miércoles, 15 de octubre de 2014

LA SERPIENTE ANDINA




Como ya se ha mencionado, el material religioso y cosmogónico de los antiguos pobladores del Noroeste ha desaparecido, en cuanto datos que no sea lo arqueológico. La piedra, la cerámica son, tal vez, los únicos testigos que hayan perdurado para dar cuenta de toda la mitología andina.
La Amazonia, es uno de los sitios en que se han conservado mejor los elementos religiosos andinos ya que en esta zona persisten en profusión.
El mito de la serpiente tan extendido en América, con atributos draconianos, de dos cabezas es de fundamental importancia en la América Andina.
El arco iris, es relacionado con la serpiente de dos cabezas.El águila aparece devorando la serpiente, como entre los aztecas y el escudo de México. Termina transformándose en la serpiente alada (quetzalcoatl), identificado con la Vía Láctea. Hay varios mitos acerca de la serpiente: aquel en que una joven embarazada por el diablo tiene un hijo que adquiere forma de serpiente y del que se libera mediante engaños haciéndole trepar a un árbol. Para cuando descienda, ella habrá desaparecido.
En los comienzos, la serpiente parece haber sido de origen terrestre y se la asimila con un símbolo de fecundación.
Los actuales pueblos peruanos originarios de la región oriental, llamada zona de la Gran Montaña, conservan intactos los mitos de la serpiente como Madre de la Tierra, a veces otra deidad como madre del agua que se identifica con el arco iris.
Valcarcel en su obra "Símbolos mágicos-religiosos en la cultura andina", trata la representación de la serpiente de dos cabezas. Su primera aparición en la cultura Chavín, aunque sostiene que este mito es mucho más antiguo.
En el Perú antiguo, resonó la leyenda de las dos serpientes que habitaban el Mundo de Adentro o Ukupacha. Ambas salen a la superficie de la tierra, Kay Pacha, o este mundo. Una se transforma en un río, la otra en forma de tronco del que van brotando el resto de los demás animales. 
Luego ambas ascienden a los cielos, Yacu Mana se transforma en el rayo y Sacha Mama en el arcoiris. Esta última poseía dos cabezas.
El pueblo ruega al rayo que haga llover y al arcoiris que haya frutos.