miércoles, 25 de febrero de 2015

ADIESTRAMIENTO MENTAL (PARTE I)




En tantos años que llevamos ahondando en el pensamiento budista, hemos hallado diversos textos  de autores algunos de los cuales tienen para nosotros, todavía el aura del misterio y la escasa comprensión. No desesperamos y tal vez, día llegue que “captemos” esta su esencia, ancha y angosta a la vez.
Hemos tropezado con el concepto de TONG-LENG, esto es el “Adiestramiento Secreto”. En principio son ocho los pasos, comenzando con los dos primeros. Por aquello de "dividir el pastel en porciones manejables".
Son técnicas que requieren la proverbial atención de cada instante, de cada día, sea cual sea la manera que se presente. Pensamos que es posible, luego de práctica ardua y sincera, se haga parte de nuestro ser y de nuestra manera de manifestarnos ante el mundo en el que hemos elegido permanecer.
El primer punto comprende el AFECTO. Es la base de todo y desde el nacimiento está presente. Dependemos de otros seres para todo: desde la comida hasta la fama y el éxito. Por eso deberíamos contemplar con afecto a los semejantes. Cuando se piensa sólo en uno, la mirada se estrecha, los miedos se acrecientan y eso ocasiona sufrimiento. Al pensar en otros con afecto, LA MENTE SE EXPANDE. Es una forma de ir más allá de los propios problemas y cuidar de los demás. NUESTRA FORMA DE PENSAR PUEDE CAMBIAR NUESTRA EXPERIENCIA. Parte de nuestra alegría y felicidad se basa en la capacidad de considerar el bienestar ajeno, de paso, se verán realizadas las propias aspiraciones. El desarrollo de la empatía con todo ser capaz de sentir dolor y experimentar felicidad, vendrá como una consecuencia de todo esto.
LA COMPASION (segundo) es el deseo de ver liberado al otro de su sufrimiento. Sin pena por él. Entendiendo el sufrimiento. El amor afectuoso es el que desea la felicidad para los demás.
Cuando estos sentimientos van dirigidos a seres muy próximos, se origina un tipo de amor vinculado con EL APEGO, va ligado a sentimientos co-existentes como el enojo y el odio. El más pequeño incidente va seguido de su opuesto emocional, de modo que en vez de desear que la otra persona sea feliz, uno le puede llegar a desear la desgracia.
La compasión y el amor verdaderos en el contexto de adiestrar la mente, está basado en el simple reconocimiento que otros, al igual que uno mismo, aspiran de modo natural, a la felicidad y a eliminar el sufrimiento y tienen el derecho natural de satisfacer esta aspiración básica. La empatía que se desarrolla hacia una persona basándose en el reconocimiento de este hecho básico es la COMPASION UNIVERSAL. Acá no hay prejuicio, no hay discriminación.
La COMPASION puede ser extendida a todos los seres sintientes y ADIESTRAR LA MENTE, significa cultivar pensamientos de imparcialidad y ecuanimidad, esto es que los sentimientos no empañen las decisiones.
Reflexionando sobre la naturaleza fluctuante de las relaciones con los demás en el potencial que tenemos los seres sintientes para ser amigos y enemigos, desarrollaremos pensamientos de imparcialidad y ecuanimidad.

La práctica de cultivar la ecuanimidad, implica DESAPEGO. Este desapego quita la espina de las emociones discriminatorias basadas en la lejanía o proximidad con los demás. De allí será propicio el cultivo de la COMPASION.