Cada cambio que percibo, ese cambio que sé que es inexorable y que me recuerda mi impermanencia, no me produce espanto, ni aflicción, porque "soy" ese cambio.
Detrás, de fondo mi Consciencia lo va percibiendo. Hilosdepiedra.
Aquí va "Metamorfosis", un poema de "El Camino de Chuang Tzu":
"Cuatro hombres entablaron una discusión.
Cada uno decía:
¿Quién sabe cómo
tener el Vacío por cabeza,
la Vida por espina dorsal
y la Muerte por rabo?
¡Quien sepa cómo será mi amigo!.
"Con esto se miraron entre sí,
vieron que estaban de acuerdo,
se echaron a reír
y se hicieron amigos.
Entonces uno de ellos cayó enfermo,
y otro fue a verlo.
¡Grande es el Creador, dijo el enfermo,
que me ha hecho como soy!
Estoy tan doblado
que mis tripas están por encima de mi cabeza;
reposo la mejilla
sobre mi ombligo;
mis hombros sobresalen
por encima de mi cuello,
mi coronilla es una úlcera
que inspecciona el cielo;
mi cuerpo es un caos
pero mi mente está en orden.
Se arrastró hasta el pozo,
vio su reflejo y declaró:
!Menuda porquería
ha hecho de mí!
Su amigo le preguntó:
¿Estás descorazonado?
¡En absoluto! ¿Por qué habría de estarlo?
Si Él me hace pedacitos,
y con mi hombro izquierdo
hace un gallo,
yo anunciaré el alba.
Si Él hace una ballesta
de mi hombro derecho
suministraré pato asado.
Si mis nalgas se convierten en ruedas
y mi espíritu es un caballo,
¡me pondré yo mismo los parejos y cabalgaré
en mi propio carro!
Hay un tiempo para unir
y otro para deshacer.
Aquel que entiende
esta sucesión de hechos
acepta cada nuevo estado
en su momento preciso
sin dolor ni regocijo.
Los antiguos dijeron: El ahorcado
no puede descolgarse solo.
Pero a la larga la Naturaleza es más fuerte
que todas las cuerdas y ataduras.
Siempre fue así.
¿Qué razón hay
para descorazonarse?".