Para Italo Calvino un clásico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir, es un libro de relectura, de descubrimiento constante, cargado de huellas y señales, que suscita incesantemente "polvillo de discursos críticos" y que en definitiva sirve para definirse a uno mismo en relación o quizá en contraste con él. Charles-Augustin Sainte-Beuve.
"Un Mundo Feliz" de Aldous Huxley, hoy, es "nuestro clásico". Escrito en 1931, se acerca peligrosamente a nuestros paradigmas. Tal vez entonces, estaba la semilla (casi con seguridad) de este mundo que a veces, nos explota en la cara. Si bien es pre-nuclear, en cuanto a la explosión de la bomba, contiene sus respetables "megatones" listos para ser detectados por las conciencias. Un mundo en el que nadie quiere sufrir, como en ninguno, pero en el que se cuenta con el maravilloso "Soma", la sustancia que en gramos es administrada por los líderes para que los miembros del mundo no solo no sufran, sino que experimenten una felicidad permanente, como unas vacaciones perfectas.
Divididos en porciones genéticas distintas, acorde a la labor que la organización tiene planeada para cada grupo (desde los privilegiados alfas hasta los epsilon categoría más baja), estos seres viven en su mundo sin más conciencia que la del disfrute, aprovechando lo que les brinda la tecnología. Obviamente que un epsilon solo podrá asomarse a su mundo laboral a través de la nulidad intelectual, ya que su tarea específica así lo demanda.
Con este criterio de "selección utilitaria", habrá enanos para trabajar en posiciones corporales que serían molestas y no rendidoras para un ser humano de estatura "normal", habrá quienes toleren el calor más salvaje ya que su genética habrá sido diseñada para repeler el frío, etc.
Gracias a las investigaciones, casi no quedarán enfermedades de las cuales morir. La edad de sesenta años, la más apropiada para la muerte, sobrevendrá en cuerpos tan cuidados y juveniles que ni aparentan la edad que en verdad poseen.
El sexo sin límites y sin embarazos será la regla y gracias a la educación "hipnogógica", (adoctrinamiento durante el sueño), los niños sabrán qué hacer con el sexo, las prevenciones y serán poseedores de una gran cantidad de slogans con los cuales habrán de manejarse en su rutina cotidiana.
Como los habitantes de este mundo carecen de padres ya que son productos de una especie de vivero, donde se van corrigiendo defectos y destacando futuras cualidades según la clase a la que pertenezca el embrión, carecen de conceptos de vínculos, paternos, maternos, filiales, de pertenencia alguna, como no sea al frasco de origen.
Dios y sus atributos, han sido reemplazados por la palabra "Ford", en alusión al automóvil. Así no es raro tropezarse con expresiones como:" Oh Ford"!.
Aquí los rebeldes, aquellos que deberán ser corregidos, o segregados si son renuentes a la re-orientación, serán los que tengan conciencia, los que reflexionen acerca de la vida, de su rol, de su futuro como individuos, aquellos que osen experimentar el sufrimiento de estar vivos y que renuncien al soma.
Cuando en aquel que lee, se despierta la comparación, el "fantasma de los paralelismos", le quedan pocas opciones: o sigue así, sabiendo que es un buen camino,a pesar de todo, o se refugia en nuestro "soma" de cada día. Hilosdepiedra.