viernes, 12 de septiembre de 2014

EL EMBRUJO DE LA TIERRA




Refiere Juan B. Ambrosetti con respecto a lo que trasciende de la Pacha Mama, que es un culto fálico (Pacha, tierra; Mama, madre), aunque los calchaquíes de Salta la traducen como "Madre del Cerro o de los Cerros". Según dicen, comenta, el estudioso,  para algunos significa Madre de la Tierra, para otros, era un mujer vieja, "...madre de todos los cerros y también su dueña, pues en ellos vivía".
"Si por casualidad algún viajero, andando por los cerros, llegaba a verla, quedaba irremisiblemente en ellos desde ese momento o volvía a su casa tan influido que el retorno a la mansión de la Pacha Mama se hacía rápidamente imprescindible"... 
No quedó clara qué clase de influencia ejercía sobre el viajero, pero Ambrosetti sospechaba que a semejanza de leyendas guaraníes, podría relacionarse con alguna "unión semi-marital", sustentando su teoría de culto fálico.
Así parece explicarlo, ya que hay mucha gente que vive en los cerros y "el no retorno de los desaparecidos"...
Toda ocasión debe ser aprovechada para rendirle culto, ya que de ello depende el éxito de cualquier trabajo vinculado con la producción.
Las personas, pues, no deben comer, ni beber, ni coquear si antes no han derramado la parte que le corresponde, invocándola mentalmente:"Pacha Mama Kusiya-Kusiya; Pacha Mama, tú que eres dueña de la santa Tierra, haz que esto me haga buen provecho, o me vaya bien en la faena que voy a emprender".
Toda actividad es buen motivo para invocarle. En ocasión de un viaje, al pasar por ciertos lugares, se deposita el "acullico" (bolita formada por hojas de coca, llicta: masa hecha de papa y cenizas,  en la actualidad se agrega bicarbonato, para estimular la producción de saliva, aumentando la absorción del jugo de las hojas de coca), o si se extrae arcilla para confeccionar piezas de alfarería, etc.
Estas ofrendas consistían en pedazos de trapos, papel, tabaco, cigarros, llicta etc.
También una forma de honrarle, es agregando piedras a las apachetas (montón de piedras juntadas por los viajeros a la vera de los caminos) en actitud de respeto.