Gerald Edelman, es otro de los investigadores que nos interesa en sus teorías sobre la conciencia. Autor de "Darwinismo Neural", Premio Nobel de medicina, Neurobiólogo, es quien sostiene lo que nos parece fascinante acerca de la organización del cerebro, desarrollando una especie de "asimilación" a la teoría de la selección natural propuesta por Darwin. Así, descubrió un gen específico que controla el "´pegado" de las neuronas, una adhesión neuronal en determinada zona desde la cual procederán a expresarse. Lo observado lo aplicó para describir una posible "Organización del Cerebro" y una vinculación con nuestro sistema inmunitario.
Propuso una "selección" de un grupo neuronal ya en el momento de su constitución, y luego a lo largo de la vida. Siguiendo un procedimiento análogo al descripto por Darwin, propone que la organización y la evolución cerebral se hace sobre la base de estos postulados. Por lo cual, nuestra conciencia surgiría de las redes y "mapas" neuronales seleccionados y mantenidos en relación. Esta teoría fue presentada en 1987.
Autor de "Biología de la Conciencia", se empeñó en descubrir cómo la materia "se vuelve imaginación", una conexión entre el mundo (objetivo) y la experiencia consciente (subjetivo), con un fondo genético de cada uno, lo psicológico, plantea un amplio escenario sobre el que nuestra mente se despliega.
A la manera darwiniana, aplica la variación y el sentido de perpetuación, y los propone como elementos comunes a la selección neuronal. Esto hizo Darwin para tratar de explicar la evolución de las especies. Edelman aplica estos principios al cerebro.
Así propuso que las neuronas agrupadas en redes interactúan con otros grupos formando verdaderos mapas neuronales. Todo esto es resultado de una selección, una muerte y una actividad de determinadas neuronas y su ubicación en zonas específicas gracias a su desplazamiento. A ello le siguen modificaciones funcionales hasta formar un sistema al que se podría considerar como surgido de estos procesos: selección, conexión y adaptación funcional.
Esto se inscribe en un ámbito de creciente complejidad y actividad llegándose a formar complicados sistemas de "reentrada", intercambio de señales, entre los mapas de corteza y tálamo cerebrales. Determinan verdaderos "bucles" de actividad cuando manifiestan determinados procesos, pudiéndose establecer verdadera "cartografía cerebral". Propone que las señales que entran, que salen y que vuelven a ingresar a nuestro cerebro son primordiales en la realización de funciones psicológicas superiores: percepción, memoria, atención, lenguaje y conciencia: COGNICION.
Descartó una organización cerebral como "una jefatura" y una "administración", sostenida hasta entonces. Postuló en cambio que en el cerebro hay un constante flujo e intercambio de de señales, que se establece en forma paralela y masiva entre los grupos neuronales, entre bucles (actividad en el interior de estos grupos, que permiten el acceso en todo momento a la información), entre los mapas córtico-talámicos. Así, este "decorado" está listo para la entrada a escena de La Conciencia.