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DISEÑO: EL LABERINTO DE CRETA. ( MODIFICADO) |
Continuando lo que iniciamos de acuerdo a las investigaciones de Gerald Edelman (El escenario de la conciencia), incluimos algunos puntos de su teoría de la construcción de la conciencia desde un punto de vista neurobiológico. Dista bastante de la apreciación budista y uno es consciente que este aspecto desde la ciencia es interesante, nos da placer desarrollarlo, introducirnos en el cerebro como órgano, con la mente atenta y apreciamos las diferencias.
Unos sirven al mundo de los fenómenos y son necesarios. Los otros permanecen en el fondo observándolo todo. Hilosdepiedra.
Según Edelman, podría distinguirse una conciencia primaria, en los comienzos de la vida humana, que percibe al mundo pero no el "sí mismo". Nos damos cuenta de las cosas del mundo. Acorde con ésto, antes de la aparición del lenguaje, surge una capacidad de "formar conceptos". Vamos siendo cada vez más capaces de "categorizar", cada vez en mayor extensión. Observa que sin una memoria "a largo plazo", esto no sería posible. Para el autor, "recordar es realizar un proceso de recategorización continuo y dinámico", reaccionando de acuerdo con ello. El cerebro "ubica" por así decir el contexto donde quedó grabada determinada información, e introduce las correcciones necesarias de acuerdo al nuevo contexto. Esto se debería a una "rediseño" en la población neuronal. Somos capaces de darnos cuenta que las circunstancias han cambiado, se parecen pero son diferentes. La memoria, si intentáramos reeditar la experiencia en forma exacta, sería incapaz de hacerlo, ya que en el medio, entre la experiencia primitiva y la actual, el cerebro ha continuado modificándose, continuó evolucionando. Podría decirse que jamás somos los mismos, entre una y otra evocación. Se nos ocurre que "Funes, el memorioso, conocería el alivio de una tregua a sus desvelos".
En este camino de aprendizaje, el organismo sabe de generalizaciones y por ello va optimizando su comportamiento.
Los conceptos que se han formado (categorizaciones), se hallan en áreas especializadas de la corteza frontal (nuestra última adquisición). Dichas áreas organizan conceptos de acuerdo a valores biológicos y sólo parecen ser capaces de recibir señales que provienen del interior del sistema cerebral.
El cerebro va a realizar sus mapas de acontecimientos externos y también será capaz de registrar sus propias actividades. Va a conservar la huella de sus actividades pasadas (nuestro particular "Historial"), así como va a recurrir de los conceptos que ya haya formado. Ya estaría listo el sistema para que otra forma de conciencia tenga lugar.
En un momento dado, la conciencia incorpora "el presente", no solo ya capta las cosas del mundo. Para Edelman, sería "una dimensión de actualidad", como un "presente rememorado".
Aquí tal vez, se instale su concepto, para nosotros más fascinante: "Nuestras sensaciones, en el momento que las experimentamos, son "categorizaciones" de relaciones establecidas ANTES, y que se expresan, gracias al operar en conjunto del cerebro, como presentes y en forma simultánea". Estas categorizaciones previas, son las que Edelman llama "Mapeados Globales", ya existentes (¿circuito impreso?) y reactivados en el momento presente, cuando la percepción entra en juego. Recordamos que la percepción se establece gracias a la existencia de los sentidos. Aquí volvemos nuevamente al tema de escenario: asociando diferentes presentes del entorno (correlaciones de Edelman), el cerebro los correlaciona y crea el escenario, donde lo percibido "pasa" a ser "real". Nos parece una misteriosa correlación con lo que el Zen expresa de la "realidad", cuando la ubica casi más cerca de la ficción de lo que estamos dispuestos a aceptar. Utilizando la historia y el entorno ya se han bosquejado nuevas relaciones. "Toda sensación o percepción consciente es un PRESENTE REMEMORADO".
Esta conciencia primaria es la que permitirá entre otras funciones, evaluar y rectificar errores, y será necesaria para la aparición de una conciencia de orden superior que no se ajustará al presente sino que va a posibilitar el nacimiento de un Yo personal. Un ser consciente de si mismo, de sus acciones del pasado y lo que puede entrever como un futuro. Va a ser consciente de la importancia que tiene su memoria a largo plazo.
Esta conciencia nos permite reflexionar sobre la vida, nosotros, lo que sentimos. Para Edelman esto es posible (tal vez única especie que la posea), gracias a la existencia de un área del lenguaje, que permitirá la aparición de esta conciencia de orden superior.
Gracias a los centros del lenguaje, el cerebro será capaz de realizar relaciones cada vez más extensas y complejas. El lenguaje le permitirá manejarse con símbolos como pueden ser conceptos sofisticados. Será el "creador" de su propio mundo. Esto puede constituir la llamada "memoria simbólica". El lenguaje introduce a la "semántica" (la significación) y la gramática o "sintaxis". Podría ser considerada una memoria "suplementaria", capaz de nuevas asociaciones sin dejar de lado a ninguna de las relaciones establecidas por la conciencia primaria.
"El desarrollo de una conciencia superior aparece con la posibilidad del lenguaje", Edelman.
Por último, y como consecuencia de todas las adquisiciones, surge uno de los principales conceptos: "El si-mismo y El no-si mismo", aparece la conciencia del pasado y la posibilidad de retroceder hasta allí. Surgirá "el consciente de ser consciente". La conciencia superior permitirá la instalación de "una vida interior individual".