domingo, 29 de marzo de 2015

BATIR DE ALAS



Una reflexión de Sallie Nichols, "El Diablo en el Tarot", autora de "Jung y el Tarot: un viaje arquetípico" (Edit. Kairós), estudió en el Jung Institute de Zurich, enseña simbolismo del Tarot en dicho instituto en Los Angeles.
Esta autora, sostiene que la figura del diablo pertenece al cielo, como figura arquetípica, ubicada en la parte superior de la la carta del Tarot.
El diablo, aunque arrogante y ambicioso era, sin embargo muy seductor. Utilizó esta arma para "organizar una rebelión a espaldas de su jefe". Celoso de su amor, gustaba fantasear con que era su hijo predilecto. La humanidad representaba su rival más amenazante.
Sostiene que la razón por la que el diablo confunde, es porque está confundido.
Por momentos ha llevado el peto dorado de Wotan (mitología escandinava), aunque sostiene una espada en forma descuidada, poniendo en evidencia su poca familiaridad para manejar armas.
En el Antiguo Egipto, su representante, Set, era simbolizado por un cocodrilo o una serpiente. Portador de la malaria en la Mesopotamia, asumía la forma de un murciélago con garras y dientes. Ya en la época judeo cristiana, adopta una forma humana hasta llegar a ser considerado nuestro aspecto oscuro, simbólicamente hablando.La autora sostiene que de sus alas jamás se ha despojado. Como el murciélago, ambos comparten un diseño similar y son de hábito nocturno. Durante el día, como el mamífero, cuelga el diablo de nuestra conciencia, replegándose al más oscuro lado de nuestro psiquismo. Su "mordedura" contamina comunidades enteras, desatando el pánico irracional de las personas. 
Cada nueva guerra pone en evidencia nuestros diabólicos rasgos. Es la respuesta, la guerra a la fuerza que alberga el hombre en su interior, en la cual no está dispuesto a creer. Cuanto más civilizado es el hombre, más en guerra está su naturaleza animal, y más salvaje se vuelve. Jung dice: "Las fuerzas instintivas reprimidas por el hombre civilizado, son muchísimo más destructivas y peligrosas que los instintos del ser primitivo que vive de continuo en contacto estrecho con sus aspectos negativos. Ninguna guerra moderna puede ser comparada en cuanto su escalada de horrores, con las antiguas guerras".
Jung describe que la imagen tradicional del diablo mitad hombre mitad bestia describe los aspectos más siniestros de nuestro inconsciente, con el que jamás hemos llegado a conectar y que ha permanecido en el estado salvaje original.
El Tarot nos muestra al hombre-bestia, en el que ningún rasgo destaca por sobre otro. Enfrentar este lado negro que altera nuestra "pretensión de orden cósmico" nos aterra y espanta a la misma Naturaleza. Esta bestia que todos llevamos en nuestro interior y que proyectamos como Diablo es Lucifer, el Portador de la Luz, Nichols, nos insta a establecer contacto.

Por lo menos inquietante. ¿Se despertará una clase de entendimiento de la mente oscura, si solo escuchamos?. Difícil, sin juzgar. A veces, para saber cómo ataca, es necesario conocer y acercarnos al lado oscuro de ese otro tan temido y aborrecido por esa misma razón. Hilosdepiedra.