sábado, 27 de junio de 2015

SOMOS LO QUE CREEMOS ( PARTE I )




Albert Ellis ha reunido en sí la combinación ideal de la Psicología y la Filosofía. Considera que los cambios observados en la terapia, es necesario que asienten en una base firme para que se mantengan a través del tiempo. Están comprendidos en este planteo las conductas, los pensamientos y las emociones del paciente. Así ha sido el creador del método TREC o terapia racional emotiva. REBT en inglés.
Para Ellis, las conductas solo serán duraderas si además de la palabra en la terapia interviene el accionar atento de su propia conducta por parte del paciente. De esta forma, protagoniza y asiste a su propio cambio cuando lo aplica activamente en su conducta cotidiana.
Para el autor si se focaliza solo en la palabra, los pensamientos pesimistas han de regresar así como los estados humorales relacionados con estas "ideas oscuras".
Aquí es donde Ellis apela a la Filosofía. No solo habrá descubrimientos por parte del paciente sino que deberá haber un cambio en su "filosofía de vida". Los pacientes experimentarán con estrategias que les permitan afrontar las diferentes dificultades vitales, de forma permanente.
Su filosofía parte de que el hombre ha ido "construyendo" aquello que ha vivido, su visión del mundo está sentada sobre estos cimientos y el enfoque personal que cada uno vaya delineando.
Sostiene que hay una "tendencia biológica" que poseemos para construir nuestra vida emocional e intelectual. De este modo hay un accionar sobre la conducta que llevará a cabo el paciente pero además habrá una profunda reflexión por su parte para cambiar su enfoque y perspectiva  que sostengan los cambios logrados.
Este "armazón" terapéutico es denominado por el autor como "constructivista" ya que apuntará a lo psicológico y a lo filosófico.
La TREC, hace responsable a cada cual de la vida alcanzada y ofrece la posibilidad de cambiar a través de la acción.
Si el mundo que creamos nos trae infelicidad, Ellis propone apuntar directo a la misma fuente que hizo posible este mundo. La fuente incluye los pensamientos, las actividades cognitivas y las creencias.
Admite que numerosas creencias son subyacentes, y allí se emplea a fondo para sacarlas a la luz desde el inconsciente. Aunque Ellis sostiene que no están situadas en un plano tan profunda que nadie pueda hallar sus raíces. 
Las más "rebeldes" son las creencias irracionales y son las responsables de dejarnos a merced del infortunio. Estas surgen como producto de una interpretación errada y negativa de situaciones y del mundo en general que poco tienen que ver con lo que realmente sucede.
El punto central es que las creencias surgen o intervienen entre los sucesos vividos y las consecuencias que tendrán para nosotros.
Es por ello que para Ellis, es la cognición la protagonista tanto en la aparición del conflicto como en su mejoría.