miércoles, 24 de junio de 2015

SIGAN SU CAMINO



Los autores que se enfocan en el tema del "entrenamiento mental y el desarrollo de la mente", coinciden en practicar en lo cotidiano uno de los puntos más útiles y difíciles de lograr: Mirar sin Juzgar.
La oportunidad aparece si estamos atentos: una fila de espera en cualquier sitio, de trámite o esparcimiento. Nada hay tan perjudicial para nuestro ser interior que el involucrarnos en la queja común de quienes hacen fila y esperan "desesperando". Cambiar esto puede ayudarnos no solo a atravesar el momento en forma provechosa sino que además, si lo podemos convertir en hábito, nos sustraerá de futuros malos momentos, evitando transformarnos en espectadores e involuntarios participantes de protestas estériles, rabias mal manifestadas, que solo se traducen en sensación de impotencia y se comparte "el ser aplastado" por sistemas burocráticos injustos pero que en definitiva, hagamos lo que hagamos, no se modifican. Sustraerse a estos momentos cotidianos es un arte. El ejercicio propuesto no nace de la impotencia solamente, de la indiferencia o de la resignación que genera sufrimiento. Nace de la resolución  genuina de experimentar en libertad. "Ahora elijo no enojarme, ni hacerme eco de las protestas que en forma de murmullo o en voz alta me están rodeando". Ejerzo mi libertad de observar sin juzgar, sin tomar partido, observando solamente, atento a mi respiración. Si experimento ira, también la observo, la sigo hasta que veo cómo se diluye. Está comprobado por Neurociencias, que la ira aumenta cuando tomamos contacto visual con el causante de ella. Por lo tanto, si no puedo alejarme del foco de conflicto, bajaré la vista y la enfocaré en un punto en el suelo, sin renunciar a mi respiración consciente.
Cuando llegué a la conclusión que lo que sucede "no depende de mí", estaré listo para soltar mi último vínculo con una situación de violencia, que pueda llegar a encadenarme.
Me entregaré voluntariamente sólo a aquellas causas en las que decido involucrarme. No seré arrastrado por la influencia externa de la ira que es producto de la mente de todos aquellos a quienes no juzgo, pero que a los que fervorosamente  sugiero "sigan su camino". Hilosdepiedra.