o de una flauta sin orificios,
esta musica emociona los corazones mas frios,
su armonia sacude el espiritu mas ironico.
El objeto y el sujeto desaparecen,
la actividad de los fenomenos y la profundidad
de la sabiduria se amodorran.
Desaparecen la ansiedad, los proyectos y los calculos,
se deja de pensar.
Cesa el viento, desaparecen las olas,
el oceano se calma.
Al atardecer se cierra la flor, las gentes se marchan
y la paz de la montaña vuelve a ser profunda.
De: La practica del Zen. De: Taisen Deshimaru.