando un hombre alcanza la iluminación ¿está sujeto a la ley de Causalidad?".
Bai Zhang respondió: "Si. Nunca está exento de la ley. Nunca podrá cerrar sus ojos a las posibilidades de la causa y el efecto. Debe seguir atento a sus acciones pasadas y futuras.
De repente, el anciano hombre-zorro obtuvo la iluminación y quedó libre. ¡Al fin, dijo, estoy liberado!

La disciplina es el fundamento sobre el que descansa la iluminación. La disciplina regula nuestro comportamiento y lo hace estable. La constancia se hace firmeza y esta es la que produce sabiduría. 
Un simple éxito en meditación, no borrará nuestras malas acciones. Hay que estar atentos.