IMAGEN DE UN "AGUJERO NEGRO", (Luego de mi aplicación de filtros).
La imagen del "agujero negro", a la que aplicamos filtros hasta que nos pareció lograr la más "sugerente", solo es una representación de algo que todavía no entendemos bien, al igual que el concepto de "conciencia". Más que concepto, los neurocientíficos, confiesan (como si fuera su culpa), no saber o no entender bien el enorme territorio llamado "conciencia".
Se supone que el ser humano es uno de los pocos que la poseen. Recientemente se ha formulado que los delfines también tienen conciencia de ser.
De todas maneras, si uno lo enfoca desde un ángulo no científico, por lo menos en esta entrada, sino desde lo meditacional, debemos confesar también, lo mucho que nos cuesta, captar "su" presencia.
En la postura que adoptemos de meditadores, tratando de excluir la actividad mental (eso también es actividad, diablos), tratamos de concentrarnos en ese inmenso océano que es la conciencia. Esa Mente (con mayúscula) que subyace, por darle alguna ubicación debajo de la mente de cada uno y su febril actividad. Mente que solo es posible captar, en parte minúscula, solo cuando acallamos a la otra, la mente parlante, incansable, cotidiana y que por lo general domina nuestro diario accionar.
Ultima-mente, la otra, la mente pequeña, como una burla, nos prepara una imagen, cuando vislumbramos a la otra Mente. Una mano gigante, levantando la punta de una alfombra. Suponemos que la conciencia estará allí debajo, junto con el polvo barrido. Es una trampa, una visualización con la que la pequeña mente nos entretiene.
Esa Mente que pensamos, estuvo detrás de todas las búsquedas superiores de la especie humana, superiores en cuanto a tratar de acercarse a sus dioses. Todos los pueblos sobre los que escribimos, las culturas hoy desaparecidas, que intentaron vanamente o no conectarse con un algo infinito y que los superaba, son por lo general, el objeto de nuestra consideración en éste, nuestro modesto Blog.
Así hemos considerado y aún lo hacemos, el acercamiento a lo cósmico de las culturas andinas, la meditación y demás técnicas desde el Budismo Zen hasta el frondoso panteón Hindú. Las pirámides de cualquier latitud, los centros ceremoniales, los portales presuntos de los templarios, la Chacana, las historias mayas, los libros sagrados, de todos los pueblos, en fin, de todo aquello que denota el esfuerzo por acercarse a la Mente, a la Conciencia Universal, para este concepto para el que no tenemos palabras.
Este es el motivo de la entrada de hoy: el haber sido conscientes de la búsqueda de otros, de ese algo que al parecer está dentro del humano, no sabemos bien donde y no queremos abusar del término "alma". Esto nos enfrentaría con una de los más oscuros misterios, a nuestro modesto entender. Jamás lo hemos captado, como los agujeros negros. Hilosdepiedra.
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