viernes, 15 de agosto de 2014

EL MAESTRO INTERIOR



"Nuestros más ardientes deseos se cumplen tan sólo cuando ya hemos perdido interés en ellos"...
Si ya hemos observado esto, no estará demás saber que se atribuye este fenómeno a que nos hemos vuelto indiferentes hacia ese deseo que nos desveló y nos hemos relajado. 
Muchos son los ejemplos, en los que parece que el cuerpo ha detectado la falta de interés en aquello que nos obsesionaba, recordamos los numerosos ejemplos de embarazos exitosos posteriores a una adopción. O un viaje que emprendemos luego de "haber perdido todo interés", más que nada por que ya habíamos perdido o soltado la esperanza de lograrlo algún día. 
Los yoguis, para todos estos casos, creen que la respiración rítmica, de alguna manera, nos pone "en armonía con el ritmo del universo".
Hablan de un ritmo interno, que debemos sintonizar para lograr accionar con libertad y fluidez en el trabajo y en el esparcimiento.
Comprobación de todo esto es observar que cuando ese ritmo se interrumpe por diversas situaciones como relaciones conflictivas con un jefe, una pareja, un familiar, ambientes tensos y disarmónicos, sensación de apuro permanente etc., se pueden desarrollar trastornos de diversa índole: nerviosos, gastrointestinales, cardiocirculatorios, etc.
La respiración rítmica puede producir efectos beneficiosos en la conciliación del sueño, en su profundidad, en la estabilidad y mayor quietud de la mente. No sería de extrañar, entonces, que halláramos respuestas largamente buscadas, que siempre han estado allí, que sólo requirieron de un poco de paz y tranquilidad interior.
Practicar la respiración rítmica de acuerdo a las pulsaciones, según secuencias de inhalación, retención, exhalación, retención, en ciclos de tres vueltas para luego continuar con nuestro ritmo propio, se considera un ejercicio depurador por excelencia, estando los diversos ejercicios disponibles en la literatura.
Asimismo, podemos respirar rítmicamente mientras caminamos en secuencias de tres o cuatro vueltas.
Todos los maestros coinciden, que si bien nadie puede dejar de sentir temor y tensión, está en nuestras manos disminuir esa carga.
Podemos aprender, insisten, a desterrar esos males de nuestra mente practicando yoga, que fue concebido para ayudar con las pesadas cargas que la existencia tiene para cada uno.