jueves, 14 de agosto de 2014

EL SILENCIO




Shindjin-Mej: Extracto de uno de sus poemas: No detener en el Ser

"No andes a la caza del Ser siempre actuante...
Si quieres que cese la conmoción 
y recuperar la tranquilidad, ten en cuenta que cuanto más te esfuerzas, tanto más te agitas.
Porque ¿cómo puede lograrse captar lo Unico, mientras andamos yendo y viniendo de uno a otro?
El que no llega a entender lo absolutamente Uno
ese pierde incluso lo que ganó de la dualidad.
Al que anda a la caza del Ser, éste se le escapará siempre, al que corre tras la nada, ésta le volverá la espalda.
Prodigándote en palabras y cavilaciones, tanto más te alejarás del Ser"...

Extracto del Himno de Hakuin, maestro del Zen:
"....¡Ay de aquellos que buscan en la lejanía y no conocen lo que tienen junto a sí!
Se parecen a los que están nadando en el agua (pura de un lago de montaña), y piden agua a gritos!..."

Karlfried Durckheim: "El Zen y Nosotros":
"...Buscamos el camino y, aún sin conocerlo, lo recorremos con las manos abiertas , con las manos abiertas...Entonces, nos sale al paso alguna persona que nos reconoce en nuestra búsqueda y en quien nosotros mismos nos reconocemos como buscadores. Quizá es una persona que se nos presenta al azar en este momento preciso. Acaso este maestro está dentro de nosotros mismos. Si lo seguimos puede ocurrir que súbitamente nos ilumine la gran luz. Entonces morimos y resucitamos para proseguir el camino. Y allí comienza la gran marcha hacia la transformación que es, al mismo tiempo, una meta sin fin".
Continúa: "La experiencia del Ser es la experiencia de la coincidencia de los opuestos"...
"La Gran Experiencia, pués, está en despertar del error de la conciencia objetivadora y diferenciadora; en liberarse del destierro de sus clasificaciones y categorías y de la coacción, no solo de las convenciones y de los poderosos, sino de la que proviene del trato con los demás e incluso de la misma búsqueda de la verdad de manera objetiva y a través de las antinomias".
"En el camino de la liberación, se trata de reducir al silencio el pensamiento y poner oído atento a lo que surge en ese silencio más allá del pensamiento que se mueve entre antinomias".

De: "El Zen y Nosotros", Karlfried Durckheim.