Tepoztlán, integrante de la lista de ochenta y tres pueblos mágicos de México, en base a determinadas características, debe su nombre en Náhuatl al Dios que le dió origen: Tepoztecatl, (tlán: junto a), "en compañía de Tepoztecatl".
Ubicado en el faldeo del cerro Tepozteco, pertenece al estado de Morelos, a 17 Km. de Cuernavaca.
Hay diferentes leyendas sobre el origen de Tepoztecatl, de modo que iremos haciendo referencia a algunas que van ofreciendo sus versiones, sin decantarnos por ninguna.
Según se cuenta, era hijo de una doncella/princesa, quien, gracias a la intervención de un pájaro rojo/aires de las barrancas del río Atongo donde se bañaba, se presentó embarazada ante sus padres.
Cuando el niño nació, fue arrojado en una caja de madera al río/el abuelo furioso intentó matarle tres veces: arrojándolo contra unas rocas y el pequeño se posó en una llanura, sobreviviendo, lo abandonó al lado de la planta de Maguey, quien inclinando sus hojas le alimentó con aguamiel, se le considera protector de dichas plantas dadoras de Pulque, bebida fermentada y del Mescal (Mexcalli) y por último le depositó en un hormiguero de hormigas gigantes quienes le alimentaron. Al fin, fue adoptado por una pareja de ancianos.
Vivían cerca de Mazacuatl, una serpiente a la que el pueblo alimentaba con ancianos que sacrificaban con dicho propósito. Un día el padre de Tepoztecatl, fue anoticiado que sería sacrificado para alimentar a Mazacuatl. El niño se ofreció para ocupar su sitio. De esta forma, mientras iba acercándose donde habitaba la serpiente, iba recogiendo "aiztli", fragmentos de obsidiana. Cuando fue devorado por el animal, utilizando el aiztli, desgarró las entrañas de la serpiente y pudo liberarse de su destino.
En otra oportunidad, deseó tocar el "Teponaxtl", instrumento que incluye un tambor y flauta, los que festejaban se negaron y enojado les cegó con arena de una tormenta de viento que desató.
Huyó con el instrumento musical y como le perseguían, orinó formando la garganta que cruza Cuernavaca.
Llegado a Tepoztlán, subió a la cima del cerro Ehecaté y la gente que le perseguía cortó la base del cerro para atraparle, originando las "corrientes de aire".
Como presunto hijo de Quetzalcoatl (dios del viento), no es raro que sus andanzas estén relacionadas con el aire, los vientos etc. Fue designado Señor de Tepoztlán y sacerdote del dios Ometochtli (Dios Conejo). Posteriormente desapareció/se fue a vivir a la pirámide/fue convertido a la religión del invasor cristiano.
Esta historia hace referencia constantemente a uno de los cuatro elementos: el aire, al que se le atribuye la razón y el pensamiento.
Los pobladores aún en la actualidad, creen que las diferentes posiciones que va adoptando el sol en su diario recorrido, son también las diferentes miradas que Tepoztectl, regala a su pueblo cada día.
Hay varias otras versiones. Creemos que tantas como aquellos que gustamos de indagar en los mitos y en su presencia invisible pero aún palpable en la memoria de las personas que habitan esta Tierra.
Hilosdepiedra.
Vivían cerca de Mazacuatl, una serpiente a la que el pueblo alimentaba con ancianos que sacrificaban con dicho propósito. Un día el padre de Tepoztecatl, fue anoticiado que sería sacrificado para alimentar a Mazacuatl. El niño se ofreció para ocupar su sitio. De esta forma, mientras iba acercándose donde habitaba la serpiente, iba recogiendo "aiztli", fragmentos de obsidiana. Cuando fue devorado por el animal, utilizando el aiztli, desgarró las entrañas de la serpiente y pudo liberarse de su destino.
En otra oportunidad, deseó tocar el "Teponaxtl", instrumento que incluye un tambor y flauta, los que festejaban se negaron y enojado les cegó con arena de una tormenta de viento que desató.
Huyó con el instrumento musical y como le perseguían, orinó formando la garganta que cruza Cuernavaca.
Llegado a Tepoztlán, subió a la cima del cerro Ehecaté y la gente que le perseguía cortó la base del cerro para atraparle, originando las "corrientes de aire".
Como presunto hijo de Quetzalcoatl (dios del viento), no es raro que sus andanzas estén relacionadas con el aire, los vientos etc. Fue designado Señor de Tepoztlán y sacerdote del dios Ometochtli (Dios Conejo). Posteriormente desapareció/se fue a vivir a la pirámide/fue convertido a la religión del invasor cristiano.
Esta historia hace referencia constantemente a uno de los cuatro elementos: el aire, al que se le atribuye la razón y el pensamiento.
Los pobladores aún en la actualidad, creen que las diferentes posiciones que va adoptando el sol en su diario recorrido, son también las diferentes miradas que Tepoztectl, regala a su pueblo cada día.
Hay varias otras versiones. Creemos que tantas como aquellos que gustamos de indagar en los mitos y en su presencia invisible pero aún palpable en la memoria de las personas que habitan esta Tierra.
Hilosdepiedra.